Aleix Espargaró está de vuelta para competir en MotoGP. En su rol como probador de Honda HRC, el piloto de Granollers afrontará este fin de semana su cuarto wildcard de la temporada tras los de Jerez, Silverstone y Montmeló, además de haber corrido en Assen como sustituto de Luca Marini.
El #41 llega con las pilas cargadas tras realizar un test en MotorLand Aragón hace sólo unos días, y reaparece en un Gran Premio que podría reducir parte de su carga de trabajo para 2026, pues Honda está a sólo siete puntos de pasar del grupo D de las concesiones al grupo C: «El objetivo era perderlas y el objetivo era usar todo este tiempo que hemos tenido para perderlas. Si tú usas todos estos días de test con los 260 neumáticos que he quemado, los últimos dos meses no he estado nada en casa, y encima Joan y Luca no son competitivos y no pierdes las concesiones, es que yo he estado perdiendo el tiempo y Honda también», reconoce Espargaró.
«Entonces, perder las concesiones es bueno, significa que hemos hecho un buen trabajo, y ahora habrá que optimizar más el tiempo que tenemos en pista, porque espero perderlas este fin de semana y que tengamos menos neumáticos y tendremos que ser más eficientes. Al final, el año que viene serán seis meses de test, porque a partir del verano o antes del parón yo voy a estar centrado en la moto de 2027, con los Pirelli», añade.
La pérdida de concesiones (de tipo D a tipo C) implica pasar de 260 neumáticos a 220 y también lleva implícito no poder desarrollar el motor durante la temporada. Aun así, Aleix cree que no será un problema: «Está todo bastante planeado y estructurado. Este año hemos priorizado muchísimo a principio de año con Romano evolucionar el motor y que el motor corriera mucho era una obsesión, sabiendo que perderíamos las concesiones seguramente y que en el 2026 no avanzaríamos en el motor. Pero no preocupa mucho, porque básicamente todos los refuerzos a partir de ya están concentrados en el motor de 2027. Aunque no perdiéramos las concesiones, el motor con el que voy a correr aquí, que es básicamente el de 2026, no hubiera avanzado mucho. Las concesiones no cambian nada, porque por el tema de reglamento no habría cambiado nada. Y por el tema de neumáticos, tendré menos test, pero a partir de junio-julio esa moto no va a recibir ninguna actualización, porque hay que centrarse en la moto de 2027. Al final, más o menos, si divides 250 entre dos no te da los neumáticos que vamos a tener, pero casi casi».
Sobre esa moto de 2027 con el nuevo motor de 850cc, no puede desvelar detalles sobre la fecha en la que se pondrá en pista, pero sí algunas pinceladas al respecto: «Hablo mucho con Romano, la comparamos mucho una con la otra. Sí que te puedo adelantar que en los inicios en pista será una moto un poco híbrida, para probar el motor de 850cc con un chasis actual y que luego haremos un cambio más adelante. La priemra parte de este desarrollo se hará bastante en Japón la va a hacer más Nakagami para yo centrarme en la moto de 2026, y luego ya entrada la temporada haremos cambio y me subiré a la moto con los Pirelli. Honda está trabajando muy bien y el motor va muy bien».
Técnicamente, explica que el propulsor de las nuevas MotoGP «es completamente distinto y el reparto de pesos también es diferente. Va a pesar bastante menos y creo que perderemos menos potencia de la que todo el mundo se imagina».
«Razgatlioglu tiene un aura distinta»
Le hemos preguntado que ponderase cómo había evolucionado la Honda en este último año, desde el primer prototipo que usó en el test de Barcelona de noviembre de 2024 a la última que usó en Aragón hace unos días: «Todo, cien por cien. No hay nada: la aerodinámica es otra, con el motor empezamos con el 3x y vamos por el 6x, ha evolucionado muchísimo. Pesa menos, el chasis es otro, hemos trabajado mucho con los basculantes de carbono y aquí tengo otro distinto... Ha cambiado entera la moto. Ha cambiado muchísimo. Hemos avanzado también mucho que desde mitad de temporada se ha podido y durante el invierno trabajamos mucho con el nuevo sistema de control de tracción. Es otra moto. El mejor ejemplo es ver cómo va Joan», respondía a la pregunta de MOTORBIKE MAGAZINE.
En el test de Aragón coincidió en pista con Razgatlioglu, que se estrenaba a los mandos de la Yamaha de MotoGP. Sobre él, destaca su carácter y su talento: «Toprak tiene un aura distinta, me recuerda un poco a Fabio. Es show y es lo que le hace falta a MotoGP. No había hablado nunca con él y en el hotel se acercó a mí, estuve hablando con él, me pareció un chaval majo, quizá con una perspectiva distinta a la que tenía. Me pareció realmente un chaval muy majo y luego tiene mucho talento; las condiciones en Aragón eran muy difíciles. Había 15 grados de asfalto, el neumático delantero era súper duro y yo en la curva 2 casi no tocaba ni rodilla. Y el tío rodó solo un día de los dos y ya fue competitivo. Creo que hizo un tiempo muy parecido al mío. Para una primera toma de contacto, muy positivo».
A Aleix también le han preguntado sobre el gran nivel mostrado por su hermano en las tres últimas carreras, en las que compitió sustituyendo a Viñales en las filas del KTM Tech3: «Sobre todo se lo ha demostrado a él mismo. Un piloto retirado soy yo, pero creo que Pol en su cabeza no. Yo decidí parar porque no tenía ese fuego dentro, porque cuando vengo ahora a correr sé cuál es mi trabajo y no quiero ir a la última décima porque no quiero asumir ese riesgo, pero Pol ese cambio de chip no lo ha hecho. Sigue siendo piloto y sufrió muchísimo a nivel mental cuando volvió de la lesión, porque no estaba físicamente para volver, no tenía movilidad ni fuerza y fue poco competitivo. Y ahora que se ha recuperado ha querido demostrar a todos y a él mismo el talento y lo bueno que es. La prueba de fuego que hizo en Portimao, a mí se me saltaron las lágrimas».








