Para muchos todavía es una marca un tanto desconocida. Moto Morini no ha sido una firma que haya tenido mucha popularidad en España, pero sí ha merecido mucha atención en su país, Italia, donde sí que se forjó un cierto nombre hasta los años ochenta con alto y bajos, pero guardando en la memoria algunos modelos icónicos.
Vamos a repasar cómo ha sido la trayectoria de Moto Morini hasta nuestros días, donde vive una nueva juventud llena de ambición y productos muy interesantes que cada vez van entrando en más y más segmentos.
Un poco sobre la historia de Moto Morini
Después de varios años colaborando con Mario Mazzetti y su marca MM, Alfonso Morini decide embarcarse en su propia marca fundando Moto Morini en 1937 en Bolonia, pero no es hasta casi una década después cuando vuelve a dedicarse a las dos ruedas con rápidos éxitos tanto en el terreno comercial como en la competición, incluidas algunas victorias en el Campeonato del Mundo de Velocidad. Sus éxitos continuaron en los años cincuenta y sesenta con modelos como la Moto Morini Sbarazzino 100 y la Corsaro 125 y la mítica Corsaro Veloce de competición con diversas variantes. También fue una marca deseada por los más jóvenes por modelos como el ciclomotor Corsarino, que parecía más una moto de mayor cilindrada por su calidad y tipo de construcción.
Tras la muerte de Alfonso Morini en 1969, es su hija la que toma las riendas de la empresa y llega también Franco Lambertini procedente de Ferrari, un diseñador que dio luz verde al motor V-twin a 72º que caracterizó a varias de sus motos en los siguientes años. Fue un propulsor bastante innovador y que consiguió hacer de su 350 la moto más rápida de su categoría. También llega a principios de los setenta la Moto Morini 3½, la moto más exitosa de la historia de la marca.
En los ochenta se hicieron diversas actualizaciones intentando hacer frente a lo que venía de Japón, incluso con interesantes propuestas off-road como la Camel y la Kanguro o en el custom, como las Excalibur de 350 y 500 cc.
Etapa Cagiva, parón y otras idas y venidas
A pesar de las buenas propuestas, la competencia japonesa fue dura y Moto Morini fue comprada por los hermanos Castiglioni del grupo Cagiva en 1987. En esta etapa compartía paraguas con marcas como Ducati y Husqvarna y tuvo una línea de producto menos agresiva pero todavía convincente con diversas propuestas. Incluso se planteó un último motor del director técnico Franco Lambertini, un dos cilindros en V longitudinal a 67º con estructura modular con posibilidades de servir en cilindradas de 350, 500 y 750 cc que finalmente Cagiva no lo aceptó, el paso previo para la salida del histórico diseñador para irse a Gilera.
Con poco más que añadir, la marca cesó su actividad en 1996 y fue pasando por diversas manos como el grupo estadounidense Texas Pacific Group. En 1999 la 'recupera' la familia del fundador a través de la empresa Moto Morini spa. También vuelve Franco Lambertini, quien firma un nuevo motor bicilíndrico en V a 87º (Biarancio CorsaCorta) que sirve de propulsor para todas las nuevas propuestas que además fueron diseñadas por nada menos que Luciano Marabese. En esta época aparecen la Corsaro 1200, la 9 1/2, la Scrambler, las Corsaro Veloce y Avio o la Granpasso. En 2009 la crisis económica afecta negativamente a la matriz y cesa su actividad entrando en quiebra un año después.
En 2011 se subasta la marca y todos sus activos y pasa a ser propiedad de una empresa de Luxemburgo con empresarios de renombre como Sandro Capotosti y Ruggeromassimo Jannuzzelli. La empresa retoma la actividad en 2012 e incluso lanza una edición especial Moto Morini Rebello 1200 Giubileo para celebrar los 75 años de la marca. En esta época, la producción se hace de manera totalmente artesanal y por encargo y también experimenta con fórmulas de alquiler por uso para ganar músculo financiero. Tras varios acuerdos y desacuerdos, la familia Jannuzzelli adquiere el control en 2015 y relanza la marca con una estructura comercial más potente y accesible.
Zhongneng Vehicle Group. Nuevo renacer desde 2019
El grupo chino Zhongneng Vehicle Group adquiere Moto Morini en 2018. En un principio, mantiene la continuidad de los modelos presentes en el catálogo, pero rápidamente cambia el rumbo y se centra en crear una nueva línea de productos y con precios mucho más competitivos. La principal novedad es el nuevo motor bicilíndrico en línea de 649 cc que monta la Moto Morini X-Cape 650, un propulsor que también sirve de base de las Seiemmezzo STR y Seiemmezzo SCR y en una variante aumentada en la Calibro.
Es en estos años recientes cuando Moto Morini apunta a una expansión internacional mucho más ambiciosa, estrategia en la que se incluye también el mercado español donde ya lleva perfectamente asentada varios cursos con resultados interesantes.
Objetivo 2025: Despegue definitivo de Moto Morini
Después de varias décadas en las que Moto Morini no ha conseguido asentarse, parece que de la mano de un potente grupo oriental puede hacerlo posible gracias a una adecuación del catálogo a los tiempos actuales, unos precios muy competitivos y una estética basada en su legado histórico muy acertados.
Después de los últimos años en los que la firma de origen italiano ha podido ir introduciendo poco a poco modelos en diversos segmentos, hemos podido ver en el EICMA 2024 un gran despliegue de novedades de cara a la temporada 2025, con varios modelos de diferentes tipos de usos y diferentes cilindradas. Entre ellas, podemos mencionar una actualización X-Cape 700 que sustituye a la actual '650', una llamativa trail de 21" con motor bicilíndrico de 450 cc, una custom A2 que han llamado Moto Morini Rumble o la ya conocida como prototipo el año pasado X-Cape 1200.
Sin embargo, nos vamos a parar sobre una de ellas que han denominado Moto Morini 3 ½ Sport...
Moto Morini 3 ½ Sport, símbolo del renacer de la marca italiana
No es baladí que los responsables de la firma hayan decidido utilizar este nombre. Seguramente ya te has dado cuenta de que es una denominación recuperada del mítico modelo lanzado hace ahora 50 años. Por la importancia histórica de su legado, no debería ser utilizado en vano, por lo que esperamos que la Moto Morini 3 ½ Sport 2025 esté a la altura de lo esperado y suponga la plasmación más evidente del relanzamiento definitivo de Moto Morini.
En cuanto a la moto, se trata de una reinterpretación de aquel modelo y de la que sabemos ya bastantes datos. La Moto Morini 3 ½ Sport 2025 se basa en un motor de 350 cc con dos cilindros en V a 60º con refrigeración líquida, doble árbol de levas y 4 válvulas por cilindro que declara algo más de 32,6 cv de potencia (compatible, por tanto, con el carnet A2) y un par máximo de 31 Nm. Por supuesto, cumple con la normativa Euro 5+. Tiene un chasis de doble cuna de acero y basculante doble de aluminio. El conjunto pesa en seco 165 kg mientras que el asiento está a 780 mm y su depósito tiene unos generosos 15 litros de capacidad.

En la parte ciclo, encontramos suspensiones muy decentes, con una horquilla invertida delante de 43 mm y 120 mm de recorrido, el mismo que en el monoamortiguador trasero, éste ajustable en precarga. Para la frenada, se sirve de un disco delantero de 300 mm con pinza de anclaje radial de 4 pistones y otro disco trasero de 255 mm. Sus llantas de aleación y rueda de 17" en ambos ejes nos insinúan claramente su vocación asfáltica y deportiva.
Todavía no conocemos todos los detalles, pero caben esperar luces completamente LED y una pantalla TFT con conectividad y navegación.
Lo que más llama la atención seguramente de la Moto Morini 3 ½ es su acertadísima estética, una visión actual del mundo cafe-racer, con reminiscencias de aquellos tiempos como el faro circular, la atractiva forma del asiento y las líneas de diseño deportivas adaptadas al mundo de hoy, incluido su posicionamiento comercial, con un precio que seguramente estará alineado a la competitividad que ha mostrado la marca desde su último relanzamiento.
¡La esperamos como agua de mayo!


















































Antonio Gonzalez Zapata
Ya era difícil diseñar una Morini 3 1/2 más bonita que la original y a la vez respetando su líneas básicas y, para mí, que los chinos lo han conseguido con nota. Sin haberla probado y ni siquiera visto, por ponerle un «pero», creo que un doble escape reinterpretando el original otorgaría al conjunto más personalidad y fidelidad a los modelos de los años 70.