Después de competir en el Campeonato del Mundo durante más de media vida, Pol Espargaró afronta ahora una nueva etapa como probador de KTM y como reportero en DAZN. Su vida ahora no gira en torno a la competición, aunque de una u otra forma sigue metido de lleno en el paddock en el que vivió durante 17 temporadas, las 10 últimas dentro de la categoría de MotoGP.
El piloto de Granollers ha ganado 15 carreras entre 125cc y Moto2, ha sido Campeón del Mundo de Moto2 en 2013 y ha sumado un total de 52 podios entre las tres categorías, los 8 últimos en MotoGP. Además, ha ganado dos veces las 8 Horas de Suzuka. Ahora afronta su nueva etapa con otro prisma, el mismo que le mantiene las ganas por competir de forma puntual, pero no la necesidad de hacerlo de forma permanente.
Puedes ver la entrevista completa en nuestro canal de YouTube o escucharla al completo en las principales plataformas de podcast (iVoox o Spotify), pero aquí te dejamos con algunas de las preguntas más interesantes:
Pregunta: Después de más de media vida compitiendo, ¿cómo es la vida sin competir?
Respuesta: Realmente cambia mucho. Al final, tú te levantas por la mañana desde los últimos 15 años con un objetivo, con una planificación, con unas metas… Y todo esto ha cambiado. Es muy distinto. Ahora ya no tengo que rendir como antes, a pesar de que tengo que seguir estando en forma, pero ya no es esa ansiedad o esa tensión que tienes al levantarte en un fin de semana de carreras y te quita muchísimo estrés de encima, así que mucho más tranquilo.
P: ¿Lo llevas mejor o peor de lo que te esperabas?
R: Lo llevo mejor de lo que me esperaba. Normalmente, o al menos es lo que me ha pasado a mí, durante mi carrera deportiva he estado pensando en este momento: ¿Qué pasará el día que diga ‘hasta aquí’? Porque realmente, si somos suficientemente humildes como para aceptarlo, lo único que sabemos hacer es ir en moto. Muchos de nosotros, o la mayoría, no tenemos estudios y no hemos podido trabajar de otra cosa que no sea del deporte al que nos dedicamos. Siempre queda esa duda de si seré capaz de hacer otra cosa que no sea levantarme por la mañana, entrenar, subirme a una moto y competir. En mi caso, estoy feliz porque me siento útil en otras áreas en las que no pensaba ser útil y disfrutando de todos los pasos y de todas las puertas que se están abriendo.
P: ¿Cuál es ahora la motivación que te mueve cuando te levantas por la mañana?
R: Sigo compitiendo, pero ahora tengo más tiempo para mí. Antes tenía la sensación de estar las 24 horas del día durante todo el año recuperándome de pequeñas lesiones; no entrenando para mí, sino entrenando para ir en moto, para ser rápido en moto y la mayoría del tiempo recuperándome de lesiones que me hacía al caer o de lesiones que salen del propio entrenamiento. Ahora tengo más tiempo para mí, para dedicar a mi familia, a mis hijas… Son cosas que parecen muy normales o esenciales, pero son rutinas que no estoy acostumbrado a vivir. Ahora las estoy pudiendo vivir, todas esas etapas que me he perdido en la primera parte de mi vida, e intentando disfrutar al máximo y recuperando el tiempo perdido.
P: ¿Cómo está el cuerpo? Más de un año después de la lesión de Portimao, ¿estás al cien por cien o aún queda alguna secuela?
R: Tengo alguna descompensación en el cuerpo. Las fracturas y tema óseo está bien, y el tema de las vértebras, las costillas y la mandíbula está curado. Pero hay afectaciones que aún no he superado, como descompensaciones musculares y algunas afectaciones que con los huesos se descompensa un poco el cuerpo. Cuando entreno muy fuerte noto dolores en las vértebras, en la parte izquierda del cuerpo me falta un pelín de fuerza, cuando como me noto una sensación extraña por las fracturas que tuve en la mandíbula… Son secuelas a las que me iré acostumbrando con el paso de los años, pero no me puedo quejar.
P: De todos los procesos que implica ser piloto de MotoGP, ¿qué es lo que más echas de menos?
R: Sobre todo, subirme a la moto el viernes. Porque llegas al circuito con esa alegría, el viernes es el primer día y lo afrontas con ilusión, con ganas, y si además es favorable, lo disfrutas un montón. Esos momentos los echo en falta. También la sensación de haber cumplido con las expectativas que te marcabas antes del fin de semana, eso es una sensación muy bonita y muy buena. Al final, todo el entrenamiento que haces te complace y te sientes lleno después de una carrera. Eso también me falta. Pero no echo de menos esos momentos de nervios del qualy, el momento de nervios de la parrilla… Son momentos tensos, complicados, de muchísimo estrés.
P: ¿Estos meses sin competir de forma permanente te han permitido ver las cosas con perspectiva? ¿Lo has hecho y qué has sentido si lo has hecho?
R: Me he dado cuenta de lo afortunado que he sido durante muchísimos años, de formar parte de la élite del motociclismo a nivel mundial, en el rango de la velocidad. He sido muy muy afortunado y me siento muy afortunado de pertenecer a este mundo, y de ser uno de los pilotos elegidos para poder rodar con los mejores del mundo. Eso es algo de lo que no te das cuenta cuando estás dentro de la rueda o que no lo valoras lo suficiente, pero ahora los veo desde fuera y veo lo rápido que van, y puedo entender cuando tienen problemas y veo que no pueden ir más. Te das cuenta de todo el esfuerzo y el sufrimiento que este deporte conlleva, y lo rápidos y buenos que son estos tíos.
P: ¿Te arrepientes de alguna decisión o sueles ser consecuente con las decisiones que tomas?
R: No creo en el arrepentimiento. Sí que hay veces que es inevitable decir: “Ostras, pues por qué no he hecho esto o por qué no he hecho lo otro”. Pero siempre intento hacer la misma reflexión: en el momento en el que tomo la decisión, cualquiera que sea, la tomo porque creo que es la mejor en ese momento. Y si tirara para atrás, probablemente escogería la misma, porque en ese momento creí que era la mejor. A toro pasado, cuando pasa el tiempo, es estúpido decirte: "Ostras, ¿por qué hice eso?". Pues porque no tenemos una bola de tiempo y no podemos ver el futuro; si fuera así, muchas cosas malas en el mundo no pasarían. Es lo que hay. Intento afrontar lo que me va pasando de la mejor manera, a pesar de que después de a posteriori vea que he cometido un error, y afrontarlo con las máximas ganas para que salga bien.
P: ¿Ser Campeón del Mundo le da sentido a todo el camino?
R: Sin duda y, además, cuando te retiras te das cuenta de ello. Pero ya no es sólo ser Campeón del Mundo. A mi nivel, he tenido la suerte de poder competir en un buen equipo y tener las herramientas para llegar a ser Campeón del Mundo, porque aquí en el paddock está lleno de talentazos; hay muchos pilotos con un talento increíble, que también merecerían ser campeones, pero quizá no tienen las herramientas para serlo. Cuando te das cuenta de ello y pasa el tiempo, y dices: 'Lo afortunado que he sido de tener todos los factores a favor para ser campeón', lo valoras al máximo.
P: En KTM tenéis un 'dream team' de probadores con Dani Pedrosa y contigo. ¿Cómo de diferentes sois a la hora de desarrollar la moto?
R: El equipo nos utiliza para trabajar en dos líneas; una es la actual, en la moto que están utilizando los pilotos de fábrica, intentar llevarles las máximas mejoras posibles durante la temporada dentro del reglamento. Y luego hay otra línea pensando en las motos del futuro, en conceptos. Nos dividimos en las dos líneas, en qué va a pasar en un futuro cercano, este mismo año; y qué va a pasar en un futuro más lejano, en los próximos años. Intentamos compaginarlo lo mejor posible y luego nos cambiamos perspectivas, datos, e intentamos entendernos el uno al otro a ver qué sentimos. Y normalmente, por no decir siempre, hemos pensado lo mismo y hemos tenido las mismas sensaciones, y eso es muy importante para la fábrica para ir todos a una.
P: Hablemos del que fue tu gran rival en las categorías pequeñas y durante dos años compañero en MotoGP: Marc Márquez. ¿Cómo es más 'jodido' o difícil Marc, como compañero o como rival?
R: Como compañero no deja de ser rival, así que todo se resume al rival. Y además, cuando es compañero es aún más rival. Por desgracia, con Marc no he podido tener esa competitividad que tuvimos en Moto2, eran carreras increíbles que disfrutamos mucho. Cuando subí a MotoGP él ya estaba en Honda fábrica y yo empecé con una moto satélite. Y luego cuando fui a KTM él seguía en Honda. La única vez que pudimos pilotar la misma moto fue en Honda, porque tenía la sensación de querer saber qué hacía distinto. Y al final la conclusión que se me quedó es que Marc tiene una aceptación del riesgo mucho mayor a la que tenemos todos los demás. Él es capaz de asumir y aceptar unos riesgos que, probablemente, el resto de la parrilla no estamos dispuestos a aceptar. En MotoGP no todo es la aceptación del riesgo, sino que hay una parte técnica muy importante y de pilotaje, pero en muchos momentos, sobre todo cuando hay situaciones fuera de lo normal -cuando hay agua, cuando la pista se está secando...- es cuando Marc va mejor. Eso quiere decir que no piensa las cosas, es un tío que actúa y que además tiene un talento... que no lo voy a descubrir yo ahora.
P: Uno de los pilotos con los que no has podido compartir parrilla es con Pedro Acosta, aunque en parte compartes equipo. ¿Cómo me defines a Pedro?
Pues con Pedro tuve la suerte de compartir el Shakedown de los test de Sepang, que es para pilotos probadores y debutantes. Eran sus tres primeros días en Malasia con la MotoGP; el primer día se quedó a siete décimas, el segundo se quedó a un par de décimas y el último día fue una décima más rápido que yo. En ese momento cogí el teléfono y le mandé un mensaje a Pit Beirer para decirle que eso era muy serio. En ese momento estábamos probando motos nuevas y él estaba pilotando con la moto hecha, pero igualmente, la velocidad que tuvo en un circuito como el de Sepang fue extraordinario, fuera de lo común. Tuve la sensación de que tenía que mandar el mensaje a Pit para decirle que era algo muy raro, atípico; que podía haber sido cosa de un circuito, pero que me parecía demasiado rápido como para ser un circuito.
Es cierto que Pedro ha cogido una época en MotoGP muy compleja, mucho más que los súper rookies que hemos visto anteriormente como Marc (Márquez), Jorge (Lorenzo), Valentino (Rossi) o Dani (Pedrosa), que subieron en épocas en las que para llegar a los resultados que querían tenían menos rivalidad, menos motos con el mismo carácter para lucharles una victoria o un podio. Pedro ha llegado en un momento en el que el nivel de los pilotos es altísimo, la juventud es altísima y además no hay motos satélites; hay motos oficiales y motos menos oficiales. Pero aun así, todas las motos están a un nivel espectacular, por lo que le doy aún más valor a lo que hacer. Es un tío que tiene un talento espectacular y una soltura envidiable.
P: Vuelvo a ti. La puerta para un posible regreso a la competición, ¿está abierta, cerrada, entreabierta...?
R: Sinceramente, no pienso mucho en ello. Estoy tranquilo y contento tal y como estoy. No busco nada más; eso quiere decir que, si llega, no me va a disgustar, pero no es algo que esté buscando ahora mismo. Estoy tranquilo, estoy satisfecho porque he podido recuperar mi forma física, que pensaba que no sería capaz por toda la afectación neuronal que tuve. Me siento fuerte, estoy pilotando la moto bien, cuando estoy con los demás pilotos soy competitivo. Tengo la sensación de que podría estar en la parrilla, pero eso no quiere decir que quiera estar en la parrilla y que vaya a aceptar estar en cualquier condición, que no sé si voy a tener la opción. Pero aunque la tenga, mi situación actual no es mala. No estoy mal, no estoy triste, y me siento cómodo y tranquilo con el momento en el que me encuentro actualmente.
P: Cuando pasó lo de Portimao te obsesionaba volver a correr, pero ahora no... Al menos esa es la lectura que saco.
R: Sí, es que es muy difícil salir de la rueda cuando eres piloto, porque da mucho miedo. Llevaba 15 años sin parar de hacer lo mismo todos los días y todo el año; las mismas carreras, los mismos circuitos... Simplemente por la rutina, si tú te comes un croissant todas las mañanas durante 15 años, el día que te digan que no hay un croissant te vas a volver loco, vas a decir: "No puedo vivir sin un croissant", y no deja de ser eso. Eso es lo que me pasaba, de decir: "No sé qué voy a hacer", y me daba mucho miedo. Pero como he visto que hay vida después de MotoGP, siento que no tengo la necesidad de volver a competir, a pesar de que me apetece mucho y que tengo muchas ganas de hacerlo. No es lo mismo apetecer que tener una necesidad para hacerlo, y que eso te cree ansiedad.
[Recuerda, estas son sólo algunas de las preguntas más interesantes. Puedes ver la entrevista completa en nuestro canal de YouTube o escucharla al completo en las principales plataformas de podcast (iVoox o Spotify)].










