«Voy a intentar correr, pero el objetivo es estar al cien por cien en Mugello»
Raúl Fernández llega a Le Mans sólo siete días después de someterse a una delicada cirugía en el brazo, en el que se le detectó un síndrome tricompartimental, con nueve músculos afectados. «Lo voy a intentar; si puedo, puedo, pero si no es seguro o algo así, pararemos inmediatamente», explica.
Las lesiones se están cebando en este inicio de temporada con el RNF Aprilia. El nuevo equipo satélite de la marca de Noale no pudo contar con Miguel Oliveira en Argentina tras el choque de Marc Márquez en Portimao, ni tampoco tendrá al portugués en Le Mans, esta vez por el incidente múltiple que tuvo en la salida de la carrera larga de Jerez con Fabio Quartararo. En primera instancia, Oliveira sufrió una luxación en el hombro tras esa caída, pero después de que se lo colocasen, se descubrió una pequeña fractura en la cabeza del húmero que le ha dejado fuera del GP de Francia.
En el lado de Raúl Fernández, los percances no han sido tan graves como para quedarse fuera en algún Gran Premio, pero en su caso el madrileño ha tenido que pasar por el quirófano. Los problemas comenzaron para él en Portimao, donde ya empezó a sentir agarrotamiento y adormecimiento en el brazo derecho. En un primer momento, el piloto madrileño pensó que este problema, que desembocó en caída en Portimao, se debía a que llevaba un mono demasiado ajustado, pero los problemas se reprodujeron en Jerez y eso le llevó a pasar una revisión.
Fernández aguantó con dolor en el GP de España y en los posteriores test del lunes, y dos días después se sometió a un chequeo médico y a una posterior operación para solventar los problemas. El pasado 4 de mayo fue operado en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, donde se le detectó una lesión más grave de los previsto inicialmente: en su caso, padecía síndrome tricompartimental, con un total de nueve músculos afectados.
Pasará revisión médica en el circuito tras la Práctica 1
Pese a que los plazos completos de recuperación oscilan entre cuatro y seis semanas, Fernández ha intensificado su rehabilitación con tal de llegar a Le Mans, donde su aportación será fundamental para el RNF Aprilia al no estar Oliveira, quien será reemplazado por Lorenzo Savadori. «Hemos tenido suerte de descubrir el problema. Tenía un síndrome compartimental mayor que el normal. Me abrieron por tres partes diferentes del brazo y había nueve músculos afectados, así que fue una operación dura. Pero estoy muy contento, porque era muy complicado pilotar así. Jerez fue un desastre para mí; pude hacer tres vueltas seguidas apretando, pero el resto de la carrera fue un desastre, no sentía nada frenando ni con el gas y era muy difícil de gestionar. Estoy contento de haber encontrado una solución y de estar con Quirón Salud, que me han ayudado mucho y el Dr. Foruria hizo un gran trabajo», comenzaba explicando Raúl.
El piloto de San Martín de la Vega se ha plantado en Le Mans sólo siete días después de su operación, aunque no lo hace con el objetivo claro de correr. Su idea es probarse y comprobar su estado, y seguir adelante sólo si es posible. Si no, esperará a Mugello, cita que se celebra dentro de un mes. De hecho, mañana tendrá que pasar revisión médica cuando termine la Práctica 1: «Ahora mi brazo está muy sensible. Le dije al doctor que si había un 10 ó un 15% de opciones de venir aquí, lo iba a intentar. Iremos entrenamiento a entrenamiento para intentar correr, aunque no es nuestro objetivo este fin de semana, sinceramente. Cuando terminaron la operación, me dijeron que fue complicada. Todo salió bien, pero fue más de lo que esperaban y como mínimo hacen falta cuatro o seis semanas, y en una semana estoy aquí tratando de pilotar la MotoGP. Es una locura, pero es algo importante para nosotros, también para el equipo porque Miguel está teniendo problemas con el hombro y en mi caso con el brazo. Es mi decisión, pero ellos me han apoyado para venir aquí».
Nombre | Raúl Fernández |
Dorsal | 25 |
País | España |
«Mi temporada empezó en Portugal, como la de todo el mundo, pero es verdad que he tenido muchos problemas en el brazo. En Portimao se me durmió el brazo en la décima vuelta, más o menos, y en Jerez estaba destrozado en la tercera. En Austin tuvimos un problema mecánico, pero si hubiera seguido en carrera, quizá habría tenido el problema otra vez. Hemos tratado de encontrar una solución para estar completamente preparados para Mugello y Assen», añadía el piloto del RNF Aprilia.
«Tengo todo el brazo amarillo, como un Simpson», bromeó el #25. «Pero aun así, está bien. Estoy aquí para intentarlo, pero nuestro objetivo es estar en Mugello al cien por cien. El objetivo no es correr aquí; lo voy a intentar, pero si no puedo, quizá sea peor y si surge algún problema, demora la recuperación. Lo voy a intentar; si puedo, puedo, pero si no es seguro o algo así, pararemos inmediatamente. El primero objetivo es probar en el FP1 y ver qué podemos hacer», subrayaba.