Okada cortó una racha de 10 victorias consecutivas de Doohan
El Mundial de MotoGP vuelve a Indonesia 25 años después. Repasamos cómo fue la última carrera celebrada allí, en ese caso en el antiguo circuito de Sentul y en la extinta categoría de 500cc.
28 de septiembre de 1997. El Campeonato del Mundo de Motociclismo afronta ya su recta final con todo decidido en las categorías de 125cc y 500cc. Dos auténticos genios de las dos ruedas (uno de ellos aún en fase de crecimiento) habían ganado sus respectivos títulos con una autoridad bestial: Valentino Rossi se coronó en el 'octavo de litro' con tres carreras de antelación, mientras que Mick Doohan también había certificado la corona en la categoría reina, en su caso con cuatro carreras de margen.
El calendario de 1997 fue el más corto de los últimos cinco lustros (aparte del de 2020, marcado por la pandemia). Sólo 15 Grandes Premios componían un curso que presenció una de las mayores exhibiciones de todos los tiempos. Y es que pocas temporadas se recuerdan con tantísima autoridad por parte de un Campeón del Mundo de 500cc como la que tuvo Doohan ese año. El australiano decidió hacer un cambio importante antes de empezar la temporada, dejando atrás el motor 'Big Bang' que sí siguieron llevando sus compañeros de marca, para volver a utilizar el 'Screamer', un concepto más salvaje pero que él tenía más por la mano. Se adecuaba mejor a su estilo.
Doohan, en otra liga
La de Indonesia era la 14ª de las 15 carreras que había ese año, y antes de llegar por segunda vez al circuito de Sentul, los números de Doohan daban miedo: de las 13 carreras anteriores, el australiano había ganado 12 y había acabado segundo en la que no ganó. Sólo Álex Crivillé pudo con él dando un auténtico recital en Jerez, donde se impuso en solitario. Después de esa cita, el pentacampeón australiano (todavía tetracampeón ese año) ganó 10 carreras de forma consecutiva.
Doohan había vencido ese año de todos los colores ese año: desde en duelos de última vuelta contra Crivillé en Suzuka o contra Okada en Brasil y Donington, pasando por exhibiciones de más de 10 y 15 segundos de ventaja respecto al segundo clasificado.
Crivillé partía ese año como el principal rival de Doohan a tenor de lo visto en el '96, pero la temporada del piloto español quedó claramente lastrada a partir de Assen, donde sufrió una escalofriante caída en la que se destrozó la mano izquierda. Al noi de Seva le tuvieron que realizar tres injertos de piel y estuvo a punto incluso de perder el dedo pulgar en un accidente que bien pudo acabar con su carrera deportiva. Por suerte, Álex se recuperó, pero el peaje que tuvo que pagar fue el de perderse cinco carreras, volviendo ya cuando el Mundial estaba decidido en favor de Doohan.
La revancha de Okada
Con Crivillé fuera de combate durante un tercio del Mundial, Doohan dominó aún con más claridad. 10 segundos de ventaja en Assen, 8.6 en Imola, 5 en Nürburgring (sede del GP de Alemania antes de la vuelta de Sachsenring)... La autoridad era insultante, hasta que en Río de Janeiro y en Donington Park emergió la figura de su compañero Tadayuki Okada, que en su primer año con la NSR500 tetracilíndrica (en 1996 corrió con la V2) estuvo dispuesto a discutirle un par de victorias al todopoderoso Doohan.
Aun así, no pudo en ninguna de las dos carreras mencionadas, perdiendo el duelo en la última vuelta de ambas. Doohan se proclamó campeón precisamente en Donington y en la carrera siguiente, en Brno, venció con 15 segundos de ventaja sobre Cadalora. En Montmeló volvió a imponerse, esta vez en un apretado final ante Checa y Crivillé, que dieron lo máximo para batirle en casa. De esta guisa el aussie llegó a Indonesia con 10 triunfos seguidos y un total de 12 en el cómputo de la temporada, récord absoluto. Y por si fuera poco, también acumulaba 11 poles consecutivas. De otra galaxia.
Pero Sentul le dio a Okada la oportunidad de resarcirse. Como era habitual en esa época, las motos oficiales del Repsol Honda coparon las primeras posiciones de parrilla, con Doohan en la pole, Okada segundo y Crivillé tercero. Los tres no tardaron en romper el grupo y en escaparse, con Doohan tirando con fuerza desde la primera vuelta.
Okada pasó al ataque antes de cumplirse el primer tercio de carrera y nada más ponerse primero imprimió un ritmo muy fuerte que sólo pudo seguir el australiano, con Crivillé quedándose rezagado paulatinamente. Doohan recuperó el liderato de la prueba, mientras que Crivillé perdió cualquier opción al salirse de pista superado el ecuador de la carrera, reincorporándose en la sexta posición.
El foco principal de la carrera estaba en la lucha por la victoria entre Okada y Doohan. Tras sucumbir en Brasil e Inglaterra, esta vez el japonés no estaba dispuesto a perder otra vez su duelo contra el jefe de filas. Le superó a dos vueltas para el final, pero Doohan respondió con una gran apurada de frenada en la que incluso llegaron a tocarse. Todo llegó en el aire a la última vuelta, en la que los dos dieron todo lo que les quedaba dentro. El nipón se puso otra vez al frente, pero la respuesta de Doohan fue de las que quitan el hipo: le adelantó en una excelente apurada de frenada por fuera dos curvas más tarde.
Ese adelantamiento habría hecho tirar la toalla a más de uno, pero no fue el caso de Okada, que a dos curvas del final volvió a adelantar a la leyenda australiana. Ya no hubo margen de reacción para Doohan, que vio cómo perdía el duelo ante el piloto japonés. Tadayuki Okada conseguía su primera victoria en 500cc, con Doohan segundo y terminando ahí una racha de 10 victorias consecutivas. La cara del campeón australiano en el podio, pese a que ya tenía aquel título más que ganado, era de pocos amigos.
Dicho podio lo completó al final Álex Crivillé, que tras salirse de pista realizó una buena remontada en las últimas vueltas pasando a Checa, Aoki y Abe para hacerse con la tercera posición.
En 125cc la victoria fue para un piloto que iba destinado a convertirse en leyenda, Valentino Rossi, que ya había logrado el título y que sumó allí su 11º triunfo de la temporada, mientras que en 250cc Max Biaggi logró un triunfo clave en plena lucha por el Mundial contra su entonces compañero Ralf Waldmann.
Doohan, aún más humano en la siguiente carrera
La victoria de Tadayuki Okada en Indonesia desactivó la racha de Doohan en una temporada en la que batió todos los récords de victorias, poles y puntos. El australiano salió con más ganas que nunca en la última cita del curso, ante su público en Phillip Island, y cuando lideraba en solitario con una clarísima ventaja se fue al suelo en la curva 1, que posteriormente sería rebautizada como 'curva Doohan'.
Ese último triunfo de 1997 se lo llevó Álex Crivillé, que de ese modo ponía fin a una larga sequía marcada por la grave lesión que sufrió en su mano izquierda. El año terminó con Doohan logrando 340 puntos de 375 posibles y aventajando a Okada (subcampeón) en nada menos que 143. Fue uno de los años más arrolladores de la historia, con 12 victorias y dos segundos puestos en 15 carreras.
Desde entonces, sólo Marc Márquez ha logrado más victorias que Doohan en una sola temporada, ganando 13 carreras en 2014 y rompiendo un récord que estuvo vigente durante 17 años. En el caso de Marc, en un calendario que tuvo tres carreras más. En 2019 Márquez rozó la gesta nuevamente, consiguiendo 12 victorias y seis segundos puestos en 19 carreras, en la temporada con más autoridad que se recuerda en la era moderna, ya que ganó el campeonato con 151 puntos de ventaja.
El Mundial vuelve a Indonesia
La aventura del circuito de Sentul apenas duró dos años en el Campeonato del Mundo, los de 1996 y 1997, pero ya no se volvió más allí. Pese al fervor que existe en el país asiático con el motociclismo, Indonesia ha estado más de dos décadas sin albergar un Gran Premio.
La expansión del campeonato en los últimos años ha dado como resultado el calendario más largo de todos los tiempos, con 21 Grandes Premios para este 2021 si la pandemia lo permite, y ha permitido que países que no estaban en el calendario se incorporasen o volvieran, con son los casos de Indonesia y Finlandia.
El país asiático vuelve de la mano del nuevo circuito de Mandalika, el cual fue estrenado ya por el Mundial de Superbike y que ahora acogerá su primera cita en MotoGP. Ya en febrero tuvieron lugar tres días de test en pretemporada, tras los cuales un tramo del circuito tuvo que ser reasfaltado al no estar en buenas condiciones. Eso sí, en Indonesia no tardaron en ponerse manos a la obra para llegar a tiempo a una cita muy esperada, en la que a buen seguro el circuito estará a rebosar de público.
Veremos qué ocurre en la vuelta de Indonesia al Mundial y si, como hace 25 años, hay una intrahistoria parecida a aquella del 28 de septiembre de 1997, el día que Okada humanizó a Doohan.