A Pol Espargaró le ha tocado ejercer como sustituto en cinco Grandes Premios de la temporada, en todos ellos corriendo en las filas del KTM Tech3 para suplir la ausencia de Maverick Viñales. Y en todas esas citas, su desempeño y su velocidad han quedado fuera de toda duda: ha entrado directamente a la Q2 en cuatro de las cinco ocasiones, se ha asentado con contundencia en el top 10 y está acabando sistemáticamente por delante de dos pilotos de la marca como Brad Binder y Enea Bastianini.
Es por ello que Pedro Acosta reivindicó el nivel del piloto de Granollers cuando le preguntamos por él: «Hay gente que se tendría que replantear que Pol fuera piloto permanente del campeonato», dijo el murciano.
A Espargaró le preguntaron después por esas palabras de la punta de lanza de KTM. Pero para Polyccio no hay debate: «No, ya he contestado esto en otros circuitos», comenta, aunque valora lo dicho por su compañero de marca: «Agradezco mucho los halagos de Pedro; además, viniendo de él, que es un tipo muy rápido, es cojonudo que ponga en valor lo que estoy haciendo. Pero no, ya he dicho lo que pensaba de esta situación», zanjaba al respecto, sin querer entrar en más detalles.
Le preguntamos también por las evidentes diferencias físicas compitiendo ahora respecto a sus últimas carreras como piloto permanente, en 2023 recuperándose de la grave lesión que tuvo en Portimao: «Cuando volví en 2023 no era yo. No pilotaba bien. El problema es que en ese momento no era consciente de lo mal que estaba. Tenía movimientos en los que subía y bajaba el brazo, y no tenía nada de fuerza. Era un 10% de fuerza en comparación con el otro brazo, y no eres consciente de que eso te afecta tanto en el pilotaje como hasta ahora, que estoy pilotando otra vez y digo: "Qué bien me siento" Pero es que es así, no pasa nada, es lo que hay y es lo que me ha tocado vivir. Además, fue una cagada mía, un error aquí en Portimao, que tuvo ese desenlace volviendo en 2023 con malos resultados y todo lo que pasó», respondía a MOTORBIKE MAGAZINE.
Y sobre lo que supone competir ahora sin esa presión que requiere ser piloto permanente, añade que «evidentemente, ayuda. La presión es una mochila que pesa mucho y cuando tienes que hacer un resultado y una vuelta rápida, pesa y cuesta. Sobre todo, llevar esa mochila cada fin de semana, arrastrar malos resultados... Es evidente que es complicado y lo he vivido. Ahora no tengo esa mochila y si salen las cosas, bien; si no salen, también. Evidentemente, los resultados son fruto de esta liberación que tengo ahora».







