Nos subimos a la nueva Suzuki V-Strom 1050 XT y te contamos nuestra opinión sobre la DR Big de nuestra era
Suzuki ha sacado a escena una renovada V-Strom 1050, inspirada en diseños de los ochenta pero armada con un cargamento de soluciones electrónicas que la sitúan de nuevo entre las maxitrail más interesantes.
La Suzuki V-Strom 1050 XT en 5 tweets
- La nueva V-Strom 1050 XT recibe un paquete electrónico a la altura de sus rivales más directas.
- Sus novedades son principalmente tecnológicas y estéticas. Mecánicamente mantiene la base anterior que tan buenos resultados ha dado a la marca.
- El motor ahora cumple con la normativa Euro5 y cuenta con algunos caballos más, pero manteniendo su cilindrada aunque por su nombre no lo parezca.
- Su diseño está inspirado en la mítica DR Big de 1988 que, curiosa e intencionadamente, fue diseñada por el mismo ingeniero.
- En nuestro catálogo puedes ver en detalle la ficha técnica de la Suzuki V-Strom 1050 XT 2020, así como su versión estándar.
Y al fin llegó la esperada renovación de la V-Strom 1050, una vez más en forma de “revival de los 80”. Por mucho que algunos digan que las marcas se están quedando sin ideas, seamos honestos, nos mola ese puntito de nostalgia, y mucho. Suzuki ha sabido leerlo y, después del resurgir de la Katana, se une a la fiesta en 2020 la DR Big de nuestro tiempo. De hecho, era así como esperábamos que se llamara tras ver las fotos espía que se filtraron hace unos meses, pero finalmente se ha quedado en un híbrido: estética DR Big sobre el esqueleto y músculo de la V-Strom más actual.
Renovarse o morir, esa es la cuestión. Ante una competencia voraz en un segmento en el que cada vez la innovación cobra mayor importancia, Suzuki ha tenido que emplearse a fondo para mantener una de las piezas claves de su catálogo a la altura de las altísimas expectativas. De hecho, las novedades que la casa de Hamamatsu se han visto "reducidas a la mínima expresión", así que las miradas hacia la marca se han centrado en su nueva maxitrail. Como era de esperar, la nueva Suzuki V-Strom 1050 viene bien armada con toda una nueva “artillería electrónica” con la que se mete de lleno en la guerra entre estas viajeras-aventureras.
Equipamiento
- Casco: Acerbis Reactive Graffix
- Traje: Seventy Degrees SD-JT41
- Guantes: Acerbis CE Carbon “G” 3.0
- Botas: TCX Baja Gore-Tex
Opinión
Lo mejor | Podría mejorar |
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Precio y rivales de la Suzuki V-Strom 1050 XT
El precio de la nueva Suzuki V-Strom ha variado como viene siendo habitual respecto a su edición anterior. Las nuevas soluciones electrónicas y la adaptación a la normativa Euro5 han hecho que el precio de la versión XT se coloque en los 14.629 €, unos 1.300 € por encima de la V-Strom 1000 XT, su predecesora. Si bien es una subida considerable, la nueva V-Strom presume ahora de ser una de las opciones con mejor calidad precio gracias a sus nuevas capacidades. Por otro lado, si estás pensando en hacerte con una, te interesará saber que Suzuki ofrece tres años de garantía y tres años de asistencia Premium para estos nuevos modelos. Además puede que estés a tiempo de conseguir un casco Arai TX-3 Edición Especial a juego con tu nueva V-Strom, que entregarán gratis a las primeras 50 pre-reservas del modelo.
La nueva V-Strom 1050 se mete de lleno en la batalla entre las maxitrail más viajeras. Si bien no está entre las más tecnológicamente avanzadas, ahora posee argumentos para medirse contra rivales de la talla de la Kawasaki Versys 1000 (14.299 €), la Ducati Multistrada 950 (14.590 €), la KTM 1090 Adventure (12.999 €) o la Triumph Tiger 900 GT (12.950 €), e incluso si estás valorando sus capacidades offroad, podrán entrar en tu ránking la Honda CRF1100L Africa Twin (15.200 €) y la BMW F 850 GS (12.350 €) . Por supuesto, tampoco podemos olvidar a su hermana pequeña, la Suzuki V-Strom 650 XT (9.329 €), que no ha recibido cambios esta temporada, pero puede ser una buena opción si buscas algo más asequible dentro de la misma familia o si "la de mil" se te hace muy grande.
Novedades de la Suzuki V-Strom 1050 XT
Por fin llegó la hora de darle un repaso a la V-Strom. La maxitrail de Suzuki ha sido un éxito de ventas y una gran compañera de aventuras de miles de usuarios desde que apareciera su primera edición en 2002, pero la revolución electrónica que se está sucediendo en este segmento ha dejado técnicamente en desventaja a esta bicilíndrica en estos últimos años. Hasta ahora.
La Suzuki V-Strom 1050 ha renacido tras pasar por la mesa de diseño de nada menos que Ichiro Miyata, el ingeniero responsable del diseño de la Suzuki DR Big original. Sí, sí, la del 88. Las líneas son claramente inspiradas en estas “dakarianas ochenteras”, pero trasladadas a 2020, con muy buen gusto por cierto. Pero lejos de estar ante una moto retro, la Suzuki V-Strom 1050 XT viene cargada de muchas otras soluciones de nuestra era, que llegan bajo las siglas S.I.R.S. (Suzuki Intelligent Ride System).
Para empezar, la V-Strom cuenta con una plataforma inercial y un acelerador electrónico Ride by wire, que permiten la incorporación de tres mapas de potencia (Suzuki Drive Mode Selector) y control de tracción, también de tres niveles y con posibilidad de desconectarlo. A su vez, aunque el equipo de frenos firmado por Tokiko es casi idéntico a la edición anterior, también se añade a ellos una buena dosis de electrónica, ahora con un ABS adaptativo en curva, asistencia de arranque en pendiente, “anti-stoppie” para evitar que se eleve la rueda trasera en frenadas bruscas o bajadas y un ingenioso sistema de distribución de frenada según la carga, con el que conseguimos mejorar la eficiencia de frenado si vamos con acompañante o equipaje.
Se ha incorporado también un control de crucero y una asistencia a bajas revoluciones, que ajusta las revoluciones automáticamente para evitar que nuestra moto se cale y facilitarnos los arranques desde parado. Cuenta por otro lado con una toma de corriente de 12v bajo el asiento y una toma USB al lado del panel de instrumentos. Y hablando del panel, contamos con un nuevo “display” LCD con un nuevo diseño que aglutina indicaciones para todas estas nuevas funcionalidades. No pasan desapercibidas las ópticas led delanteras y traseras, con un diseño también muy característico inspirado en la DR Big. Y como remate, una pantalla regulable en altura manualmente.
Por otra parte, como viene siendo habitual, el motor también ha tenido que pasar su correspondiente revisión para cumplir con la normativa Euro5. Se mantiene prácticamente igual que su predecesor con 1.037 cc, pero ahora su potencia ha aumentado hasta los 106 cv. Pero si eres usuario del A2, no cierres esta ventana todavía, ya que Suzuki ha tenido el detalle de lanzar una edición limitable a 35kw.
En cuanto a la parte ciclo, el chasis de doble viga de aluminio se mantiene respecto a su predecesora, con un subchasis tubular atornillado que nos da un toque más endurero. Le acompañan unas suspensiones firmadas por KYB, con una horquilla de 43mm de diámetro y un monoamortiguador trasero montado en bieletas, ambos regulables en precarga e hidráulico.
Si quieres conocer más en profundidas las cifras y detalles técnicos de la nueva Suzuki V-Strom 1050, no dejes de visitar su ficha técnica en nuestro catálogo.
Prueba en carretera
Vale, vale, mucho tecnicismo, electrónica y fuegos artificiales. ¿Pero cómo va? Muchos estaréis pensando algo por el estilo, sobre todo con las pruebas de motos de hoy en día, así que… ¡Al lío!
Nos subimos a la nueva Suzuki V-Strom y lo primero que se nota es una envergadura considerable y un peso en parado también notable, nada que no esperes encontrar en una maxitrail. Es una moto grande, no te estoy descubriendo nada nuevo, pero he de decir que es bastante accesible al suelo y que no intimida lo más mínimo si estás habituado a motos de este corte. El asiento es bastante plano, acompañando el diseño, y con un mullido algo duro aparentemente pero muy cómodo pasados varios kilómetros. Quedas relativamente encajado con un manillar ancho muy endurero y que te confiere una posición con mucho control a la vez que relajada, perfecta para largos viajes.
En los primeros metros se nota un radio de giro muy agradecido y un aplomo en bajas velocidades excepcional, lo que nos ayudará sin duda a lidiar con ella en ciudad o situaciones similares. Salimos desde el centro de Madrid por autopista en busca de una buena dosis de curvas por la zona sur de la comunidad, con Aranjuez como destino final. Desde que pisas la A-3 dirección Valencia y te pones a 120km/h, te das cuenta de la capacidad de esta V-Strom 1050 para devorar kilómetros sin enterarte. Activamos el control de crucero sin ningún tipo de problemas y, gracias a su prominente pantalla, carenado y cubremanetas, que proporcionan una protección aerodinámica excepcional, vas conduciendo como un auténtico marajá. Eso sí, antes de salir, este marajá ajustó la altura de la pantalla que, al tener que hacerlo desde el frontal, no podría haberla cambiado en marcha. Por otro lado, la instrumentación de un primer vistazo parece algo recargada, pero poco a poco te das cuenta de que todo lo que necesitas está visible y te habitúas a la ubicación de cada indicador. Y eso sí, la barra de accesorios sobre la instrumentación es un verdadero “puntazo”, me vino como anillo al dedo para enganchar mi GoPro durante toda la ruta.
El motor por su parte también acompañó muy bien en estos primeros compases de la ruta. Resulta que su máxima potencia la da a 8.500 revoluciones, pero en la práctica, rara vez le exigirás tanto al motor. Es en el entorno de las cuatro o cinco mil donde el motor se muestra dulce y con muy pocas vibraciones, por no hablar de los beneficios en el consumo, lo que resulta perfecto para lo que queremos, viajar tranquilos y disfrutando del paisaje.
Ahora bien, esto es una moto, tiene dos ruedas, más de cien caballos y, por supuesto, mucha adrenalina que ofrecerte. Así que una vez llegamos a nuestro pequeño pedacito de felicidad en forma de curvas enlazadas, pudimos comprobar las verdaderas prestaciones de esta Suzuki V-Strom 1050 XT.
Para empezar, el tacto del acelerador electrónico es una maravilla. Es muy preciso y dosificable, con una entrega de potencia muy progresiva y, llevando el motor en un entorno de cuatro a seis mil vueltas, muy dulce pero sin llegar a volverse perezosa en las salidas. Como buena bicilíndrica podrás equivocarte en el cambio y pedirle que te saque del apuro. No saldrás disparado, pero saldrá sin problemas. Eso sí, si le pides más chicha y revolucionas del motor, te responderá con todo su arsenal, pero también con una pequeña dosis de vibraciones que emitirán sus dos pistones en V. Nada muy exagerado, pero ahí están.
Seguimos enlazando curvas y poco a poco le fuimos pidiendo más y más, hasta cerciorarnos de uno de sus puntos fuertes más destacables, un aplomo impresionante. La verdad es que, a pesar de sus 247kg, la V-Strom se mueve entre curvas como pez en el agua. Su manillar ancho te dejará hacer cambios de dirección bastante rápidos dentro de que estamos sobre una maxitrail. La suspensión, aunque está pensada para ofrecer confort en viajes, no se descompone en frenadas y curvas llevando una conducción más deportiva. Y los neumáticos Bridgestone Battlax Adventure A41 no nos dieron ni un solo susto. Todo lo que percibíamos era seguridad y confianza a medida que dejábamos atrás una curva, y otra, y otra…
El equipo de frenos firmado por Tokico son una delicia en cuanto a funcionamiento. No varían mecánicamente demasiado respecto a su predecesora, pero sí que, al menos en la versión XT, cuentan con una renovación de su “artillería electrónica” que nos dará un plus en seguridad y comodidad en diferentes situaciones.
Prueba Off Road
Tenemos una gran viajera y una buena máquina para darnos una alegría entre curvas, pero ¿es una auténtica aventurera? Suzuki ha “vestido” su lanzamiento con el hashtag de #MasterOfAdventure. Pero lejos de esperar que “nos traguemos” un anglicismo que nos vendría genial en una camiseta, Suzuki nos ha llevado a un auténtico centro de entrenamiento off-road ubicado en Toledo, y no contentos con ello, nos han metido en la boca del lobo con los mismos neumáticos 100% de asfalto. Hay que estar muy seguro de tu producto para hacer semejante temeridad, pero bueno, nosotros encantados. Así que nos ponemos el casco y… ¡Al barro!
Lo primero que vamos a notar avanzando unos pocos metros lentamente es de nuevo una gran estabilidad. El radio de giro nos va a ayudar mucho y la posición del manillar y estriberas te invita a meterte en líos. De hecho, es bastante estrecha en la zona de las rodillas para ser una moto grande y con muy buen agarre en las piernas.
Sobre el papel, no es la trail más endurera que te puedes comprar. Tiene llantas de 19 pulgadas delante y 17 detrás, 160mm de recorrido de suspensión y lo mismo de distancia al suelo. Pero lo cierto es que se desenvuelve bastante bien.
Uno de los aspectos que más destacaría es el tacto del gas, muy preciso y dosificable. También, contamos con esas pequeñas ayudas como el arranque en pendiente o la asistencia a bajas revoluciones que nos harán la vida en el campo algo más fácil. Suzuki ha tenido en cuenta esta vertiente aventurera que sus usuarios esperan que tenga una maxitrail y, sin perder de vista su orientación más asfáltica, han dotado a la nueva V-Strom de un ABS con dos modos seleccionables, para adaptarlo a las condiciones en el campo, y un control de tracción desconectable.
Realmente los frenos resuelven bien casi cualquier situación en este terreno, y eso que los probamos con neumáticos de carretera. Eso sí, el ABS no es totalmente cancelable, pero si nos ponemos en la piel de uno de sus ingenieros, lo cierto es que tiene bastante sentido así, desarrollando una moto para que sea amable con un usuario no muy experimentado fuera del asfalto. Lo que sí echamos en falta es que el nivel más bajo del control de tracción sea más permisivo. De nuevo se muestra muy correcto y no te dará ningún susto en tus viajes por territorios insospechados, pero si te gusta exigirle un poco pero sin locuras, el salto del nivel 1 a desconectarlo, es bastante acusado.
Está claro, no es una RMZ, pero sabiendo lo que tienes entre manos, te puedes atrever sin miedo y darte una buena escapadita por la naturaleza.
Conclusiones y opinión sobre la Suzuki V-Strom 1050 XT
Está claro que la nueva Suzuki V-Strom 1050 ha cumplido con creces nuestras expectativas. En mi opinión, el cambio estético le ha venido de fábula y sus novedades tecnológicas la hacen de nuevo una candidata perfecta a tener en cuenta entre las maxitrails "top" del mercado, en especial para los más viajeros.
Y es que creo firmemente que es una moto nacida y perfecta para ello. En este punto, su autonomía podría ser mejorable, pero en la práctica, podrás cubrir igualmente distancias considerables con un comportamiento dinámico, su estabilidad y comodidad sorprendentes.
A Suzuki aún le queda margen de mejora, en especial con la conectividad móvil y pantallas TFT, pero sin duda estamos ante una opción que, por su buena relación calidad precio, deberás incluir en tu balanza a la hora de elegir a tu próxima compañera de aventuras.
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