El ADN ganador de Pedro Acosta queda aún más patente en corrillos con la prensa como el de este domingo en Valencia. Tras acabar cuarto en la carrera y certificar ese mismo puesto en la general de MotoGP, el murciano era bastante claro a la hora de analizar tanto la última prueba del año como la temporada en sí, llegándolo a etiquetar «como un año perdido».
«La carrera de hoy era lo que nos esperábamos, sufrir al principio, más o menos bien a mitad de carrera y volver a sufrir al final», comenzaba diciendo. «Aquí en MotoGP no hay magia y hay que saber en qué posición estamos cada uno. La temporada ha sido un poco una pena, porque no hemos luchado por nada, ha sido como un año perdido en mi vida y es lo que es».
Acosta era muy claro al respecto: «Yo se lo dije a KTM el primer día que quise venir aquí, que no venía a por eso. He hecho un gran paso desde mitad de año hasta aquí para conseguir mucha consistencia y creo que sé leer mucho mejor las carreras y dónde está mi sitio, sé aguantar encima de la moto, porque antes me faltaba mucho y he tenido muchas caídas. Pero no, no es suficiente con optar a podio».
Aun así, considera que se está convirtiendo en un piloto más completo: «Creo que cada situación me está haciendo mejor, porque estoy viendo las carreras de otra manera. Antes hubiera tirado la moto y desde hace varios Grandes Premios, desde Indonesia, estoy haciendo buenos resultados, y estoy dentro del top 5, así que me estoy convirtiendo en mejor piloto para cuando llegue mi momento, y ese momento tiene que llegar».
Ha acabado el año mucho mejor de lo que esperaba: «Al principio de año, en la tercera carrera ya estaba pensando: "Madre de dios, qué largo va a ser este año". Y la verdad es que desde el verano hasta ahora se me ha pasado volando, así que hay que seguir con esta motivación. Me tengo que seguir centrando en ser mejor, porque como siempre digo el momento va a acabar llegando y tengo que estar preparado para que cuando llegue no fallemos».
«¿Qué ha faltado hoy? Una moto mejor»
Sobre esa evolución en su mentalidad y planteamiento que tuvo a mitad de año, reconoce que «me ha servido, porque he cometido pocos errores y los que he cometido han sido sobre todo en la Sprint. El 'cero' de Misano me hizo mucho daño, en lo que se refiere al campeonato y a los puntos, porque creo que podría haber acabado en tercera posición, a las malas cuarto como ya estaba, y lo que nos pasó en Motegi con el neumático trasero nos costó otros puntos. Estoy aprendiendo a leer muy bien las carreras y estoy aprendiendo a leer cuando no es mi día, aunque por desgracia parece que nunca es mi día, pero estoy ahí sacando la cabeza y la consistencia esta, si quieres luchar por el Mundial, la necesitas».
Y preguntado por qué le ha faltado para poder plantar cara este domingo a las Aprilia, respondía claro: «Una moto mejor. Al final, sabemos nuestras limitaciones, cada vez que me pongo detrás de alguien me sacan tiempo acelerando y no consigo traccionar, y así es muy difícil luchar una posición cuando llegas tan lejos a una frenada. Hay otros circuitos que tenían más agarre, como Hungría, salía pegado a la gente y es muy fácil tirarte, porque sueltas frenos y te tiras. Pero en un circuito tan corto y tan estrecho como Valencia, tener que lanzarme desde tan atrás... Por eso he perdido tanta vueltas con Alex, intentando estar pegado, pero siempre lo veía hasta en las pantallas, que cuando estaba pegado se me escapaba. Nunca es fácil tirarte estando veinte metros más atrás».







