Jorge Martínez "Aspar" (29/8/1962) ha cerrado el círculo: además de su exitosa e histórica trayectoria, primero como piloto y después como Team Manager, en este 2024 ha puesto la guinda al 'Universo Aspar' con la inauguración de un complejo único del mundo del motor, que pretende convertirse en la primera academia global del mundo del motociclismo.
Desde el museo del nuevo Aspar Circuit (inaugurado el pasado 21 de mayo), Jorge Martínez "Aspar" atiende a MOTORBIKE MAGAZINE para repasar una trayectoria que como piloto le coronó cuatro veces Campeón del Mundo (tres de 80cc y una de 125cc), antes de fundar su propio equipo y ganar aún más títulos mundiales y de poner una nueva piedra para formar a futuros talentos del mundo del motociclismo.
Pregunta: Lo primero de todo: enhorabuena por este nuevo proyecto que acaba de ver la luz. ¿Qué es el Aspar Circuit?
Respuesta: Muchísimas gracias por estar aquí. Como podéis entender, para mí esto es la culminación de nada menos que 45 años desde que debuté como piloto aquí en precisamente en Guadassuar. ¿Y qué es? Pues es un complejo en el que tenemos cuatro circuitos: un circuito de karts, un circuito de tierra -de flat track-, hay un circuito grande y hay un circuito escuela. Un circuito de tecnificación también para para mejorar a los pilotos de cualquier edad, incluso a los pilotos del Mundial. Y dentro de todo el complejo también tenemos las instalaciones del Aspar Team, donde están todos los equipos. La escuela de mecánicos, donde tendrá una una base, cafetería, restaurante chillout, oficinas, sala de briefings... Donde se podrá también hacer eventos, presentaciones de motos, de coches... Un poco de todo. Es un complejo global para el mundo del motor.
P: Después de todos los títulos que has conseguido, de ser nombrado Leyenda de MotoGP, de ser nombrado este año también leyenda del Circuit Ricardo Tormo... ¿Dónde podemos ubicar en el ranking de sueños cumplidos este círculo que cierras aquí?
R: La verdad es que este lo podemos poner en lo más alto, porque cuando yo era un niño, lo que quería era a correr en moto. Afortunadamente, me fue muy bien y muy rápido. Fui Campeón del Mundo, luego creé el equipo y también hemos sido Campeones del Mundo, en 2014 la FIM me hizo Leyenda, en 2019 Dorna me hizo Leyenda de MotoGP, este año el Circuit Ricardo Tormo me ha nombrado leyenda y esto es un poco la culminación. Le estamos llamando el 'universo Aspar', donde tienes por una parte, los circuitos, las escuelas de formación, de seguridad vial, de niños que quieren correr en moto, la escuela de mecánicos de competición, todos los equipos que tenemos actualmente... Es unificar todo un proyecto global, que hemos estado viendo y no existe un proyecto en motociclismo. Al igual que existe la Academia de Rafa Nadal o las del Valencia, el Real Madrid o del Barcelona en fútbol, o en otros deportes. En motociclismo no existía una academia como tal y esto es para mí una satisfacción brutal.
P: Luego hablaremos de cantera y de cómo has cerrado también ese ese círculo. Pero quiero hablar también un poco del Jorge piloto y del Jorge manager. Pero antes de eso, vamos a aclarar una cosa, porque hay mucha gente que lo sabe y otra mucha que no: Aspar no es tu segundo apellido...
R: No, no, no. (Risas) Además está en el Trivial. Y desde aquí lo digo, porque muchos caen y casi todos pican con el "Aspar". "Aspar" viene de familia; mi abuelo era alpargatero. Hacía mesas, sillas y zapatos de esparto de aquella época. Entonces, a mi familia se le conocía como la familia de los espardenyers, en valenciano. Y entonces a mí me cortaron el nombre y se quedó en Aspar, y empecé ya desde principio con ese nombre. Aunque fuera de España se me conoce más como Martínez, no tanto como "Aspar", pero en España sí.
P: ¿Y cuándo le pica el gusanillo al nieto de los Espardenyers para ser piloto de motos?
R: Bueno, primero empecé a ir en bicicleta con 8, 9, 10 añitos a las carreras que había por aquí por la zona de la zona donde estamos, en la Ribera. Es una zona muy motera: en Cullera, en Guadassuar, en Carcagente, en Alcudia, Algemesí... En todos los pueblos de alrededor se hacían carreras en aquella época, en los años 70.
Entonces yo me cogía la bicicleta y me escapaba ver las carreras. Luego, afortunadamente en Alcira estaban los hermanos Calafat, mi hermano Vicente, que también corría, Adrián Campos, que creó una escudería de motos de las mejores de España... Entonces, ya me involucre en esa en esa escudería con 13-14 años y me llevaban de "machaca", a limpiar las motos. Y nada más pude, me puse a correr en moto, pero toda mi vida está alrededor de las motos.
P: Fue como un poco como un don innato, porque a las primeras de cambio ya llegaron resultados...
R: Sí, sí, la verdad es que desde el año 79, ya en mi primera carrera hice podio en Guadassuar y a partir de ahí, hice la Copa Streaker, ya empecé a correr por todos los pueblos por aquí, ganando carreras. Y fue todo realmente muy, muy rápido. El año '80 fue un poquito más complicado porque pasé de la Copa Streaker a que al año siguiente no tenía deberíamos un objetivo claro de cambiar de categoría. Corría en 250cc, en 125cc, en 80cc... En lo que me iban dejando. Fue un poco el año de transición, pero en el '81 ya es donde Ricardo Tormo me deja la 50cc y la 125cc, y ya fui Campeón de España de 50cc, subcampeón de España de 125cc y ahí sí que ya todo empezó a ir como una bala.
P: Me has hablado de mucha gente que que participó en tus inicios, que fue clave, entre ellos Ricardo Tormo. Me gustaría que mencionases un poco esa figura, ¿qué supuso para ti?
R: Supuso mucho. Es como cuando ahora hablamos de que cualquier niño de China o Estados Unidos, vienen aquí y están rodando con los mejores del mundo. Y yo tuve la gran suerte en aquel momento de que me encantaban las motos, quería ser piloto y mis referentes eran Ricardo Tormo y Ángel Nieto, que eran Campeones del Mundo. Si yo iba con ellos, es que era muy bueno. Afortunadamente, Salvador Gascón -presidente del Motoclub Cullera y de la Federación Valenciana en aquellos años- habló con Ricardo para que me ayudara, para que me dejara la segunda moto.
Ricardo como piloto era rapidísimo, quizá demasiado técnico. Estaba todo el día queriendo mejorar la moto técnicamente. Evidentemente, en aquellos años no había telemetría y no se podían comparar los datos, era todo 'prueba-error' continuamente. Ricardo era todo corazón y era una persona que se volcaba en ayudar a todo el mundo.
P: Y también has hablado de Ángel Nieto. Te pregunto por él desde dos perspectivas, la de rival y la de amigo. Un cambio importante, ¿no?
R: Sí, sí, mucho, mucho. Se me ponen los pelos de punta. Uno de los muchos privilegios que tengo es haber corrido, como digo, en blanco y negro, con Ángel Nieto, con Lazzarini, con Dörflinger, con Gresini... con pilotos Campeones del Mundo de aquellos años. Recuerdo haber corrido con Ángel en el '81 y él me hizo una de las suyas: se quedó agachado frenando y yo esperaba que se levantara. No se levantó y yo me di una... corriendo por el pueblo de Jerez, por MercaJerez. Y vino y encima me echó la bronca: '¡Niño, no vayas así, que te vas a hacer daño!'.
Con Ángel aprendí muchísimo. Era muy diferente a Ricardo; Ricardo era todo corazón y todo pasión, y Ángel era un piloto más inteligente a la hora de saberse rodear y de tener lo mejor a su alrededor. Me ayudó muchísimo; en la etapa de piloto no, ahí tuvimos bastantes enganchadas, pero luego sí. Tengo la suerte de que fui Campeón del Mundo en el '86, el año en el que año se retiró, y luego en el '96 Valentino Rossi ganó su primera carrera y en el '97, cuando ganó su primer Mundial, me retiré. Como digo, el blanco y negro y el color, con dos de los más grandes de la historia.
P: ¿Cómo es ese cambio de la rivalidad a la amistad con Ángel?
R: Yo creo que ocurre. Cuando eres piloto, es una rivalidad de agresividad; tú quieres ganar, yo quiero ganar, y sólo gana uno. Cuando son ganadores, eso es así, es ley de vida. Cuando pasa la parte piloto, que el otro se ha retirado, él ya ha aceptado que se ha retirado y tú sigues como piloto, la manera de hablar y de comportarse cambia por completo. Incluso ya empieza a darte consejos, a ayudarte, a decirte cosas... Tengo el gran privilegio de sentirme parte de la familia de Ángel, de Gelete, de Pablo, de Fonsi, de Pepa, de Belinda... He vivido en su casa, sus hijos han vivido en la mía y hubo una convivencia muy de familia.
P: Comentabas ese motociclismo en blanco y negro. Has vivido claro una evolución tremenda desde que tú empezaste. ¿En algún momento se añora ese motociclismo 'romántico' de los '70, los '80...?
R: Sí, sí, sí. No cabe duda. Ahora hay que destacar la fiabilidad de las motos y la seguridad de los circuitos, de los cascos, de los monos, de los airbags... Eso es tecnología y es una grandísima evolución. Pero al mismo tiempo, ahora ves a diez pilotos en medio segundo en cualquier categoría, y eso antes no existía. ¿Por qué? Porque no había toda esa información. Es así de fácil. En los 80 no había telemetría y en los 90 sí, y cuando me retiré estuve dos años -1998 y 1999- haciendo de probador de Aprilia en 500cc y ahí tecnológicamente me puse mucho más al día.
Pero si ahora cogieses a los pilotos que hay, los llevases a un circuito donde nunca han corrido y les quitases la telemetría y tuviesen que poner la moto a punto, entonces veríamos unas diferencias mucho mayores, entre pilotos. Pero es ley de vida, es la evolución. Y creo que Dorna ha hecho un trabajo espectacular desde un punto de vista de seguridad en los circuitos, en los pilotos, en los médicos... En todo.
P: En tu caso, vives tres años mágicos. Al principio fue todo muy rodado y en el '86 llega el primer título, en el '87 el segundo y pones la guinda en el '88 con doblete en una misma temporada. ¿Cómo se asimila? En esos momentos uno se tiene que sentir invencible...
R: No, pero es verdad que desde el año '79 hasta el '90, fueron 11 años brutales, aunque en el '89 tuve algunas lesiones y y demás, pero yo diría que fueron años bestiales. Tal vez me hubiese encantado poderlo saborear un poco más. Fue todo demasiado deprisa. Cuando ganas tanto y las cosas salen tan bien, a veces esas cosas no se acaban de saborear o de vivir. La verdad es que mirar hacia atrás es muy bonito, y también es muy fácil ver dónde me equivoqué, porque me equivoqué en bastantes decisiones luego. Pero es parte de la vida, yo creo que lo importante al final es disfrutar, vivir y aprender de los errores y de las caídas.
P: Los años siguientes fueron más difíciles. ¿Esos fueron los que te hicieron valorar realmente todo lo que habías conseguido?
R: Sí, y el haber tomado decisiones que tal vez no tenía que haber tomado. Pero bueno, al final, lo que hay que hacer es poner en la balanza toda la historia y todo lo que uno ha vivido. Evidentemente, como digo, ahora tomar una decisión de lo que va a pasar el año que viene, pues es fácil decir "Voy a hacer esto". ¿Y realmente es lo acertado? Pues lo sabremos luego. Como digo, en este momento, poner sobre la balanza global del pasado de Jorge Martínez como piloto, yo la doy como excelente, aun con algunos matices que tal vez tenía que haber hecho diferentes.
P: Fuiste el rey de las de las categorías pequeñas en esos años en los que fuiste campeón. Estuviste un año en 250cc, pero no sé si te quedó un poco la espina de haber hecho más carrera en categorías superiores.
R: Sí, no cabe duda. Es una de las cosas que digo que podríamos haber hecho diferentes. Tuve una oferta de Honda y de Yamaha oficial de 250cc. La de Honda era con el equipo de Ángel Nieto y Don Andreu Rabasa, de Derbi, que en gloria esté, le prohibió rotundamente que me tocara. Por lo tanto, esa esa opción se me fue.
Y luego con la de Yamaha, estaba con Marlboro y demás, y yo estaba con Ducados. En fin, como digo, es muy fácil mirar hacia atrás ahora que se podía haber hecho diferente. Pero sí que hubiese encantado tener una moto oficial en 250cc y haber luchado de tú a tú contra Carlos Lavado, Martin Wimmer o los pilotos de aquella época de 250cc.
P: ¿Cómo se forja también la la aventura de ser el propietario y piloto al mismo tiempo? Eso tendrá sus ventajas, pero también sus desventajas...
R: Sí, es lo que estaba comentando. Yo pasé de ser piloto a ser piloto, propietario, buscar sponsors, crear el equipo... Como digo, mirar hacia atrás es fácil y ver que cometí errores. En el año 92, cuando hicimos el equipo, busqué fichar a los mejores e hice cosas que, evidentemente, no era así. Luego tuve que desmontar parte de esa estructura y crear otra estructura. A partir de ahí, ya tuve algunos problemas también de patrocinadores. Al final, hay que tener toda la información para poder opinar o poder decir todo lo que ocurrió del '92 al 94'.
En el '94 con Yamaha Cepsa ganamos en Argentina, estuvimos luchando e hicimos bastantes podios, y volví a estar otra vez a estar arriba. La moto iba, pero no corría nada. Ahora, a veces se quejan los pilotos cuando faltan 3, 4 o 5 kilómetros, y en aquella me metían entre 25-28 km/h en la recta. La diferencia era muy grande con las Honda o las Aprilia.
Intenté alargar la carrera deportiva lo que pude como piloto, y tal vez podía haber estado algún año más. Pero cuando vi llegar a Valentino Rossi, que se pintaba el pelo, que subía la moto con una muñeca... Hacía muchas cosas. Además, me di cuenta de que yo ponía la Aprilia a punto en invierno, y luego Aprilia decidía a quién le daba los mejores cilindros y los mejores escapes. Cambió bastantes cosas. Mi moto iba bien, yo era un piloto de fábrica, pero probador, y luego ahí a Valentino, en ese caso, le daban lo mejor.
Entonces, todo eso me hizo pensar y dije: 'Oye, mira, el equipo ya funciona, bájate y empiezas a potenciar el equipo con otros pilotos'
P: Compaginar ambos roles supongo que complicó tus últimos años de piloto, pero al mismo tiempo allanó el camino de después...
R: Correcto. La parte negativa es que, como piloto, tal vez yo me sacrifiqué y no estaba al cien por cien en lo que tenía que estar. Pero al mismo tiempo, el día que yo me bajo de la moto tenía ya mi estructura, a partir de ahí ya pude empezar a continuar en este caso con mi propio equipo.
P: Perteneces a una generación de mánagers que también estabais en el paddock, que habíais sido pilotos. Hablo de Sito Pons, de Fausto Gresini -que en paz descanse-, que Lucio Cecchinello, que también fue mánager antes incluso de retirarse... Era otra época, ¿no? Otra forma de vivirlo.
R: Quedamos muy pocos. Y ahora los pilotos, por ejemplo Jorge Lorenzo o algún otro, se bajan y conviven, pero no se involucran al cien por cien. Y a mí me encantaría que pilotos de la talla de un Lorenzo o de un Pedrosa, que en su caso sí está haciendo de probador, haciendo alguna carrera y comentando... Que los pilotos del Mundial que han sido importantes, que se mojen o se pongan a devolverle al motociclismo lo que el motociclismo les ha dado a ellos.
P: Hacerlo desde el lado de Team Manager, supongo que se disfruta, pero también envuelve muchos quebraderos de cabeza, ¿no?
R: Te puedo asegurar que muchísimo más, muchísimo más que la de piloto. Cuando eres piloto, de alguna manera, tú eres la la estrella y trabajan todos para ti . Tú te tienes que dedicar a estar bien a físicamente, a cuidarte y a ser bueno, y luego tienes un equipo que trabaja para ti. Cuando pasas a ser, en este caso, propietario del equipo o parte de es al revés, empiezas a trabajar tú para los demás y tienes que darle las herramientas a los demás para que los demás ganen. Y entonces es lo que te hace trabajar muchísimas más horas y dormir muchísimo menos.
P: Estuvisteis chutando al palo durante muchos años, tanto en 125cc como en 250cc, hasta que Álvaro Bautista rompió ese techo ganando ese primer título en 2006 y luego ganasteis cuatro de los seis últimos títulos de la época de 125cc. ¿Cómo se vivieron esos años de saborear lo que llevabais tanto buscando?
R: Bueno, lo que pasa es que a veces, lo que para otro equipo a lo mejor serían grandes resultados, para nosotros no lo eran. Estábamos ganando Grandes Premios y haciendo podios, pero no teníamos el título. Es verdad que la llegada de Álvaro fue imprevista. Nosotros ya teníamos el equipo montado con tres pilotos: Pasini, Gadea y Faubel, y era final de año. Y entonces hablé con Gigi Dall'Igna para decirle que Álvaro estaba sin moto y que era un grandísimo piloto. Ya habíamos hablado anteriormente con él, pero no habíamos podido ficharle, y en ese momento él estaba sin moto.
Creo que en ese momento fue una apuesta un poco arriesgada, porque ya teníamos la estructura hecha. Entonces Aprilia nos apoyó, nos ayudó a que tuviéramos nada menos que cuatro motos en pista. Álvaro hizo el año de su vida en 125cc y fue brutal, porque hubo carreras como Montmeló o Turquía en las que los tres primeros eran del equipo.
P: La escalera del Aspar Team llegó a MotoGP, pero cuando terminó esa andadura -después de nueve años- hubo como un cambio de rumbo en el proyecto. Ahí pensasteis en ir por la base, por la cantera, en ese proyecto junto a Nico Terol. No sé si crees que es una de las decisiones más acertadas que has tomado...
R: Pues no fue nada fácil, te lo puedo asegurar. Dejamos la categoría de MotoGP después de nueve temporadas, y cuando tomamos la decisión de abandonar MotoGP, pensamos en potenciar la base. Recuerdo que con Gino Borsoi nos peleábamos muchísimo, porque él era más de 'No, centrémonos en una sola cosa y hagámoslo bien, y no diversifiquemos el dinero, que no hay para todo'. Y yo decía que no, que había que apostar por el futuro, ir a hablar con los patrocinadores y decir que estamos potenciando la escuela.
Yo creo que eso fue un grandísimo acierto, porque nada menos que ese primer año vi a Ortolá, fui a la escuela KSB y dije 'Ese niño me gusta'. Después llegaron Dani Holgado, Izan Guevara, David Alonso... En fin, toda la cantera que tenemos hoy viene de toda esa base. Fue una de esas decisiones de ir contracorriente en su momento, realmente no era fácil, pero estoy muy, muy orgulloso de haber tomado aquella decisión.
P: Sembrar hasta el punto de que gran parte de de la parrilla del Mundial, un porcentaje que creo supera el 30% de las tres categorías ha pasado en algún momento por las filas del Aspar Team...
R: Sí, el 32% del MotoGP actual, el 38% de Moto2 y el 26 de Moto3 han pasado por el Aspar Team. Es una barbaridad. La verdad es que a veces me quedo sorprendido. Pero bueno, yo creo que eso quiere decir que tenemos buen ojo con los pilotos.
P: Hablábamos antes de ese capítulo de MotoGP. ¿Es un capítulo que está cerrado o que en algún momento te gustaría retomar?
R: Hombre, ¿a quién no le gustaría volver a MotoGP? No cabe duda. Pero ahora en ese momento es imposible, porque estamos centrados en las escuelas, con los equipos, con el circuito... Con tantas y tantas cosas que es imposible. Ojalá en el 2027 pudiese ser, pero siempre sería de la mano de Dorna, que de momento no es viable. Y luego, evidentemente, de la mano de un fabricante.
A mí me hubiese encantado que el MotoGP de 2018, cuando nos fuimos, fuese el actual, porque ahora puedes ver a equipos privados como el de Gresini o el de Pramac que lleva la moto oficial. Y hay otros equipos con motos satélites que se puede ver que hay muchísima más igualdad. Nosotros hicimos grandes resultados con Álvaro, que en alguna carrera se peleaba con Lorenzo e incluso con Márquez y le ganó en Mugello con una moto privada, pero las diferencias eran mucho mayores que las de ahora.
P: ¿Apostaréis si se abre esa rendija o es algo que tampoco te obsesiona?
R: No, en absoluto me obsesiona. Creo que estamos más que orgullosos y satisfechos del gran proyecto que tenemos, de la escuela, de la base, de fomentar niños de cualquier lugar del mundo y de tener nada menos que siete equipos que tenemos de competición, que es una barbaridad.
Y si hubiese la posibilidad de futuro, pues me encantaría. Tengo una relación excelente con Carmelo Ezpeleta, con toda su gente y con Dorna, tengo una relación excelente con los fabricantes, pero en absoluto pasa en este momento por mi cabeza.
P: Te voy a pedir un juego un poco difícil: construye al piloto perfecto dentro de todos los que han pasado por el Aspar Team. Por ejemplo, te te digo varios atributos: don innato, velocidad.
R: Han pasado muchos. Si sólo miras el don, es una cosa. He tenido pilotos increíbles como Ángel Rodríguez o como Mateo Túnez, como Héctor Barberá, como Jorge Martín, como Izan Guevara... Es todo explosión y todo talento, todo rapidez.
P: Trabajo incansable o testarudo a la hora de conseguir sus objetivos.
R: Pues destacaría, sin lugar a dudas, a Nico Terol. Yo creo que es uno de los que le tengo una admiración como piloto y como persona, por cómo es: lo buena persona que es y lo gran piloto que fue, y sobre todo trabajador.
Gestión de carrera.
Eso ya es más complicado. El talento, el trabajo... y además, gestionar. Lo que es muy difícil es eso, pensar encima de la moto. Yo diría que Pecco Bagnaia es un piloto muy completo, y destacaría a David Alonso; con lo joven que es, a veces me deja sorprendido cuando se baja de la moto, cómo te cuenta 'En tal curva pasó esto, en esta recta estaba pensando esto...'. Es uno de los pilotos más completos de los que he tenido.
Y la última: frenada
Álvaro bautista es un piloto que frenaba muy, muy tarde y muy bien. Y también creo que en uno de los pilotos que destacaba mucho en frenada era yo. Tal vez me obsesionaba demasiado con las frenadas. Pero yo diría que tal vez Álvaro bautista es uno de los pilotos que frenaba muy tarde y muy bien
P: Me gusta cerrar las entrevistas con la misma pregunta: ¿qué sueño le queda por cumplir a Jorge Martínez Aspar?
R: Ahora, al cien por cien, potenciar el proyecto global que tenemos. Creo que el 2024 está siendo un año brutal, deportivamente. Tenemos siete equipos, estamos delante en el FIM JuniorGP, en la European Talent Cup, en Moto4 -Campeonato de España-, en Moto3, en MotoE... Nos falta en Moto2 terminar de dar ese puntito. Creo que acabar de dar estabilidad al proyecto global, con el circuito, las escuelas y los equipos, y a partir de ahí, con todo eso en marcha, nuestro objetivo no es otro que ser campeones en cualquiera de las categorías. Tenemos títulos en casi todas las categorías menos en MotoGP y Moto2 es el puntito que nos queda por rematar; hemos ganado carreras, pero nos falta ese título.
P: A ti, particularmente, ¿cuánta gasolina te queda? Porque hemos hablado de los 45 años en el motociclismo, así que las bodas de oro están a la vuelta de la esquina...
R: (Risas) Bueno, yo digo que no tengo fecha. La fecha la pondrá la salud, Dios quiera que dentro de muchos años. Yo cuando me acuesto pido salud e ilusión para seguir trabajando en lo que me gusta. Me siento un privilegiado de hacer de mi hobby mi vida, de mi vida mi trabajo, y yo creo que eso es un privilegio increíble.
Aunque, evidentemente, cada día me cuesta trabajar más y dormir menos. Pero es lo que hay, es lo que afortunadamente he decidido poder hacer.
Jorge Martínez "Aspar" y el Aspar Team, en imágenes
© Aspar Team y Repsol Media









































































































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