Para acabar con el malestar producido por el ruido en las ciudades, el gobierno suizo ha decidido tomar medidas drásticas para combatir la contaminación acústica. Inspirado en normativas ya existentes en numerosas urbes europeas que protegen la “quietud pública”, el nuevo reglamento establece un “horario de silencio” de 22:00h a 06:00h. Durante este periodo quedan prohibidas todas las actividades susceptibles de generar ruidos molestos, como escuchar música a alto volumen, realizar trabajos de bricolaje y, especialmente, modificar o utilizar de forma abusiva los sistemas de escape en coches y motos.
A partir de 2025, la normativa se amplía para incluir a los motores de combustión interna entre las fuentes de ruido evitable. Esto significa que además de las sanciones por modificaciones ilegales en los escapes, se penalizará también el hecho de dejar el motor encendido sin justificación, aumentando la multa de 56 a aproximadamente 75 euros. Con estas acciones, Suiza busca reducir el impacto negativo del ruido en el entorno urbano y proteger la salud de sus ciudadanos.
Normativas más estrictas
La nueva regulación suiza amplía la lista de infracciones relacionadas con el ruido, incluyendo explícitamente los ruidos generados deliberadamente por acelerones excesivos o el uso de sistemas de escape no homologados.
Estas prácticas ahora se castigan con multas que pueden llegar hasta los 10.000 francos suizos (casi 10.700 euros). La medida pretende frenar comportamientos que, además de contribuir a la contaminación acústica, perturban la paz y el bienestar en las zonas residenciales.
Radares y cámaras antirruido: la tecnología en acción
Para garantizar el cumplimiento de la normativa, Suiza ha puesto en marcha un sistema de control basado en radares y cámaras antirruido. Estos dispositivos se activarán cuando un vehículo en circulación supere los 82 decibelios, operando de forma similar al sistema Medusa probado en París. En áreas donde esta tecnología aún no esté desplegada, corresponderá a las fuerzas del orden patrullar las zonas más sensibles y proceder a las intervenciones pertinentes.
Si bien la nueva normativa afecta a todos los vehículos, los motoristas deben prestar especial atención. Las modificaciones en los sistemas de escape y los acelerones innecesarios pasarán a ser infracciones graves. Además, la medida que incrementa la multa por dejar el motor encendido sin motivo invita a repensar hábitos que hasta ahora eran comunes en la rutina diaria de muchos conductores. La intención es clara: promover comportamientos que respeten tanto el medio ambiente como la calidad de vida en las ciudades.
Con estas medidas, Suiza se posiciona a la cabeza de la lucha contra la contaminación acústica, marcando un precedente en Europa. El uso de sistemas tecnológicos avanzados para detectar y sancionar el ruido excesivo promete transformar la manera en que se regula el sonido de los vehículos en la vía pública.









