David Alonso (25/4/2006) es la nueva perla del motociclismo mundial. A sus 18 años, el hispano-colombiano ya es Campeón del Mundo de Moto3 después de sólo dos temporadas en el Mundial y tras haber llenado su casillero de victorias en un pequeño margen de tiempo.
Un sueño que ha perseguido desde pequeño junto a su familia y, en los últimos ocho años, de la mano del Aspar Team, con quienes ganó el Campeonato de España de 85GP en 2018, la European Talent Cup en 2020, la Red Bull Rookies Cup en 2021 y ahora el Mundial de Moto3, antes de dar el salto a Moto2 la próxima temporada.
Sólo tres días después de cerrar el título en Japón, el primero para Colombia en el Campeonato del Mundo, el piloto del CFMOTO Aspar Team atiende a MOTORBIKE MAGAZINE para repasar su camino hacia la corona de Moto3: desde los largos trayectos en furgoneta junto a su padre en sus inicios, hasta convertirse en el número #1 de Moto3 en Japón, a 10.500 km de casa.
Puedes ver la entrevista completa a David Alonso en nuestro canal de YouTube. O si lo prefieres, leerla al completo a continuación:
Pregunta: David Alonso, Campeón del Mundo de Moto3, ¿cómo estás?
Respuesta: Súper feliz, aún digiriendo todo lo que ha pasado.
P: Qué bien suenan esas tres palabras mágicas, "Campeón del Mundo", ¿no?
R: Me pasa un poco que, todavía, cuando voy a decir "Campeón del Mundo", cuando llego a decir "del Mundo" se me hace la boca pequeña. Pero sí, suena muy bien.
P: El otro día explicaste muy bien en DAZN las sensaciones que tenías el viernes, el domingo nos emocionaste con esa carta sobre las sensaciones que habías tenido el sábado… ¿Qué sientes ahora, tres días después de ganarlo?
R: «Ha sido muy bonito llegar a casa, que toda la familia y amigos más cercanos tenían muchas ganas de verme, y así compartir con ellos también el triunfo cara a cara, abrazándonos. Ahora, sinceramente, estoy tratando de disfrutarlo al máximo. Pero un poco la sensación que te queda después de ganarlo, es una sensación de vacío. ¿Qué pasa? Que durante toda mi vida, o todo este año, he competido para una meta y para un objetivo. Todo se regía sólo para esa meta. Una vez la he conseguido, es como que ahora ya me he quedado sin rumbo. Hay un momento en el que estás como perdido, porque dices: 'Vale, lo he conseguido. Y ahora, ¿qué? ¿Qué hago? ¿Qué motivación voy a tener para entrenar?'. Te quedas un poco perdido, pero luego ya vas cogiendo el rumbo. Quedan cuatro carreras todavía que se pueden disfrutar y vivir el momento. Pero sí, te quedas un poco con esa sensación».
P: Hay dos personas que no estuvieron en Japón, pero que seguro que te recibieron con los brazos más abiertos que nadie, que son tus padres. ¿Cómo fue ese recibimiento? Porque esto no sólo ha sido tu objetivo, también se ha cumplido el objetivo de la familia Alonso Gómez.
R: «Sí, fue la primera videollamada que hice allí en el circuito. Pero ya en el aeropuerto de poderles dar un abrazo y mirarlos a los ojos... Al final, es un sueño conjunto. Desde los cinco años que entramos aquí, que al principio era todo como un hobby, pero luego era más profesional. La cantidad de sacrificios que han hecho por mí, básicamente su vida era en torno a ese objetivo también, y todas las horas extra que han hecho de trabajo para llevarme de un lado a otro a entrenar... Ha habido muchos sacrificios. Pero a mí lo que también me ha gustado de mis padres es que me educaron con el ejemplo. Ver a mis padres, que se levantaban todas las mañanas a las 5 para ir a trabajar y se quedaban hasta las tantas trabajando; todo esto, para llevarme a mí a entrenar. Veía que se esforzaban mucho y yo pensaba: '¿Cómo no me voy a esforzar yo?'. Cuando tenía momentos de bajón, pensaba en todo lo que se esforzaban ellos y me ayudaba a seguir. Es muy bonito».
P: Lo que se ve es la foto final de ese título de Moto3, ¿pero cuántos kilómetros y viajes en furgoneta, cargando y descargando motos, se esconden detrás de este título?
R: «Yo creo que he estado más tiempo en la furgoneta sentado que en mi cama durmiendo. Yo recuerdo que me compré una mesita, de esas típicas de desayuno en la cama por la mañana, para poder ir haciendo los deberes del cole en la furgoneta, en los trayectos.
Queríamos llegar a todo y me acuerdo que una vez, cuando era pequeño, corría el sábado al sur de España, en Andalucía. Y luego el domingo corría en Barcelona, arriba del todo, en la otra punta. Hicimos la carrera del sábado, que además la ganamos, y no nos pudimos quedar ni a la entrega de trofeos ni nada, porque rápido teníamos que ir a la otra carrera, que era el domingo y no llegábamos a los cronos. Y como estas, muchas más anécdotas que al final merecen la pena».
P: Este año has ganado 10 carreras y todas las victorias van acompañadas de un componente emocional. Si dejas a un lado ese componente emocional, ¿cuál crees que es la mejor carrera que has ganado? Una que digas: "Qué bien me quedó esta"
R: «Es difícil elegir. En muchas entrevistas he contado que la primera victoria es especial y que nunca había vuelto a tener ese sentimiento, y era la mejor. Ahora sí que hay una por encima de esa, que es la de ganar el Mundial ganando la carrera. Creo que es ahora está en pole position.
Carreras de esas que digas '¡Qué bien!' al acabar, yo creo que hay dos y de estilos diferentes: una es en Texas, que yo siempre he soñado con ganar una carrera de Moto3 escapado y rodando en solitario, así que esa fue muy bonita e importante para mí, al ganar así al menos una carrera. Y luego, una que para el campeonato era muy importante como puñetazo en la mesa fue Misano 2. Fue una carrera intensa, de esas que dices '¡Ole!'».
P: El otro día escuché lo que les contaste a los compañeros de los medios que estaban en Motegi cubriendo tu título dos cosas que me llamaron la atención: que el año pasado pasó volando y que este se te estaba haciendo largo, y que después de Inglaterra petaste. ¿Por qué? Aunque no lo has aparentado, jugarte un título mundial tiene que hacer que aparezcan muchos demonios internos, ¿no?
R: «Sí, así es. Han sido dos años, con las mismas carreras y en la misma categoría, pero han sido completamente diferentes: en uno el tiempo fue así (chasca los dedos) y este año ha sido como a cámara lenta. No pasaban las semanas, no pasaban los meses. Un fin de semana de viernes, sábado y domingo parecía que cada día tenía 48 horas. Lo malo y lo bueno, pero creo que más bueno que malo, es que desde el primer día de test estábamos a un nivel para ganar el campeonato, un nivel muy alto. Eso quería decir que ya desde el primer día tenías que estar a ese nivel. Eso desgasta mucho, físicamente y mentalmente. Muy pocas han sido las veces en las que he salido a pista sin dar mi máximo. Siempre que salía era buscando mi mejor versión, buscando lo mejor de ese momento y esforzándome al máximo en cada vuelta, y tratar de estar siempre a mi máximo nivel. Eso me ha desgastado mucho y también lo quería dar todo entrenando, porque veía que había esa posibilidad de ganar el primer Mundial y no quería que nada se me escapase.
Hay un punto en el que pasé de la línea y llegó a ser obsesión, y después de Inglaterra peté. Estuve muy mal esa semana; de hecho, estaba en casa y no quería salir a ningún sitio, no tenía motivación por nada. Se me gastó la energía. Me estaba agobiando, porque decía: 'No llego a final de temporada, no sé cómo llegar, no sé de dónde tirar', porque no me quedaba más, lo había gastado todo en la primera parte de la temporada. Ha habido momentos difíciles, momentos tensos, de llorar y de no saber cómo afrontar la situación. Pero luego eso me ha hecho conocerme más a mí mismo, entenderme y que sea luego más bonito cuando lo consigues. Pero sí que ha habido momentos duros, a la sombra».
P: Estos días, muchos nos hemos tomado la licencia de definirte como piloto e incluso como persona los que te hemos podido conocer. Pero me gustaría saber cómo te defines tú, como piloto y como persona.
R: «Como piloto, hablando a un nivel más técnico, me considero un piloto frenador; frenar fuerte es uno de mis puntos más fuertes. Y también un piloto que siempre tiene hambre de victoria.
Como persona me defino como un chico tranquilo, pausado, calmado. En ese aspecto, me defino con humildad. Me gusta más bien coger el papel de humildad, de perfil bajo; me gusta pasar desapercibido y que los triunfos y los resultados hablen, pero no hablar de más. También me defino como una persona que siempre tiene curiosidad por aprender».
P: Algún día los pilotos de MotoGP a los que ahora preguntas te cortarán el grifo de esos consejos, pero no sería una mala señal...
R: «Eso serían buenas noticias. Ojalá algún día pase, pero siempre que se pueda, trataré de sacar todo lo que pueda».
P: Hablando en estos años con varios pilotos que han pasado por la cantera del Aspar Team, la sensación que me quedó es que le consideráis como un "hermano mayor", e incluso creo que para ti es hasta más que eso. ¿Cómo me definirías a Nico Terol?
R: «Nico Terol es como el hermano mayor que nunca he tenido. Desde finales de 2017 que llevamos juntos, además de los circuitos paso mucho tiempo con él, así que nos conocemos muy bien el uno al otro, nos complementamos y retroalimentamos. Es una de esas personas que, aunque no te diga nada, sólo con que esté y conectar con una mirada ya hace mucho. Es una de las personas imprescindibles en mi vida».
P: El siguiente reto es Phillip Island y cuatro carreras en las que puedes batir el récord de puntos (Bautista 2006) y victorias (Rossi 1997) de 125cc/Moto3, y luego el reto de Moto3. A corto-medio plazo, ¿qué sensación te despiertan esos desafíos que tienes por delante?
R: «El reto de Moto2 me despierta un poco de curiosidad, pero un poco de miedo también. Pero eso está bien para activarme. Es un gran reto, porque es una categoría muy diferente, un salto muy grande, el más grande que voy a hacer de una categoría a otra. Tendremos que cogerlo con calma, porque es una nueva etapa en la que hay que construir de cero otra vez. De cara a ese reto, ser Campeón del Mundo no significa nada, empiezas de cero como todos y hay que ir construyendo ladrillo a ladrillo».
P: ¿Has pactado con Jorge que si peleas otro título vas a intentar no cerrarlo en Motegi para que no tenga que volver a Japón?
R: «No, ojalá, ojalá. Si el calendario es siempre más o menos así, en Japón significa que hemos hecho las cosas bien. Y luego, también, ojalá que con el Aspar Team, que es el equipo de toda mi vida, y compartir Moto2 también con ellos es algo especial».







![[Vídeo-entrevista] ¿Cómo es ser piloto de MotoGP? Fermín Aldeguer nos explica cómo se vive desde dentro 8 fermin aldeguer entrevista ls2 (1)](https://www.motorbikemag.es/wp-content/uploads/2025/10/fermin-aldeguer-entrevista-ls2-1-245x165.jpg)



