La Kawasaki Z H2 realza el segmento "muscle naked"
La Kawasaki Z H2 es una de las motos más bestias que encontramos en el mercado; el concepto que nace de la ergonomía naked y el motor sobrealimentado da lugar a un producto enérgico y portentoso, pero domesticado gracias a la electrónica de última generación Kawasaki. Nosotros hemos tenido la suerte de probarla y te contamos nuestra experiencia.
La Kawasaki Z H2 en 5 tweets
- La Z H2 es una moto donde la potencia se ve eclipsada por el par motor.
- Un toro miura con dos ruedas, pero al mismo tiempo fácil de llevar gracias a su refinada electrónica.
- Un chasis largo y un conjunto algo pesado que se agradecen y se necesitan cuando abres el acelerador a fondo.
- El concepto naked magnifica las sensaciones de aceleración debido al aire que recibe el conductor, una sensación única.
- Si quieres más información de esta moto, entra en la ficha técnica de la Kawasaki Z H2 2020.
La Kawasaki Z H2 no tiene mucha complicación, es la versión naked de la conocida Kawasaki H2, una moto que recupera la idea del motor sobrealimentado y antepone las prestaciones a cualquier otro aspecto. Hace poco probamos su versión más turística, la Kawasaki H2 SX, pero ahora nos encontramos con su versión más canalla, una bestia con cuernos donde el jinete deberá mantenerse encima a pecho descubierto. Así se las da Kawasaki, creadora de la ZX-12R o la Match III, motos que han marcado un antes y un después en el campo de las prestaciones sobre dos ruedas.
Kawasaki ha implantado su motor sobrealimentado a esta nueva saga H2, que adquiere una nueva personalidad gracias a un manillar elevado (tampoco mucho) y la ausencia de protección aerodinámica. Hace años este binomio hubiera resultado en una desmesurada bestialidad de mucho riesgo. Hoy en día la electrónica cobra un rol incluso más importante que la del compresor volumétrico y, se encarga de lograr que este concepto de moto sea accesible, entretenida y, viable. Gracias Kawasaki por estas cosas, por estas ideas tan excéntricas y por darle chispa al mundo de las dos ruedas.
También debo dar las gracias al taller de motos Serpak de la Calle Isla de Ons 26 de Madrid, que tuvo a bien de repararme un pinchazo en el neumático trasero de esta unidad de prensa Kawasaki Z H2, en el peor momento, en la peor hora, y de la manera más rápida y eficaz que jamás he visto. Saben lo que hacen, habrá que pasarse por allí.
Agradecimientos aparte, realmente estamos ante una moto bastante "cachonda". Es una moto muy poderosa (voy a intentar evitar el término potente porque, aunque realmente es potente, su verdadera virtud es el par motor), con un gran chasis y una geometría bastante capaz para lo que se tiene entre manos. Es cierto que el conjunto es algo pesado, pero en casos así, ese peso, bien entendido, juega un papel positivo. El resumen rápido es: 200 cv, 137 nm, 239 kg y 1000 cc, un manillar y un paquete electrónico de última generación.
Equipamiento
- Casco: Scorpion EXO R1
- Chaqueta: Rev'it Akira Vintage
- Guantes: Alpinestar Drystar
- Botas: Seventy Degrees SD-BC6
Opinión
Lo mejor | Podría mejorar |
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Precio de la Kawasaki Z H2
El precio de la Kawasaki Z H2 (18.450 €) es el precio de una muscle bike con tecnología de sobrealimentación, electrónica "full" y la exclusividad de un modelo tan excéntrico. Debemos tomar como referencia sus hermanas Kawasaki H2 (33.850 €) y Kawasaki H2 SX (26.850 €).
Para situarnos mejor en el mercado, debemos enfrentarla a las hiper-naked. Lo cierto es que la Kawasaki Z H2 se encuentra en una pequeña brecha de segmento, donde no hay actualmente mucho mercado. Podríamos compararla frente a las mencionadas hiper-naked, pero realmente no sería justo. La Kawasaki Z H2 no es una sofisticada, ágil y eficiente arma del crono sin carenado. Se trata más bien de una algarabía mecánica que representa el progreso, el esfuerzo por ir un paso más allá, y el hacer lo que no se ha hecho. En otras palabras, abrir la veda de un nuevo segmento o, reabrir un mercado olvidado. Ese segmento sería el de la muscle nakeds, donde actualmente no encontramos mucha cosa. Podríamos hablar de motos como la Yamaha MT-01 o la Suzuki Big King... todas ellas ya descatalogadas. Actualmente, lo más parecido serían motos como la KTM 1290 Super Duke R (19.249 €), la Yamaha MT-10 SP (18.499 €), la reciente Ducati Streetfighter V4 (21.990 €), la Aprilia Tuono V4 1100 Factory (16.999 €) o la Triumph Speed Triple RS (16.400 €).
Características y datos técnicos Kawasaki Z H2
La Kawasaki Z H2 realmente no dista mucho de sus hermanas H2 y H2 SX. Respecto a ellas encontramos un nuevo triángulo ergonómico, una geometría ligeramente modificada gracias a un nuevo chasis y, mismo propulsor y electrónica.
El motor de la Kawasaki Z H2 es el conocido tetracilíndrico de 1000 cc engendrado en los headquarters de Kawasaki Heavy Industries, con un compresor volumétrico que genera 137 nm de par motor y 200 cv de potencia sobrealimentada.
Como curiosidades encontramos un nuevo embrague anti-rebote, un diseño "dog-ring" de la caja de cambios y un sistema de refrigeración de aceite para prescindir de un intercooler (generalmente necesario en motores sobrealimentados).
El chasis de la Kawasaki Z H2 es uno de los importantes cambios aplicados frente a las otras versiones H2. Se trata del mismo estilo/concepto, incluso su apariencia es bien similar, sin embargo cuenta con un diseño ligeramente modificado para mejorar su maniobrabilidad a bajas velocidades. Los frenos de la Z H2 vienen equipados por dos pinzas Brembo M4.32. La suspensión delantera es una horquilla invertida Showa SFF-BP y el monoamortiguador trasero es el mismo empleado en la Kawasaki ZX-10R.
Por último pero no por ello menos importante encontramos el paquete electrónico, del mismo nivel que su prima la mencionada ZX-10R. Este se sirve de una plataforma de medición inercial IMU de Bosch, que nos ofrece tres modos de conducción (Rain, Road y Sport), cada uno de ellos con distintas gestiones del mapa motor y ayudas a la conducción. Realmente disponemos de un cuarto modo de conducción llamado Rider donde podremos configurar todas las ayudas electrónicas a nuestro gusto (ABS, Control de tracción, Anti-Wheelie, gestión en curva, y respuesta del acelerador).
A ello se suma cambio semi automático, tanto de subida como de bajada, control de crucero, iluminación full LED y conectividad Bluetooth para SmartPhone.
De serie la recibiremos con los neumáticos Pirelli Rosso III.
Prueba Kawasaki Z H2
Tras todas estas informaciones técnicas, llega la hora de subirse a la bestia y salir al ruedo. La Kawasaki Z H2 es una moto grande, portentosa, voluminosa y sobre todo, imponente, aunque luego su conducción sea más fácil de lo que parece. No se trata de una naked técnica y específica para bajar el cronómetro en un circuito. Tampoco es una flamante roadster de carretera. Es una "muscle naked". Es una moto identidad propia, con una importante diferencia respecto al resto de motos naked de alta cilindrada del mercado: un músculo mecánico, su sobrealimentador que genera caballos y par motor de manera forzada.
Una vez tenemos claro lo que hay, nos subimos a esta bestia engendrada en colaboración con el departamento aerospacial de Kawasaki. La primera impresión es que se trata de una moto no solo grande en términos generales, sino que también es relativamente alta, y su asiento no cede ni un milímetro, ya se percibe duro desde el principio. La posición de conducción es cómoda, deportiva pero cómoda. Para las personas que no sean muy altas quizá percibimos la posición de los mandos algo lejana, pero nada preocupante.
Arrancamos la Kawasaki Z H2 y ... un tenue murmuro. Está claro que las motos de hoy en día, afligidas por las actuales normativas anti contaminación (Euro5), apenas suenan. Este no es un caso diferente, es una moto muy silenciosa. Pero tiene una interesante y carismática diferencia acústica: el silbido que realiza la caracola del compresor al retener la depresión del flujo de aire, similar al silbido que escuchábamos en los coches de rally de hace tiempo (provocado por las aspas de la compresora). Se trata de un sonido curioso y adictivo, que también encontrábamos en la H2 y la H2 SX. Ahora disfrutas de otro modo el silencio del escape, gracias al cual puedes oir con mayor volumen este silbido de la compresora. Realmente es un vicio que además, dejará confundida a toda la gente que adelantes.
Una vez iniciamos la marcha, las primeras sensaciones con la Kawasaki Z H2, generalmente por ciudad o espacios urbanos, se siente algo cabezona de delante, no mucho, tampoco torpe, simplemente percibes que es una moto pesada y que le gusta virar en marcha tendida. Ese peso es el mismo que más tarde se tornará a tu favor cuando empieces a curvear por un tramo de curvas rápidas. Tal y como digo, en cuanto abandonamos los virajes urbanos y vamos saliendo a espacios periféricos sentimos como la moto recupera una agilidad inusual para el peso del conjunto, y como el motor y el chasis funcionan en perfecto equilibrio. Es una moto con una gran masa en la parte frontal, necesaria para mantener las dos ruedas en el sitio ante una gran aceleración (que no velocidad). La estabilidad de esta moto es su otro punto fuerte, que combinado con un manillar elevado hace de ella una verdadera máquina, muy diferente a lo que habrás probado hasta ahora. La capacidad de aceleración es tal, que empiezas a comprender la necesidad de toda esa masa y peso del conjunto. Si te preocupa la frenada tampoco debes asustarte, viene equipada con un sistema de frenos Brembo monobloque y bomba radial, capaces de frenar esta moto sin esfuerzo. En este aspecto quizá si deba recalcar dos puntos que pueden no gustarnos. El primero es el sistema ABS, excesivamente conservador en los modos Road y Rain, y por otro lado el neumático de serie, el Pirelli Rosso III. Es un gran neumático pero, quizá esta moto precise un modelo algo más deportivo como el Rosso Corsa 2 o incluso el SuperCorsa (SP).
Enlazando con el comportamiento de los neumáticos, la Kawasaki Z H2 no esconde ningún secreto si te decimos que se los devora. Lo que genera el desgaste de un neumático no es la velocidad en sí, sino su aceleración. Una moto con más par genera más aceleración y desgaste al neumático que una moto con menos par pero más potente.
Lo cierto es que, la Z H2 cuenta con un aliado muy interesante: un paquete electrónico muy refinado y de última generación. Y no solo eso, sino que además está bien tarado. Me explico, los sistemas de ayuda electrónicos y la entrega de potencia van configurados en pos del modo de conducción seleccionado. Muchas motos muestran su configuración muy conservadora en sus modos urbanos, y de repente en el modo más deportivo se vuelven radicales de manera desproporcional. O al revés, casos en los que incluso el modo Rain es excesivo, pero el modo más deportivo (Sport/Race) se queda algo escaso. En la Kawasaki Z H2 puedo asegurar que los tres modos de conducción (Rain/Road/Sport) están muy bien escalonados.
El modo Rain es muy suave, con menos potencia, y muy cómodo y fácil de usar... algo intrusivo en la frenada, pero es algo lógico y de esperar. El modo Road por el contrario ya da un importante salto en entrega, potencia y ajuste de los sistemas de ayuda (excepto el del ABS, que particularmente lo encontré un pelín intrusivo aún). El control de tracción permite buenas aplicaciones de gas, el control anti-wheelie te cortará cuando ya hayas despegado un par de palmos. La potencia en este modo será toda la desarrollada por el motor, mientras que su entrega aún estará suavizada. Y luego encontramos el modo Sport, un modo de conducción más salvaje, agresivo, radical, donde podremos levantar el tren trasero hasta los 45º y un control de tracción que nos permitirá pintar de negro todas las salidas de curva. Es aquí y en este punto donde los Pirelli Rosso III no dan la talla, y empiezan a fatigarse con mucha rapidez.
El motor de la Kawasaki Z H2, como ya hemos mencionado anteriormente, no es nada nuevo, pero ahora junto a una posición de conducción erguida y sin protección aerodinámica, cobra una nueva personalidad. La sensación de aceleración es tan brutal que preferirás una moto más deportiva y potente a esta pedazo de naked repleta de par motor. La infinita proyección que sufres al acelerar a fondo (en el modo Road o Sport) en la zona media del tacómetro te exigirá estar en forma, agarrarte fuerte y, unas serias agujetas al día siguiente. Es una sensación única, como si se arrugara el asfalto cada vez que abres gas. Además su posición de conducción más relajada y erguida facilita estas portentosas aplicaciones de gas. Cerca de la zona roja del tacómetro experimentamos una ligera "planicie" en la entrega de potencia, pero no te importará mucho cuando mires el velocímetro. En la zona baja de rpm, la Z H2 es noble y fácil de usar incluso en el modo Sport, donde encontramos bastante más contundencia incluso "off-boost", pero nada desatado ni descontrolado. No es una moto únicamente para expertos, es una moto fácil de llevar pero que exige cabeza y responsabilidad.
El comportamiento en curvas de la Z H2 es mucho mejor de lo que esperamos. Realmente es una moto que puede atragantarse un poco en espacios urbanos o virajes muy cerrados, pero en cuando coge un poco de velocidad es una moto mucho más ágil de lo que esperas para el peso que tiene. Las curvas medias y rápidas son su entorno. Quizá no será la máquina más eficiente y rápida en términos técnicos, pero si una de las más divertidas. La facilidad con la que se encaran las curvas, con la que se pliega el conjunto y se mantiene super estable incluso al aplicar mucho gas, es algo digno de experimentar. Muy divertida y muy emocionante. Si algo destaco en su comportamiento dinámico es su estabilidad, y tampoco es que tenga unas suspensiones precisamente duras. Las suspensiones son firmes pero cómodas. Realmente mantienen bastante bien la estabilidad de todo el conjunto incluso (sorprendentemente) ante fuertes aplicaciones de gas y aceleraciones contundentes. Quizá es en la frenada donde percibimos un poco más todo este peso. No por ineficacia de frenada, que no la vas a encontrar, sino por la inercia que alcanza, y es ahí donde el neumático delantero rinde un pelín por debajo del resto de componentes del ciclo.
Por último, algunos detalles que sin precisar mucho, debo mencionar: de todo lo divertida que es, lo cara que resulta. El consumo es elevado, a la par de su potencia y empuje. El asiento del pasajero es igual de duro, pero más pequeño y, la iluminación por la noche es algo escasa. Pero incluso con estos tres pequeños detalles, es una de esas motos que te marcan y con las que te encariñas, es muy diferente a lo jamás experimentado con anterioridad.
Conclusiones y opinión Kawasaki Z H2
La Kawasaki Z H2 es una moto inusual, excéntrica y muy carismática. No es una máquina pensada para realizar un registro por vuelta en circuito similar al de una super deportiva. Es una moto de altos vuelos de carretera, una moto muy divertida, extremadamente adictiva y que, en cierto modo, nos recuerda a esos años dorados del motociclismo donde el mercado ofrecía experiencias como la Kawasaki ZX-12R o la Hayabusa. Aunque si hilamos más fino, debemos recordar la Mt-01 o la Big King, motos diferentes, quizá algo incomprendidas, pero tremendamente divertidas. Así es la Z H2, una bestia del asfalto, pero que gracias a la evolución tecnológica ya no se cierra exclusivamente al usuario experimentado.
Mi opinión de la Z H2 es muy positiva, es cierto que he encontrado algunos puntos negativos, pero quedan reducidos a la nada cuando disfrutamos de todas sus bondades mecánicas. Es una máquina que te transforma sin reparo el prejuicio sobre este tipo de motos, y con la que llegas a disfrutar muchísimo incluso por carretera abierta. No es una cuestión de velocidad, es una cuestión de aceleración y sensaciones. Y sí, no oculto que me gustaría tener una.
Galería de fotos Kawasaki Z H2
Fotos acción Kawasaki Z H2 2020
Fotos detalles Kawasaki Z H2
Colores Kawasaki Z H2