Prueba Honda CL500 2023: Espíritu scrambler

El precio de la Honda CL500 (6.750 €) es muy similar al de su hermana Honda Rebel 500 (7.000 €).

Para situarla en el mercado debemos enfrentarla a rivales como la Brixton Crossfire 500 XC (7.699 €), la SWM Six Days 500 (4.995 €), la Royal Enfield Scram 411 (4.989 €), la Macbor Eight Mile 500 Scrambler (6.599 €), la Benelli Leoncino 500 Trail (6.590 €) o la Husqvarna Svartpilen 401 (6.099 €).

Honda CL500 2023

471 cc | 192 kg | 45 cv | 6.750 €

Brixton Crossfire 500 XC 2022

486 cc | 195 kg | 47 cv | 7.699 € | 2 cil. en línea

SWM Six Days 500 2022

445 cc | 153 kg | 27 cv | 4.995 € | Monocilíndrico

Royal Enfield Scram 411 2022

411 cc | 185 kg | 24 cv | 4.989 € | Monocilíndrico

Macbor Eight Mile 500 Scrambler 2022

471 cc | 195 kg | 47 cv | 6.599 € | 2 cil. en línea

Benelli Leoncino 500 Trail 2021

500 cc | 207 kg | 48 cv | 6.590 € | 2 cil. en línea (Descatalogada)

Husqvarna Svartpilen 401 2022

373 cc | 152 kg | 44 cv | 6.099 € | Monocilíndrico

¿Que cómo es la nueva Honda CL500? Pues es una moto que se hace notar por su diseño, por lo que podemos empezar a hablar de ella incluso sin necesidad de arrancarla. No es una moto hecha desde cero, hereda algunos componentes de otros modelos que ya conocíamos, pero aun así es un modelo totalmente diferente a todo lo que Honda ofrecía hasta ahora. Sin lugar a dudas es una moto neo-retro, con materiales y soluciones totalmente actuales, pero con líneas que nos trasladan a otra época de manera elegantemente contemporánea.

Si empezamos por el principio, por lo que realmente destaca en esta CL500, hemos de comenzar por detenernos en su diseño. Vemos formas minimalistas claramente marcas por varios elementos puramente scrambler. Asiento plano, depósito pequeño, manillar alto y ancho, horquilla con fuelles, doble amortiguador trasero, escape elevado, llantas grandes, neumáticos mixtos, faro redondo, intermitentes redondos, instrumentación redonda… En definitiva, pequeños grandes detalles que sueltos no dicen mucho, pero juntos crean una moto scrambler de líneas suaves y redondeadas. El negro es el color predominante, tal y como puedes ver en chasis, basculante, motor, suspensiones y llantas, y eso ayuda también a imprimir cierto carácter.

Cuando decimos que la Honda CL500 hereda elementos que ya conocíamos nos referimos fundamentalmente a su motor. Este bicilíndrico en paralelo es un viejo conocido pues es el quinto modelo en el que lo utiliza Honda. Lo vimos primero en la familia CB, con la CB500X, la CB500F y la CBR500R, y después también en la CMX500 Rebel, con la que por cierto también comparte buena parte del chasis.

El motor es gran responsable de la razón de ser de esta CL, pues hace que estemos ante una moto A2 dirigida a un amplio abanico de público. Tiene una cilindrada de 471 cc, ofrece casi 47 CV de potencia y supera los 43 Nm de par. Y siempre se ha caracterizado por ser un motor alegre y divertido. En comparación con el de la Rebel se ha modificado el mapa de encendido y la admisión, que ahora es más directa para adelantar la entrega de potencia y conseguir unos medios más aprovechables. Y todo el sistema de escape también es nuevo, claro, con un silenciador grande y elevado que tiene una importante carga estética en la moto.

Como decimos, el chasis es el mismo que el de la Rebel, pero no el subchasis, que es mucho más grande y robusto, pensado para que nos acompañe un pasajero. De las suspensiones se encarga una horquilla delantera convencional, de barras de 41 mm y con 150 mm de recorrido, sin capacidad de regulación, a la que se suman dos amortiguadores traseros de 45 mm, 145 mm de recorrido, y 5 ajustes de precarga.  El basculante es tubular de nueva factoría. Y de los frenos se encargan un disco flotante delantero de 310 mm, con pinza Nissin axial de 2 pistones, y otro trasero de 240 con pinza del mismo fabricante y un único pistón. Las llantas son de aluminio, de 19” delante y 17 detrás, y van calzadas con neumáticos Dunlop Trailmax Mixtour.

La ausencia de electrónica es otra de las características de la CL500, pues la única ayuda que encontramos a la conducción es el obligatorio ABS. La instrumentación está formada por una pantalla LCD de 100 mm, con los dígitos iluminados en negativo, que ofrece la información básica que podemos necesitar. Toda la iluminación es LED y eso sí, contamos con el sistema de ‘luces de emergencia’ que activa los cuatro intermitentes cuando frenamos bruscamente.

Para esta primera toma de contacto Honda nos ha llevado por carreteras de curvas, por algo de autovía, por pistas de tierra y por zonas urbanas de tráfico moderado, de manera que hemos podido probar la CL500 en diversas condiciones. Nada más subirnos notamos que es una moto muy accesible, en la que todo está a nuestro alcance en una posición erguida y relajada, y con un asiento situado a 790 mm del suelo que se lo pone fácil a los menos expertos. De manera que, de primeras, es una moto A2 recomendable para quienes dan sus primeros pasos sobre dos ruedas.

Una vez en marcha lo primero que llama la atención es su motor. Ya lo conocíamos, y a mí personalmente es un motor que siempre me ha gustado mucho porque vale para todo, las vibraciones solo aparecen muy arriba y sube de vueltas con mucha alegría. Es un propulsor agradable y eso hace que la CL500 también lo sea, algo muy positivo si la vamos a usar en el día a día. Y por cierto, los consumos durante esta prueba fueron de 3,6 litros/100 km, acertando de pleno con los que Honda declara para este motor.

Todo el conjunto pesa 192 kilos, lo que es 1 kilo más que la Rebel y 7 menos que la CB500X. Pero la verdad es que en marcha parece aún más ligera pues es muy fácil de mover de un lado a otro. Su pequeño depósito, de solo 12 litros de capacidad, hace que apenas tenga peso arriba, y su ancho manillar nos deja hacer palanca con facilidad.

Otro de los elementos que se dejan notar pronto son las suspensiones. O más bien, su horquilla. Tiene un tarado algo blando, y si a eso le sumamos su largo recorrido nos encontramos una moto cómoda, pero poco firme si mantenemos un ritmo rápido entre curvas. Los frenos cumplen como deben a pesar de contar con un equipo sencillo, con un trasero de muy buen tacto que es de gran ayuda para conseguir aplomo en las zonas más reviradas. Pero claro, si clavamos de delante en una frenada un poco fuerte a la horquilla no le vendría mal ofrecer un poco más de resistencia. Así que la CL500 agradece que la disfrutemos entre curvas a ritmo constante, enlazando con suavidad, pero sin brusquedades en la conducción.

La CL500 es una moto muy estrecha, y así se siente en todo momento. Eso en ciudad lo hemos agradecido, y de qué manera, pues es capaz de abrirse paso incluso cuando las distancias se reducen. ¿Podría tener algo de protección aerodinámica? ¿Quizá un depósito de mayor capacidad? Claro, podría. Pero entonces ya no sería una CL500, sino otra moto. Hemos de recordar que estamos ante una moto minimalista y de precio ajustado, por lo que no le podemos exigir grandes lujos, de manera que su comportamiento equilibrado es lo que hace de ella una moto válida para todos los públicos.

En el pequeño tramo en el que hemos tenido oportunidad de probarla fuera del asfalto hemos encontrado una moto que no le hace ningún asco a la tierra. Aquí es donde más agradecemos el tarado de su horquilla, que se lo come todo sin rechistar, y también sus neumáticos mixtos, que hasta entonces solo habían sido un componente estético más. No es una moto para ser conducida de pie, su estrechez nos complica abrazarla y manejarla con las piernas, y aunque el manillar es elevado no sube lo suficiente como para ir cómodos, al menos si somos pilotos de talla grande. Pero hemos de decir que aunque haya sido brevemente hemos disfrutado la CL500 en pista, porque es perfectamente capaz de ofrecernos un buen número de sensaciones y la ausencia de electrónica lo deja todo en nuestro poder. Pero ojo, porque el ABS no se puede desconectar. Está claro que no es una moto trail, ni quiere serlo, pero a cambio tenemos una moto fácil de disfrutar en cualquier ambiente.

La CL500 es una moto ‘muy pintona’. No hay más que mirarla. Y eso es uno de sus grandes alicientes. Eso, y que puede convertirse en un lienzo en blanco para los amantes de la personalización. Para que tengas dónde elegir Honda ofrece un buen número de accesorios originales con los que adaptarla según tus gustos y necesidades. Y como podéis ver en las fotos, la unidad que hemos probado va cargada de accesorios.

Ha preparado tres paquetes diferentes, denominados como Adventure, Style y Travel, aunque puedes adquirir cualquier accesorio de forma independiente y combinarlos como más te guste. Como es una moto que se presta a ello, vemos interesante que los tengas en cuenta:

Paquete Adventure

• Guardabarros alto (incluye guardabarros bajo recortado)
• Protectores de puños
• Estriberas rally
• Protector amortiguadores traseros

Paquete Style

• Careta del faro
• Tapa trasera izquierda
• Asiento marrón más mullido, 30 mm más alto
• Adhesivos para llantas

Paquete Travel

• Alforja trasera izquierda (14 l.)y su soporte
• Toma de corriente de 12V
• Puños calefactables
• Maneta de freno ajustable
• Protector de depósito

La Honda CL500 llega para cubrir un hueco que quedaba libre en la gama de Honda. Una nueva moto A2 para los que quieren tener una moto con mucha personalidad y que se desenvuelve bien en un amplio abanico de ambientes. Una moto en la que el precio juega también un papel fundamental, de manera que hay que mirarla también con esa perspectiva para perdonarle esos pequeños detalles que pensamos que se puede mejorar.

¿Qué detalles? Pues algunos como la instrumentación, que al iluminarse en negativo deja una legibilidad complicada cuando la luz no es perfecta. El tarado de la horquilla, que podría ofrecer algo más de firmeza. La capacidad del depósito, porque 12 litros siempre parecen pocos. O el tamaño del escape, que hace que el pasajero deba llevar su pie apoyado y bastante alejado. Aunque hemos de aclarar que el protector del escape se calienta, claro, pero no llega a quemar, por lo que no es problema rozar con él. Y ya puestos a pedir ¿por qué no unas llantas de radios opcionales para los que quieran tener una scrambler aún más campera?

Algo muy importante que debemos tener también en cuenta sobre la CL500 es la escasa competencia que se encuentra en el mercado. Eso hace de esta nueva Honda una moto aún más interesante, pues tiene argumentos de sobra para llamar poderosamente la atención de aquellos que buscan una moto diferente, así como un comportamiento tan equilibrado como divertido para convencer a los que quieren una moto con la que iniciarse con el carnet A2.