Por segundo año consecutivo, el circuito alemán de Lausitzring ha acogido las World Speed Trials, una interesante competición de velocidad en tierra apoyada por la FIM. Torsten Robbens, natural de Oudenaarde, batió dos récords mundiales de velocidad en la categoría de motocicletas eléctricas de menos de 150 kg con una máquina de creación propia bautizada como 'La Belgitude'. En la categoría "no aerodinámica", alcanzó una velocidad de 214,15 km/h, mientras que en la categoría "semi-aerodinámica" ascendió a 229,50 km/h.
El objetivo de Robbens es desmontar la creencia de que las motocicletas eléctricas son pesadas y rinden menos que las de gasolina: "No debemos permitir que la rica historia de Bélgica en ingeniería de motocicletas se desvanezca. Quiero continuar con ese nivel de artesanía a través de La Belgitude, una actitud". La última vez que un belga consiguió un récord mundial de velocidad de la FIM fue en 1932 a cargo de René Milhoux.
Curiosamente, Robbens no es un recién llegado a las dos ruedas pues pasó a la historia en 2004 como el director de equipo más joven en ganar las 24 Horas de Le Mans. Motivado por su pasión por la innovación, también ha encabezado el desarrollo de motocicletas de carreras eléctricas, que han competido con éxito en eventos prestigiosos como el TT de la Isla de Man.
