Muchas veces, cuando hablamos de motos que ya tienen una edad, hablamos de motos clásicas, aunque si las tenemos en mucha estima fácilmente nos ponemos a hablar de motos históricas. De manera que no es raro que los términos ‘moto clásica’ y ‘moto histórica’ se utilicen a menudo de manera intercambiable. Pero ojo, porque una cosa es hablar entre colegas y otra muy distinta lo que diga la Dirección General de Tráfico, y es importante saber que las diferencias entre ambos términos no afectan solo a la categorización de la moto, sino también a los requisitos legales y las peculiaridades de cada caso.
La DGT establece criterios claros para distinguir entre una moto clásica y una histórica, considerando aspectos como la antigüedad, el estado de conservación, el modelo y el uso de la moto. Comprender estas diferencias es fundamental para poder diferenciarlas legalmente, pero también de cara a aquellos interesados en la restauración, el coleccionismo y la exhibición de motos que merecen pasar a la historia.
Para salir de dudas, vamos a ver qué dice la DGT sobre las motos clásicas y las motos históricas, y ya que estamos veremos si en el caso de que tengamos alguna de ellas puede tener alguna ventaja que la registremos como tal, y no como una moto como todas las demás.
Según la DGT ¿Qué es una moto clásica?
Una moto clásica, según la DGT, es una motocicleta que tiene más de 25 años desde su fecha de fabricación, pero que no ha sido sometida a modificaciones significativas que alteren sus características originales. No es fácil que una moto de más de un cuarto de siglo no haya sufrido alguna modificación, pero a poco que el dueño sea cuidadoso o la considere un objeto de colección, podemos encontrar motos que mantengan gran parte de su diseño y sus componentes originales.
Por ejemplo, una Cagiva Elefant Lucky Explorer de 1990 se consideraría una moto clásica si conserva sus piezas y estructura originales. Los propietarios de motos como esta se esfuerzan por mantener sus máquinas en su estado original, realizando solo reparaciones y el mantenimiento necesario para conservar su funcionalidad y estética.
A pesar de su valor histórico y estético, las motos clásicas no gozan de beneficios legales específicos por parte de la DGT, pero algunas compañías de seguros sí pueden ofrecer pólizas más económicas para ellas. Además, su reconocimiento como piezas de colección puede aumentar su valor en el mercado y su atractivo para los entusiastas de la restauración.
Según la DGT ¿Qué es una moto histórica?
Aquí la cosa cambia. Según la DGT, “Un vehículo histórico es aquel que por su antigüedad (al menos 30 años), interés o singularidad merezca una consideración especial que proteja su carácter representativo y simbólico, resguardando así el patrimonio cultural y simbólico de nuestro tiempo y permitiendo su utilización con la debida seguridad técnica y mecánica”.
Es decir, una moto histórica debe tener más de tres décadas y también debe reunir una serie de requisitos adicionales:
- Haber sido mantenida en su estado original, sin modificaciones que alteren significativamente sus características técnicas o estéticas.
- No haber sido fabricada en serie durante al menos los últimos 25 años.
- Estar incluida en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español o tener una certificación de autenticidad emitida por una entidad reconocida.
- Que sea considerada un vehículo de colección gracias a su singularidad.
Un ejemplo de moto histórica podría ser una Harley-Davidson Panhead de 1955 que ha sido cuidadosamente mantenida y restaurada para conservar su autenticidad. Este tipo de motos no solo tienen valor como piezas de colección, sino que también pueden gozar de ventajas legales.
Ventajas e inconvenientes de las motos históricas
Una de las principales ventajas de tener una moto histórica es la posibilidad de obtener beneficios fiscales y administrativos. Por ejemplo, muchas comunidades autónomas en España ofrecen exenciones o reducciones en el impuesto de circulación para vehículos históricos. Y no menos importante, pueden obtener un seguro específico para vehículos de colección, que suele ser más económico y adaptado a las necesidades de este tipo de motocicletas.
Las inspecciones obligatorias de la ITV son cada más tiempo y además una moto clásica puede estar exenta de ciertas restricciones de tráfico en zonas urbanas, facilitando su uso en eventos y exhibiciones.
Pero no todo son ventajas, pues las compañías de seguros pueden establecer restricciones y cláusulas en sus pólizas con límites de uso, como un número máximo de kilómetros recorridos al año o una periodicidad de uso. Y curiosamente, al tratarse de un vehículo histórico, el Estado puede hacer uso de los derechos que adquiere sobre nuestra moto, pudiendo solicitarla para exposiciones o eventos.









