Frenos de disco Galfer Cubiq y pastillas Sinter Sport R a fondo por carretera
Probamos a fondo lo último en frenos de la marca Galfer, los discos Cubiq y las pastillas Sinter Sport R. Los hemos montado en nuestra moto y hemos salido a carretera a realizar un test en condiciones, exigiendo sin reparo y buscando sus debilidades. A continuación te damos nuestra opinión.
Pocas veces son las que probamos equipamiento deportivo para la moto, pero hoy es uno de esos días, donde probaremos los nuevos frenos de disco Galfer Cubiq, acertadamente emparejados con unas pastillas de freno Galfer Sinter Sport R, uno de sus compuestos más deportivos comercialmente hablando.
Pero antes de ponernos a decir cuánto frenan, echemos un vistazo a la información técnica que acompaña estos discos Galfer Cubiq, que a primera vista no parecen muy cautivadores, especialmente para todos aquellos cuyo concepto de disco de freno es redondo y perforado. Lo primero que vemos es una importante reducción de material comparados con cualquier otro diseño de disco de freno. Quizá para aquellos usuarios de off-road no parezca tan llamativo, pues en esa disciplina si encontramos discos con menos material, pero para la moto de carretera deportiva o de alta cilindrada, no suele ser la tónica habitual en los diseños de disco.
Información técnica discos Galfer Cubiq
Desde Galfer argumentan una serie de ventajas en estos nuevos discos de freno Cubiq, como es de imaginar, pero la virtud comandante es la reducción de material, tal y como nosotros ya hemos podido apreciar. La ventaja principal que supone un disco más ligero es muy tangible una vez conduces, ya que reduces el peso no suspendido, y en este caso, un peso que aumenta la inercia rotacional del tren delantero, o si hablamos con propiedad, el efecto giroscópico. Es por ello que antiguamente los fabricantes meditaban mucho instalar discos de freno de gran diámetro en sus motos, pues a mayor diámetro mayor era el efecto giroscópico de la rueda delantera, y por tanto más difícil de conducirla, sobre todo en los momentos relativos a la entrada a curva. Lo suyo es emplear el disco más pequeño que sea capaz de ofrecer las prestaciones de frenado necesarias para la potencia, velocidad y peso de la moto. Es por ello que, en cuanto una moto no era muy potente (600 cc) encontrábamos discos muy pequeños, como en la moto de un servidor, una Kawasaki ZX-6R 2003/2004, que salía de fábrica con discos de 280 mm. Mientras que motos más potentes (1000 cc) de la época, comulgaban con discos de diámetro superior a los 300 mm claramente, ya que eran necesarios.
Ahora Galfer logra mejorar este aspecto sin sacrificar diámetro con un estudiado diseño de la pista de frenado que reduce considerablemente el porcentaje de material de acero y que además, ayuda a la refrigeración. Esto se traduce en un disco igual o más efectivo, más ventilado, y más ligero, o sea, con menos inercia rotacional, o como los técnicos dirían, menos efecto giroscópico.
Entre las ventajas que Galfer anuncia con sus nuevos frenos de disco Cubiq encontramos, además de las relativas a la ventilación (evidente con simplemente observar el disco) y al peso, otro factor positivo menos evidentes como un desgaste de las pastillas de freno más homogéneo, evitando la deposición irregular de ferodo en la pista de frenado.
Prueba en carretera discos de freno Galfer Cubiq y pastillas Sinter Sport R
Tras recibir los discos de freno y las pastillas Galfer vamos directos a RSP Competición a montarlos. Allí Francisco Javier Ruiz Serrano, ingeniero y mecánico de competición en el equipo Laglisse y Honda España nos echa un cable para instalarlos correctamente y evitar "liarla". Poner unos discos y unas pastillas de freno no tiene mayor ciencia, pero yo soy un especialista en "liarla" como digo.
Mientras los instalamos vemos como los nuevos discos Galfer Cubiq son claramente más ligeros y cambian totalmente la estética de la moto, desde luego el diseño es muy característico y no pasan desapercibidos. Bueno, opiniones subjetivas aparte, si nos centramos en lo tangible y cuantificable, estamos ante un disco claramente más ligero, menos inercia, con mayor capacidad de ventilación y por tanto, de disipación, y con la misma o mejor capacidad de frenado.
Tras comprobar que está todo correctamente, le echamos unas fotos de rigor y salimos a realizarles un buen rodaje. Realmente las pastillas modernas apenas necesitan rodarlas como antiguamente, pero cuando se instalan discos nuevos sí es conveniente dar un amplio margen hasta que la pastilla empiece a marcar el disco (en el buen sentido).
Rodaje hecho, salimos a probar los nuevos discos Galfer Cubiq y las poco mencionadas pastillas Galfer Sinter Sport R, un compuesto deportivo que ya lleva tiempo en el mercado.
Como suele suceder con este tipo de pastillas, los primeros compases de frenado son algo laxos, sin una mordida instantánea y directa, pero con una eficacia altísima una vez calentamos un poco el conjunto. Por ciudad su mordida es dócil y dosificable, y además como mención curiosa, se nota la falta de material del disco en la maneta, notas un ligero hormigueo cuando la frenada es lenta o a baja velocidad. Curioso. En esta circunstancia no percibo ventaja alguna frente a un diseño más convencional, más allá de la curiosidad anotada.
Salimos a carretera abierta, donde podemos exigir más y buscar el buen funcionamiento de estos frenos. Empiezo a divertirme y a buscar una conducción algo más agresiva de lo normal, para encontrar sensaciones con el freno. Ciertamente, la capacidad de mordida va en aumento, con un tacto suave en frío, pero que tras cuatro frenadas fuertes, adquiere mucha más fuerza y un tacto más rápido en la mordida. Este nivel de frenada ya se mantiene.
Es importante mencionar el equipo de frenada que llevo instalado fuera de origen: latiguillos metálicos, bomba radial 19x20 y pinzas de Yamaha YZF-R6R.
Cuando quiero darme cuenta, ya voy bastante rápido, con la seguridad de detener la moto con un dedo y la modulación que permite el conjunto para entrar hasta el ápice con distintas presiones en la maneta de freno delantero. También hay que detallar que mi moto no lleva ABS, pero tampoco llegué a bloquear la rueda, como digo, la mordida es progresiva, y fácil de dosificar.
Aparte de las primeras sensaciones al tacto, reconozco que ciertamente la moto se siente un poquito más liviana de delante, más ágil y fácil de cambiar de dirección. No es algo especialmente exagerado, pero se nota, poco, pero ahí está, y convencido estoy de que esto mismo en circuito, la reducción de inercia y efecto giroscópico, se notaría bastante más.
Seguimos rodando y afinando cada vez más las sensaciones en marcha. El conjunto va cogiendo temperatura y descubrimos un estadio superior de mordida, con una efectividad increíble sin perder dosificación y sobre todo, sin convertir la moto en un buque cabezón. Todo hay que decirlo, en este punto la mordida ya no es tan dosificable, pero sigues pudiendo modular la presión de la maneta con margen. Ahora es cuando estamos llegando a la temperatura de funcionamiento ideal para este conjunto, protagonizado por los discos Cubiq pero capitaneado en este momento por las pastillas Sinter Sport R. Por cierto, el tacto de hormigueo debido al diseño de la pista de frenado sigue presente en bajas velocidades, pero desaparece por completo en fuertes frenadas o frenadas a gran velocidad.
Como se puede apreciar, los discos comienzan a coger ese característico color azulado, pero el conjunto no se resiente, ni el líquido de frenos (que tiene ya tiempo) ni las pastillas, que siguen ofreciendo una mordida espectacular. Supongo que esto es en parte gracias al gran trabajo del disco Cubiq en la disipación de calor. Evidentemente estoy exigiéndole muchísimo y rodando a ritmo alto, para frenar con bastante contundencia, hasta tal punto de empezar a perder apoyo en el tren trasero.
Llegados a este punto decido bajar el ritmo, sacar mis conclusiones y volver a casa con el trabajo hecho y muy satisfecho con el funcionamiento de los discos y de las pastillas Galfer. Quizá estoy más satisfecho con el disco, el que a priori menos me cautivó, ya que elevando mucho la temperatura del mismo el resto de componentes han seguido funcionando con muchísima efectividad. En cuanto a las pastillas, un tacto algo laxo en las primeras frenadas o condiciones frías, circunstancia bastante presente por carretera, sobre todo si no llevas una conducción muy "atacada", pero con gran mordida en caliente y gran dosificación.