Antes de la llegada del nuevo reglamento en 2027
La GP Comission ha anunciado que los motores en MotoGP estarán congelados para 2026. Es decir, las fábricas deberán utilizar los diseños de los motores desarrollados para 2025. Según la organización, el objetivo de esta especificación tiene el fin de controlar los costes y mantener el nivel de competitividad lo más equilibrado posible antes de que MotoGP introduzca el nuevo reglamento técnico para 2027.
De esta forma, durante los próximos dos años las fábricas podrán focalizarse más en las novedades para 2027, ya sea en ultimar el motor de 850cc o en la aerodinámica reducida. Sin embargo, la evolución técnica de 2025 a 2026 no será tan notoria como en los últimos años.
No obstante, la GP Comission ha especificado excepciones a estos motores congelados. Las fábricas podrán tratar sus propulsores «por motivos de seguridad o fiabilidad, y para cualquier fabricante en el rango de concesión D», ha explicado la organización a través de un comunicado. Es decir, en caso de problemas técnicos de fiabilidad y en las marcas que se encuentren en la última categoría de las concesiones, que hasta la fecha son Honda y Yamaha.
También se matiza que aquellas fábricas que se encuentren en el rango de concesiones D y escalen peldaños durante las dos ventanas al año no podrán seguir desarrollando sus motores.
