La paradoja es evidente: justo cuando MotoE, el campeonato de motos eléctricas que nació en 2019, va a parar indefinidamente tras la temporada 2025 por falta de relevancia, Ducati da un paso de gigante en su propio programa eléctrico.

La marca italiana, proveedora única de la categoría en estos últimos años, sigue adelante con el desarrollo de la V21L, un prototipo que acaba de convertirse en la primera moto del mundo equipada con baterías de estado sólido.

Ducati V21L Prototipo 5

La competición siempre ha sido un banco de pruebas fundamental, y MotoE lo ha sido en estos tres años para Ducati. Sin embargo, desde Borgo Panigale insisten en que su investigación eléctrica va más allá del campeonato.

La V21L no solo recoge lo aprendido en los circuitos: es también la base sobre la que Ducati, junto con el Grupo Volkswagen, está explorando soluciones que podrían cambiar por completo el panorama de la moto eléctrica.

La V21L y el salto a las baterías de estado sólido

Ducati V21L Prototipo 2El proyecto más reciente se presentó en el IAA Mobility de Múnich, donde Ducati mostró un prototipo de la V21L equipado con celdas desarrolladas por QuantumScape y PowerCo (la compañía de baterías del Grupo Volkswagen). Se trata de la primera aplicación real de las baterías de estado sólido en una moto, una tecnología llamada a superar las limitaciones del litio convencional.

Estas nuevas celdas ofrecen una densidad energética de 844 Wh/L, más del triple que las baterías habituales, lo que en la práctica significa la misma autonomía con un tercio del peso, o tres veces más autonomía para el mismo tamaño. A eso se suma una velocidad de carga que, en la demostración realizada, pasó del 10% al 80% en poco más de 12 minutos. También prometen mayor seguridad, sin riesgo de incendio o explosión, y una vida útil más prolongada.

Lo que deja MotoE y lo que viene después

Ducati V21L Prototipo 7Ducati recogió en MotoE tres temporadas de experiencia con la V21L, acumulando datos a través de los 18 pilotos de la parrilla. Durante ese tiempo logró, por ejemplo, reducir más de 8 kilos en el paquete de baterías gracias a la evolución de las celdas. Pero esa investigación no termina con el campeonato: los próximos pasos pasan por seguir afinando el prototipo y llevar esta tecnología de laboratorio a aplicaciones reales.

Queda demostrado que la suspensión de MotoE no supone un punto final para la apuesta eléctrica de Ducati, sino todo lo contrario. Simplemente, la marca italiana se lo toma como un cambio de escenario. La firma tiene claro que la transición hacia nuevas tecnologías será lenta, pero avances como la V21L muestran que sigue construyendo un camino que, tarde o temprano, nos terminará llevando hasta las motos de calle.

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