Una de las decisiones más difíciles que tiene un conductor es elegir su primera moto, tanto si ya tienes el carnet de moto como si estás valorando obtenerlo. Si estás en este último caso, encuentra a continuación más información.
Más allá de la complejidad de las características o los requisitos que deben cumplir dependiendo del tipo de permiso de conducir que tienes en tu poder, existen factores que pivotan, sobre todo, en tres sencillos puntos: la seguridad, la funcionalidad para lo que necesitas y el factor económico.
Teniendo en cuenta estas ideas, vamos a repasar cuáles pueden ser los puntos en los que más deberías fijarte a la hora de valorar tu primera moto o scooter.
Qué factores tener en cuenta para elegir tu primera moto
Cilindrada y potencia adecuadas
En primer lugar, hay que adaptarse a los rangos de cilindrada y/o potencia adecuados para el permiso de conducir que te habilita conducir una motocicleta o un ciclomotor. Dependiendo del carnet de moto AM, A1, A2, A o en posesión del carnet de coche con 3 años de antigüedad, tendrás acceso a unas cilindradas y potencias diferentes.
Más allá de estas consideraciones legales (y que puedes consultar detalladamente en el enlace de más abajo), lo importante es analizar tus necesidades y tus habilidades. A mayor rendimiento, se requieren mayores capacidades de conducción. Por eso, es bastante inteligente empezar con algo razonable y modesto y, según vayas adquiriendo experiencia, optar por cambiar a una moto más prestacional.
Manejabilidad
En el caso de un automóvil es muy importante, pero en el caso de una moto o scooter, en mi opinión es fundamental pensar en un vehículo manejable y fácil de utilizar. El factor físico es clave a la hora de afrontar la conducción de un vehículo de dos ruedas, teniendo mucho que ver tu estado de forma y otros condicionantes como tu estatura. No es lo mismo querer bajar del caballete una Africa Twin en una cuesta arriba midiendo metro y medio que moverte por una ciudad con un Piaggio Zip midiendo 210 cm.
Toma nota de datos concretos como la altura del asiento (cuanto menor, mayor accesibilidad y facilidad de acceder con los pies al suelo) y el peso (puede ser dado el peso en vacío o en orden de marcha). A decir verdad, no es tanto por una cuestión dinámica sino porque son muy importantes a la hora de mover el vehículo en parado y, por tanto, para también tener mayor confianza en movimiento.
Además de ellos, puedes pensar en otras dimensiones, como la longitud, la altura total o la anchura. También es interesante la distancia entre ejes (a mayor, mayor estabilidad pero menor agilidad, como norma general), aunque en mi opinión en estos casos no deben ser tan relevantes a la hora de elegir tu primera moto.
Seguridad
No hay que darle muchas vueltas: cuanta mayor seguridad tengas en la moto, ¡mejor! En el caso de motos 125 y scooter 125, puedes encontrar modelos con frenada combinada de serie, pero es recomendable optar por sistemas ABS.
En cilindradas superiores, el antibloqueo de frenos es obligatorio, pero los fabricantes cada vez incluyen más dispositivos y ayudas electrónicas que elevan el nivel de seguridad activa de la moto. La introducción de unidades inerciales IMU ha permitido dar un salto evolutivo en este sentido, con elementos como el ABS y el control de tracción con sensibilidad a la inclinación, el anti-wheelie o la mitigación de elevación de rueda trasera. También ayudan los asistentes de arranque en pendiente, el sensor de presión de los neumáticos, luces de frenada de emergencia, luces cuneteras e incluso los sistemas de llamada de emergencia (eCall). La instalación de sistemas de radar abre un nuevo capítulo, con controles de crucero adaptativos y avisos asociados.
Tampoco hay que irse únicamente a lo más electrónico. Simplemente, puedes tomar nota del nivel de componentes ciclo como pueden ser los frenos, las suspensiones y los neumáticos o tener iluminación LED. Todo ello deberá estar a la altura del nivel general de prestaciones de la moto.
Transmisión manual o automática
A priori, un modelo sin marchas va a ser más fácil de conducir. Por este motivo, los scooter, que suelen contar con transmisión por variador (CVT) sin necesidad de cambios de marchas, suelen ser los más elegidos para iniciarse en las dos ruedas. Esto suele pasar entre los usuarios con carnet de coche que se pasan a las dos ruedas, pero también hay exámenes del carnet de moto específicos para los que no quieren aprender a llevar motos con marchas.
Aparte de esta disquisición, hay que recordar que los sistemas de transmisión semi-automáticos o automáticos están avanzando a pasos agigantados en los últimos años. Al ya muy conocido sistema DCT de Honda hay que añadir el SCS de MV Agusta o el recién lanzado e-Clutch de Honda y las inminentes patentes de BMW (ASA), Yamaha (Y-AMT) y KTM (AMT). Todos ellos van a facilitar mucho las cosas, ya sea para cambiar las marchas sin necesidad de atender a la acción del embrague o simplemente para concentrarse más únicamente en el guiado de la moto y la acción sobre el acelerador mientras es la moto la que elige la mejor marcha engranada en cada momento.
Precio
Muchos de estos atributos añaden valor al modelo deseado, lo cual repercute también en un encarecimiento de su precio. Por tanto, debemos tener muy claro nuestro presupuesto. Si tenemos un límite muy marcado y ajustado, además de motos nuevas, es interesante echar un vistazo al mercado de motos de ocasión donde encontrar propuestas a precio más reducido y con un buen equipamiento.
Estética
Es innegable que a la hora de elegir una moto, la estética es clave. ¡La moto te tiene que gustar! Puede ser que haya otros modelos con mejor relación calidad-precio, mejor equipamiento y, en definitiva, mejores argumentos.
Sin embargo, te recomendamos que también hagas caso a lo que te diga el corazón y que te haga vibrar el diseño de tu moto.










