Yamaha decidirá durante los próximos test qué especificación de motor usarán en 2019
Viñales y Rossi utilizaron dos versiones diferentes del motor 2019 de Yamaha, una con el freno motor como punto fuerte y otra que mejora en cuanto a potencia. Deberán seguir probando durante la pretemporada antes de decidir qué propulsor equipará la M1 el próximo año.
Después de que la elección del motor fuese el gran problema de Yamaha durante la temporada 2018 y de que esto diese al traste con sus opciones de título desde el primer momento, en la firma de los tres diapasones no quieren volver a caer en el mismo error.
Yamaha llevó a los test de Valencia dos nuevas especificaciones de motor para 2019. «Es la evolución del que llevaba Zarco. Yo creo que es la dirección correcta», dijo Viñales. Es decir, se trata de un motor derivado del de 2016, que es el que ha llevado el piloto francés en su época en el ya antiguo Monster Yamaha Tech3.
En Yamaha centraron el tiro en el nuevo motor y dividieron el trabajo durante los test. Probaron una especificación en la primera jornada y la otra en la segunda, sacando diferentes conclusiones: mientras el del primer día destaca por el freno motor, el utilizado en la segunda jornada lo hace por una mejora en cuanto a potencia. En ello coinciden tanto Viñales como Rossi.
Las diferencias entre ambos propulsores son pequeñas, pero durante el invierno se tendrá que tomar una decisión para ver cuál de los dos es el que utilizará Yamaha en 2019. Cabe recordar que los motores -un lote de siete por piloto- se sellan antes del inicio de temporada y ya no se pueden evolucionar, por lo que la decisión se antoja clave, sobre todo teniendo en cuenta los problemas que han tenido durante esta temporada.
«Hay muy pocas diferencias entre uno y otro, pero uno tiene un poco más de freno motor y el otro un poco más de potencia», afirmaba Viñales tras el segundo día de test. El gerundense sí tiene clara su elección, aunque antes de ella tendrá que reconfirmar sus sensaciones en los test de Jerez -28 y 29 de noviembre-. «En mi caso prefiero que tenga buen freno motor, porque la Yamaha es una moto que funciona con buen paso por curva. No tenemos tracción acelerando y si pierdo un poco el paso por curva ya no puedo hacer el tiempo. Por eso estoy repito al equipo la importancia de hacer una buena configuración del freno motor, y si falta un poco de tracción, podemos suplirlo con la moto, porque es muy estable. Tiene mucho paso por curva y creo que así es como se hace el tiempo con la Yamaha», añadía el piloto español, el más rápido en las dos jornadas de entrenamientos en Valencia.
Desde que probó el martes la primera de las especificaciones de 2019, Viñales ha insistido bastante sobre la importancia del freno motor. Las sensaciones que le ofreció ese propulsor le han hecho sentirse muy cómodo y van en la línea de lo que él pide a Yamaha: «Hemos hecho un buen trabajo y hemos visto en el test lo que vengo diciendo todo el año que nos falta. Como equipo hemos dado un paso importante para entender qué es lo que necesitamos para ir fuerte en carrera, pero todavía hay que mejorar en Jerez».
En el trazado andaluz Viñales apunta que podrá sacar mejores conclusiones sobre el rendimiento y la futura elección del motor 2019: «Es una pista en la que hay curvas de 90 y de 180 grados, que son en las que más nos cuesta. Así que será muy importante ahí el freno motor. Todo es más suave y la moto sufre menos, ha dado un paso importante en ese aspecto». El nuevo dorsal #12 de MotoGP descarta que se pueda hacer una mezcla entre ambas especificaciones: «A la que haces el mix, el motor se vuelve muy agresivo».
Valentino Rossi se muestra más cauto
Más indeciso al respecto estaba Valentino Rossi, aunque también coincidía en las impresiones de su compañero de equipo: «Es así. Uno de los motores es un poco mejor en freno motor y el otro en aceleración, pero al final ambos son muy similares. Si tuviera que elegir uno, no lo sé… Quizá el de la primera jornada. Pero al final de vuelta el rendimiento y los tiempos son muy parecidos».
El italiano fue más cauto a la hora de analizar las virtudes de las dos versiones preparadas para 2019, porque notó los mismos problemas de consumo de neumáticos que han arrastrado durante las dos últimas temporadas: «Aún hace falta más tiempo, pero lo que me parecía que iba pasando según rodábamos es que con el neumático nuevo vamos bien, aunque a medida que pasan las vueltas vamos más lentos respecto a nuestros rivales, así que digamos que tenemos un problema similar».
«Será interesante probar en Jerez, porque es una pista que me gusta mucho más y porque el año pasado estábamos en dificultades durante el Gran Premio», añadió. Sin embargo, no será en los test de Jerez donde se tome una decisión, Valentino confirmó que la elección se llevará a cabo «el año próximo, en febrero, en Sepang».
Con el precedente de 2018, Yamaha deberá afinar el tiro y acertar si no quiere que se repita la historia, y tendrá que ser una decisión en la que tanto Viñales como Rossi estén de acuerdo. Los resultados de pretemporada y los galones también pueden jugar un papel determinante. Seguiremos informando...