Desde que se anunciara en 2018, la nueva Yamaha Ténéré no ha hecho más que dar buenas alegrías a la marca de los diapasones. Probablemente ni ellos mismos den crédito al ver que su trail con motor de MT-07 podría llegar a tener más éxito que la propia naked.
Ha sido sin duda una de las protagonistas absolutas del segmento, y en cierto modo han marcado una pauta que otras marcas han tomado de referencia. Pero en 2025, la competencia en el segmento trail poco tiene que ver con la que tenían antes de la pandemia, con muchísimas opciones de 21 pulgadas, cargadas de electrónica e incluso más potentes, provenientes en muchos casos de la fábrica del mundo: China.
Con tal competencia pisándole los talones –y las normativas de emisiones tocando las narices–, la filosofía de Yamaha del menos es más está llegando al límite, o al menos eso parece, viéndose forzados por el mercado a empezar a integrar soluciones electrónicas en la T7.
A pesar de ello, y de que mantienen una línea aún espartana en su desarrollo respecto a la competencia, han refinado su trail en puntos que serán clave en su futuro próximo, sumando una nueva vertiente Rally más campera para los más exigentes.
Para comprobar si esta nueva generación de la Yamaha Ténéré goza de argumentos suficientes para seguir liderando el segmento, hemos viajado hasta Marruecos, donde se celebró su presentación internacional y pudimos probarla bien a fondo.
Equipamiento
- Casco: Acerbis STEEL CARBON
- Camiseta: Acerbis JERSEY MX J-TRACK INC
- Pantalón: Acerbis MX TRACK INC
- Chaleco: Acerbis SOFTSHELL MX LINEAR
- Guantes: Acerbis CE ZERO DEGREE 3.0
- Botas: Acerbis ARTIGLIO
- Mochila: Acerbis Senter Backpack
- Rodilleras: Acerbis Gorilla
- Peto: Acerbis X-FIT FUTURE LEVEL 2
Consulta todo el equipamiento en la web oficial de Acerbis
Opinión
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Video-prueba de la Yamaha Ténéré 2025
Ergonomía de la Yamaha Ténéré 700 2025
Si algo funciona, no lo toques. Esa ha sido en parte la filosofía de Yamaha con esta nueva generación de su Ténéré. Sin duda el diseño “dakariano” es uno de los principales atractivos de la moto, así que han sido exquisitamente hábiles con esta nueva versión para mantener su esencia intacta, pero darle este toque renovado simplemente cambiando pequeños detalles.
Algo que valoro muy positivamente como diseñador, es cómo envejece visualmente un diseño y la habilidad de una marca para mantenerlo vigente. En ese punto, un 10 para Yamaha y punto positivo para todos aquellos que tengan una anterior, pues mantendrán un valor de reventa más alto.
Al subirme a la versión estándar me doy cuenta de que sus 875mm es una altura considerable. Cierto es que mi accesibilidad limitada al suelo –con mi metro setenta de estatura– viene marcada también por un asiento tipo rally de perfil cuadrado, que si bien es relativamente estrecho para ser una trail, hace que llegue al suelo de puntillas.
Reconozco que una vez en marcha la moto resulta súper familiar y manejable. Sin duda los japoneses saben hacer buenas motos y prueba de ello es la seguridad que te transmite desde primera instancia.
No es una moto touring propiamente dicha, pero la protección aerodinámica cumple decentemente. Destaca sobre todo lo bien trabajada que está la carrocería al tener mucha continuidad en la zona de las piernas, gracias en parte al nuevo depósito. Mención especial también a las estriberas, que si quitas sus gomas, son perfectas para su uso offroad, de lo mejorcito que viene de serie me atrevería a decir.
Destacan las nuevas piñas de mandos, muy cómodas e intuitivas de manejar, y el display digital de 6 pulgadas, que sin ser el más luminoso del mundo, tiene un diseño muy legible, bueno, dos diseños para ser precisos.
Punto a favor también a la usabilidad, que mejora enormemente por un acceso más directo a los ajustes de la moto, tanto desde las piñas como por haber recuperado el icónico botón a la izquierda del display, que nos desactiva el ABS según lo tengamos configurado –solo trasero o ambos–.
Así va el renovado motor CP2
La verdad es que no hacen falta muchos kilómetros para hacerse a ella, pero no solo por maniobrabilidad, sino también por un tacto del motor exquisito. Era uno de los factores que quería probar bien, para comprobar si serían capaces de conseguir un comportamiento tan bueno como en la anterior con el nuevo acelerador electrónico.
Vale, no es el más potente, pero en campo eso pasa a segundo plano. La naturalidad con la que puedes acometer cualquier trazado, quitando directamente todas las ayudas, es realmente sorprendente. Han incluido dos modos de potencia en esta edición, y se nota bastante el cambio de uno a otro, aunque realmente en mi caso me quedaría todo el rato en el modo sport, salvo que quisieras ahorrar combustible o el terreno en campo estuviera muy complicado.
Evidentemente podrías echar en falta algo de potencia, pero en mi opinión lo notarás más bien en carretera y sobre todo si vienes de motos con mayores prestaciones. Al final deberás ser consciente de lo que ganas –como tracción, control y facilidad de uso en campo– frente a esa falta de “patada” si buscas algo más radical.
Eso sí, la relación de marchas es muy correcta, la primera y segunda muy aprovechable en campo y una sexta larga que da mucho de sí en autopistas. El cambio de marchas se acciona de forma muy precisa y con buen tacto. Quizá el embrague tiene el recorrido algo corto –al menos en la unidad que probé– y tuve que acostumbrarme un poco a él para tener buen tacto.
Y por redondear el pack, lo estaría bien es contar con control de crucero, teniendo ya el acelerador electrónico y habiendo hecho piñas nuevas ¿por qué no?.
Parte ciclo de la Ténéré estándar
Ojeando un poco la ficha técnica, te das cuenta de que la parte ciclo recibe un cambio significativo, al menos en la versión estándar. Después de varios años la horquilla por fin tiene regulación completa, tanto de precarga como de hidráulicos.
La Ténéré siempre ha dado aspecto de “moto Dakariana todoterreno” pero es ahora cuando tienes una base más sólida con la que trabajar. El ajuste de serie sigue siendo algo seco para mi gusto en hidráulicos, mientras que el muelle puede que se te resulte blando si tienes cierto peso.
En mi caso reconozco que no hice tope en ningún caso, al menos con mis 67 kilitos, pero compañeros más altos sí que acusaban un poco ese problema en ciertas ocasiones. Lo que sí sigo echando en falta es el amortiguador de dirección, que en motos con tanto peso en el tren delantero es una ayuda importante. Pero insisto, creo que es una mejor base con la que debes trabajar tu ajuste, o si eres muy exigente, llevar a hacer la suspensión a tu gusto pero usando la base de serie.
Eso sí, la T7 sigue siendo de las motos con las que más me divierto, a pesar de no tener un tacto premium en las suspensiones, las geometrías están muy bien conseguidas y te transmite mucha confianza en todo momento.
Con lo que respecta a los frenos, ninguna queja. La leva delantera tiene un recorrido algo corto, pero rápidamente te acostumbras y puedes dosificar la frenada sin problema, incluso desactivando el ABS en campo. El trasero me dio también buenas sensaciones, con muy buen tacto en todo momento.
Para los más exigentes: Ténéré 700 Rally
Después de varias horas probando el modelo estándar –y de recargar pilas a la sombra con un tayín de pollo y una CocaCola bien fría–, le tocaba el turno a la versión Rally.
Tenía mucha curiosidad en probar esta versión, por las buenas sensaciones que me llevé de la anterior Extreme. Realmente podríamos decir que es la misma moto, los componentes son exactamente iguales en cuanto a suspensiones se refiere, salvando algún ligero ajuste de setting. Simplemente es que han decidido reorganizar la gama y quedarse con “Estándar y Rally”.
Ergonómicamente no hay grandes diferencias respecto a la estándar, salvando evidentemente que vas a llegar peor al suelo. En mi caso con 1,71 ya hay que tirar un poco de habilidad para pararse. Aunque es algo a lo que estoy acostumbrado así que no lo veo un problema grave.
Cabe destacar que decidieron equiparlas con unos Michelin Anakee Wild, mucho más adecuados para campo que los Pirelli Scorpion Rally STR que traen de serie, por tanto las sensaciones a bordo cambiaban enormemente.
En cualquier caso, centrándonos en las diferencias, realmente la suspensión funcionaba mucho mejor. Llevas mejor equipo –aunque también eché en falta hacer pequeños ajustes en hidráulicos– y con mayor recorrido, por tanto la sensación de seguridad y confianza se incrementan. Básicamente, notas que tienes más margen para exigirle a la moto o pasar por terrenos más complicados, aunque solo sean 2 cm de recorrido extra.
Por lo demás, un tacto y ergonomía bastante similar a la estándar, incluso con las estriberas, que cambian de material pero no de superficie.
Para acabar el día vivimos una pequeña aventura que tardaremos en olvidar, causada por un inesperado río que apareció de la nada –probablemente abrieron una presa de agua– que literalmente nos iba acorralando mientras encontrábamos una salida para reengancharnos al track. Os invito a verlo en nuestra vídeoprueba en YouTube.
Conclusiones y opinión sobre la Ténéré 2025
Si personalmente tuviera que elegir cuál es la clave principal de la moto, te diré que es su diseño. A mí me parece de lo mejor del mercado y argumento esencial de su éxito. Pero obviando gustos, técnicamente su fuerte era y sigue siendo justo lo contrario al resto de la competencia, ser sencilla.
Ahora bien, empiezo a dudar de si, a futuro, la estrategia de Yamaha con su T7 es sostenible, sobre todo si atendemos a los acontecimientos de los últimos dos años en los que ha habido un desembarco de nuevos modelos chinos sin precedentes. Modelos que han hecho justo lo que hizo Yamaha cuando lanzó su Ténéré: romper el mercado a precios descaradamente inferiores al resto.
En ese punto, y dado que han tendido a equipar cada vez más su T7 y elevar su precio –obligados por las normativas o no–, es en el que me preocuparía que los usuarios puedan empezar a mirar hacia otro lado. Creo que la evolución a corto-medio plazo del mercado puede hacer que Yamaha se vea obligada a replantear ese concepto de simplicidad en favor de más potencia y tecnología, como ofrecen otras japonesas o europeas.
Insisto, a día de hoy, es una trail ideal para campo y sigo pensando que no le hace falta más, solo creo que estamos ante un momento de cambios importantes que pueden obligar a los japoneses a mover ficha.
Mientras tanto, me quedo con las buenas sensaciones. La Ténéré es una moto que siempre me hace disfrutar, desde la primera edición que presentaron y en cada ocasión que he tenido oportunidad de volver a subirme a ella, al igual que en ésta, así ha sido.





































































































































































