La Yamaha XT 500 es una de esas motos que marcaron una época. Presentada en 1976, se ganó fama mundial gracias al Dakar y acabó convirtiéndose en un icono de la aventura. Sencilla, robusta y con un motor monocilíndrico de 500 cc que parecía indestructible, la XT se mantuvo en producción hasta 1989 prácticamente sin grandes cambios.
Casi 50 años después, este modelo vuelve a ser noticia. En Múnich ha aparecido una unidad de 1986 completamente nueva, con 0 kilómetros y, lo más sorprendente, todavía dentro de su caja de transporte original. Un auténtico 'viaje en el tiempo' que RM Sotheby’s sacará a subasta el próximo 18 de octubre de 2025 con una estimación de entre 15.000 y 25.000 euros.
Una XT como recién salida de fábrica
A diferencia de otras motos encontradas en condiciones 'dudosas', esta unidad se conserva impecable. La caja de madera fue reforzada con un marco de aluminio con ruedas y protegida con paneles de metacrilato, de modo que la moto se ha mantenido prácticamente como si hubiera salido ayer de fábrica.
Eso sí, no está lista para arrancar sin más. El manillar, el cuadro de instrumentos, el sistema de iluminación o el propio freno delantero todavía deben montarse, algo habitual en este tipo de 'time capsules'.
Aunque el hallazgo parece pensado para convertirse en pieza de colección, lo cierto es que esta XT 500 podría volver a rodar. Según la información de la casa de subastas, estuvo matriculada brevemente en Francia en 1988, por lo que con la homologación correspondiente sería posible darla de alta y circular con ella.
El precio de la leyenda
¿Es cara? Depende de cómo se mire. Los ejemplares en mal estado no bajan de los 3.000 euros, y las mejores unidades superan con facilidad los 10.000. Incluso se han llegado a ver XT con apenas unos kilómetros a la venta por 20.000 euros. Teniendo eso en cuenta, pagar 25.000 por una pieza intacta y en su embalaje original no suena tan descabellado para los coleccionistas más nostálgicos.
La Yamaha XT 500 fue, es y seguirá siendo una moto de culto. Y cuando aparece una como esta, congelada en el tiempo y esperando dueño, es fácil entender por qué su leyenda sigue creciendo. Por si te interesa, la tienes en la web de RM Sotheby’s.
