No había pasado ni una hora desde que había sido Campeón del Mundo de Moto2 cuando Diogo Moreira compareció ante los medios presentes en Cheste para analizar lo conseguido. Su logro es una pincelada en la historia del motociclismo, pues se convirtió en el primer campeón brasileño de todos los tiempos en el marco del Mundial.
Aún le costaba encontrar las palabras y asimilar lo ocurrido, pero su primer sentimiento fue de liberación: «Estoy muy contento y muy tranquilo, porque me he quitado mil toneladas de mi espalda. No había presión, pero quería ganarlo y, sobre todo, porque tenía esto en mi mente y al final lo hemos conseguido», comenzaba diciendo.
Moreira se llevó el título tras certificar la mayor remontada de puntos de la historia de Moto2, puesto que había llegado a estar a 61 del liderato tras el GP de Francia, pero pudo darle la vuelta a la situación a lo largo del año, sobre todo en la parte final de temporada. «Lo hubiera firmado desde principio de año, porque al final hemos trabajado mucho para esto y la verdad es que después de tanto trabajo lo hemos conseguido», expresaba.
«Dejamos todo de lado al venir a España: a la familia, el trabajo de mi padre...»
Moreira, que hizo las maletas para venir a España, impulsado en ese momento por el expiloto Alex Barros y por la estructura de Estrella Galicia 0,0 y Monlau, conseguía cerrar el círculo. El esfuerzo suyo y de su padre hace ocho años ha dado sus frutos con un título en Moto2 y el paso a MotoGP. Le preguntamos sobre si ese título hace que todo aquello cobre sentido: «Al final es difícil, porque me vine muy joven a España, con 12 años, solos mi padre y yo. Hemos dejado todo de lado, a la familia, el trabajo de mi padre también... Entonces, sólo tengo que agradecer a todo el mundo que ha estado conmigo, sobre todo a mi familia, que ha dedicado su vida para mí», respondía a MOTORBIKE MAGAZINE.
El brasileño se unió en la foto de campeones a Marc Márquez y José Antonio Rueda, que además de ser los ganadores de MotoGP y Moto3, son buenos amigos suyos. Marc, de hecho, fue a felicitarle al parque cerrado tras ser campeón: «Estoy muy contento. Creo que Rueda y Marc hicieron un año muy bueno y me alegro mucho por ellos, porque son dos personas con las que entreno y hablo mucho. Sobre todo, he visto a Marc ahora y cuando lo he visto me he emocionado. También esta mañana he hablado con Rueda, y la verdad es que estoy muy contento por ellos y ellos por mí».
«Este año ha sido difícil estar juntos porque al final no paramos en casa, es difícil, pero Marc siempre me da consejos y agradecido por ellos», añadía sobre la figura del #93.
«Ya mañana pensaremos en MotoGP»
Y una vez cerrado el capítulo de Moto2, el de MotoGP está a la vuelta de la esquina. Este martes se subirá por primera vez a la Honda RC213V: «Tenemos que disfrutar el momento de ahora, disfrutar con el equipo y ya mañana pensaremos en MotoGP, pero tenemos que disfrutar el momento».
Su celebración fue 'puro Brasil': «La verdad es que no me la esperaba. Sabía que había montado, pero no el qué y luego vi a mi hermano allí y no me lo esperaba. Y la gente, los futbolistas, muy malos, por cierto, porque ninguno de los que estaba ahí juega al fútbol, pero son todos mis amigos y estoy muy contento por eso».
Cuatro amigos le esperaban con la camiseta de Brasil luciendo el '10' de Pelé, Ronaldinho, Neymar y Rivaldo. Sólo faltaba Diogo por enfundarse la elástica de la canarinha, y así lo hizo: «Pues ya está, el otro 10 de Brasil soy yo», zanjaba entre risas el nuevo campeón.








