«Tenía claro que, cuando sacase una bandera, iban a ser las dos a la vez»
El sueño de David Alonso ya es una realidad. Y él mismo lo ha hecho posible de la forma que mejor sabe: ganando. Y es que un piloto que ha ganado 10 carreras de las 16 disputadas esta temporada, y 14 de las 38 (un 36,8%) que ha corrido desde que llegó al Mundial, denota un ADN ganador propio de un piloto ‘tocado por la varita’.
El hispano-colombiano cerró el título a la primera con otra gestión impecable de carrera, demostrando con hechos por qué ha sido el rey de Moto3 sin discusión este curso.
Pero además del talento y el trabajo en pista, Alonso muestra una madurez impropia de su edad fuera de ella, conjugada con una educación exquisita y una gran capacidad para comunicarse. Aun así, al del CFMOTO Aspar Team le costó encontrar las palabras después de ganar el título de Moto3: «No sé que decir. Sólo dar las gracias a todos los que han hecho esto posible, a los que me han ayudado a llegar aquí y en los momentos difíciles. Me siento muy afortunado de poder vivir esto», decía en su corrillo con la prensa española desplazada a Motegi.
A Alonso no le cayó ni una lágrima pese a su emotiva celebración, aunque sí que rompió a llorar en las horas previas: «No entiendo muy bien por qué. Ayer, después del entrenamiento y de hacer el planning de carrera iba bien. Después pensé que podía ser Campeón del Mundo y no era muy consciente. Luego llegué al hotel, me entró mi lado sensible y empecé a llorar. Veía que lo necesitaba, que me venía bien. Todo lo que lloré ayer no lo he llorado hoy».
La nueva perla del motociclismo reconocía que había tenido que gestionar el miedo en su primera bola de partido: «Lo bonito de vivir una carrera por un título es que hay situaciones que te ponen a prueba y que te hacen mejorar para el futuro. Hoy tenía que combatir con ese miedo. Y sobre todo, entrando a las curvas 7-8 siempre pensaba en no caerme, y eso hacía no inclinar como tocaba al inicio. Ir muy tenso porque tenía miedo a perder. O mejor dicho, miedo a ganar. Luego he tratado de parar, respirar y combatir esa emoción».
Alonso, catalogado como una “esponja” por quienes más le conocen por su capacidad de preguntar y absorber cada aprendizaje, comenta que habló con muchos pilotos de MotoGP para que le aconsejaran cómo gestionar una bola de partido: «Desde Indonesia a cada uno que me encontraba les preguntaba que cómo era lo de jugarse el Mundial. Al primero que pregunté fue a Mir, que me dijo que en el momento que fuera a asegurar me iban a pasar por encima, que había que ir a ganar. Aquí con Bagnaia y Márquez, me decían que no tuviera esa presión de que tenía que ganarlo aquí, que podía ser en otro sitio. Lo que les trasmitía a ellos es que a mí me daba miedo el hecho de irme a Australia o Malasia y que lloviese y que se alargase. Y me dijeron que me relajase y no pensase en ello».
«Después de Inglaterra peté, hubo un momento de crisis»
El nuevo campeón de Moto3 reconoce las dificultades de gestionar la presión de jugarse su primer título y desvela un momento clave que marcó un punto de inflexión en la temporada: «El año pasado, con las mismas carreras y misma categoría, se me pasó volando. Y este año se me estaba haciendo muy largo, parecía que no pasaba el tiempo. Un fin de semana se convertía en una semana.
«Tener que estar siempre al máximo nivel y dar el máximo cada vez que sales a pista desgasta. Después de Inglaterra peté, hubo un momento crisis. Entre Inglaterra y Austria fue difícil, tuve que resetear, no tenía más energía y empecé a aficionarme a la bici de carretera. Había gastado todo y quedaba la mitad de la temporada. Pasé una semana que no tenía ganas de nada y ese fue un punto de inflexión en el campeonato», desvela.
Celebración con doble bandera: «Mi madre, mi padre... Yo nunca me podré dividir»
Tras hacer otra carrera de menos a más, a tres vueltas del final se situó primero y ya no soltó esa posición, pero no fue hasta la última vuelta cuando se dio cuenta de que iba a ser campeón: «Cuando he llegado a la frenada de la bajada es cuando he empezado a pensar en el título, cuando no me han pasado ahí veía que ya iba a ser muy difícil que me pasaran en la chicane. Y ahí ya sí que he pensado que se iba a cumplir mi sueño».
Alonso, que corre bajo bandera colombiana por su madre, posee la doble nacionalidad (nació en Madrid y vive en Torrejón del Rey, en Guadalajara), celebró el título con ambas banderas, la colombiana y la española: «Sí, eso era algo que tenía claro, que cuando sacase una bandera iban a ser las dos a la vez, y me parecía el momento perfecto para hacerlo. Mi madre, mi padre... Yo nunca me podré dividir».
Tras conseguir que Jorge Martínez "Aspar" volviese a Japón 12+1 años después de su última visita, ha hecho que ese retorno fuese inolvidable para el propietario del Aspar Team, su equipo desde que tiene 11 años: «Lo que más feliz me hace es que a Jorge le haya merecido la pena el viaje, porque ya estaba diciendo que no le gustaba estar en Japón. Y le decía, ‘buenas vibras para la carrera’. Pero habría sido cachondo no conseguirlo aquí y dejarlo para Australia. Y luego en la celebración, que haya estado Dani Villar, mi mecánico que siempre ha estado conmigo, que haya venido hasta Japón para esto. Tenía que estar aquí».
Sus padres, Marcela Gómez y Agustín Alonso, vieron el título de David por la tele, pero en constante contacto con el nuevo campeón: «Mis padres estarán en casa viéndome. El último mensaje que he mandado hoy es el de buenos días que siempre nos mandamos. Y que no es un "Buenos días" a secas, porque siempre me ponen un mensaje. Ayer quizá me vieron con dudas y me han dicho: "Vamos, que tú ganaste la Talent, no tengas miedo y lucha como tú sabes". Siempre lejos, pero conectado».





























