Mitt 400 GPR 2020

La Mitt 400 GPR es la deportiva de mayor cilindrada de la marca Mitt, una moto de 400 cc enfocada a usuarios que busquen una conducción deportiva. La Mitt 400 GPR cuenta con un destacable ciclo, con un tren delantero compuesto por una horquilla invertida y unos frenos de anclaje radial y discos de 300 mm. Atrás encontramos un monoamortiguador regulable en precarga, basculante de aluminio y freno de disco de 250 mm. Destaca su chasis tubular estilo trellis, remarcado en color verde, rodeado de una carrocería integral carenada.

Cuenta con iluminación full LED y dos mapas de motor, además de una instrumentación completamente digital.

¿Cómo va la Mitt 400 GPR?

La Mitt 400 GPR es una moto deportiva, aunque también se podría catalogar como moto F (moto deportiva para uso turístico). No llega a ser una posición extremadamente radical, más bien se trata de una deportiva muy cómoda, con una posición a los mandos bastante relajada. La Mitt 400 GPR se podría definir como una deportiva apta para rutas de larga distancia.

Una vez arrancamos la Mitt 400 GPR, las sensaciones que transmiten son de moto grande, la envergadura del carenado ofrece suficiente protección aerodinámica, tanto por la cúpula frontal para el cuello, como en las piernas gracias a los carenados laterales. El depósito es algo anguloso, no molesta, pero si somos de piernas gruesas podremos notarlo en alguna frenada fuerte o tumbada. El motor arranca al primer toque, y aunque se escucha algo tenue a ralentí, una vez se sincroniza con el embrague la moto sale con bastante fuerza. A bajas rpm no hay traqueteo alguno ni vibraciones, aunque tampoco ofrece mucho empuje. No es hasta la zona media / media alta donde encontramos la vigorosidad del motor, pero lo mejor se encuentra en el umbral previo a la zona roja, sorprendente para tratarse de un motor de dos cilindros. Un aspecto muy destacable es el bajísimo consumo, llegando a lograr consumos de 2,9 litros a 100 km/h.

En carretera de curvas la Mitt 400 GPR tiene un comportamiento bastante deportivo, si bien la posición es cómoda y relajada, el dinamismo de su conducción es muy deportivo, con una entrada a curva bastante rápida y picuda (los neumáticos juegan un papel fundamental en este aspecto). Las suspensiones pecan un poco de blandas, pero nada reseñable. La mordida del conjunto de frenos es muy buena, quizá por ello nos de la sensación de una suspensión blanda, encontramos el tren delantero un poco por debajo de la capacidad de frenado de la moto. El amortiguador trasero también lo encontramos ligeramente blando, pero este puede regularse fácilmente.

En definitiva, es una moto muy capaz, con un consumo muy contenido y un rendimiento en la zon.a alta del tacómetro bastante prestacional para los caballos que anuncia.