Si alguna vez has pensado que podrías librarte de un control de alcoholemia alegando que tienes asma o cualquier otra afección que te impida soplar… tenemos noticias para ti: la Guardia Civil puede medir tu tasa de alcohol sin necesidad de que soples en el etilómetro.
El truco está en el etilómetro de aproximación, un dispositivo que permite realizar pruebas de alcoholemia de manera pasiva, sin necesidad de contacto ni de boquilla. La DGT lleva ya un tiempo utilizándolo, aunque su uso es más habitual en situaciones excepcionales, como cuando un conductor está herido, inconsciente o realmente no puede soplar por razones médicas.
Pero, ¿cómo funciona este sistema y qué pasa si da positivo?
Un alcoholímetro sin contacto que detecta el aire exhalado
El etilómetro de aproximación es un dispositivo portátil que los agentes de tráfico acercan a la cara del conductor mientras este habla. Solo con el aire exhalado al hablar, el aparato puede detectar la presencia de alcohol y ofrecer un resultado aproximado. No es necesario soplar ni hacer ningún esfuerzo: basta con responder a unas preguntas con el dispositivo cerca de la boca.
Si la medición indica 0,0, el control termina en ese momento. En cambio, si detecta presencia de alcohol, el protocolo sigue con una prueba convencional con boquilla o, en su defecto, una analítica de sangre en un hospital.
Y si alguien piensa en negarse a todo el procedimiento, ojo: los agentes pueden informar a la autoridad judicial, lo que puede acarrear la máxima sanción por alcoholemia.
¿Desde cuándo se usa y por qué?
La Guardia Civil lleva unos dos o tres años utilizando este método en controles de alcoholemia. Su principal ventaja es que permite realizar pruebas de manera rápida y sin contacto, facilitando la labor de los agentes y evitando excusas médicas falsas.
Aun así, hay que tener claro que el método más fiable sigue siendo el análisis de sangre, ya que mide directamente la concentración de alcohol en el torrente sanguíneo y es el único 100% válido en procedimientos judiciales.
¿Se endurecerán los límites de alcoholemia en 2025?
Más allá de la tecnología de control, la DGT también está ultimando una reforma para reducir los límites de alcohol permitido en los conductores. Actualmente, el máximo permitido es de 0,25 mg/l en aire espirado para conductores en general y 0,15 mg/l para noveles y profesionales.
Sin embargo, la nueva normativa, que entrará en vigor en 2025, propone una reducción drástica para todos los conductores:
- 0,10 mg/l en aire espirado
- 0,20 g/l en sangre
Esta medida responde al preocupante dato de que el alcohol sigue siendo la segunda causa de siniestros viales en España.
Conclusión: no te la juegues
La tecnología avanza y las excusas se acaban. Con el etilómetro de aproximación la Guardia Civil puede detectar alcohol en un conductor sin que este tenga que soplar, y si el resultado es positivo, el proceso seguirá su curso. Además, las sanciones podrían endurecerse pronto con la nueva legislación.
Así que, ya lo sabes: si bebes, no conduzcas. No hay excusas que valgan.








