El pasado domingo el mundo de la moto convulsionó con la noticia del accidente de Andreas Pérez, que no pudo superar las consecuencias del golpe y falleció a la mañana siguiente dejando una profunda tristeza en este mundo de la moto en el que convivimos tantos aficionados.
Cuando ocurren este tipo de desgracias el tiempo deja de correr a la velocidad habitual y se abre un remanso de paz en el que recapacitamos sobre la vida; sobre la tristeza de saber que un compañero nos deja. Y esto indiscutiblemente hace tambalear los cimientos más fuertes.
La repentina despedida de Andreas «IronMan» Pérez nos ha dejado en estado de shock y tras el caos inicial, la vida empieza a reubicarse sin la presencia de un piloto al que seguíamos muy de cerca desde nuestra revista.
Como muchos ya sabréis, Motorbike Magazine es un medio habitual del FIM CEV desde que nació este proyecto. Pero mucho antes de que diéramos vida a esta revista, ya éramos viejos conocidos del paddock, pues podemos decir con cierto orgullo que “campamos” por allí de forma ininterrumpida desde 2009.
En alguna ocasión he sacado pecho con este asunto; el mero hecho de ser el único medio nacional que asiste a las carreras de nuestro “mundialito” es digno de estar satisfechos y lo hacemos por pura pasión y amor a este campeonato, pues no hay justificación racional que nos invite a continuar invirtiendo nuestro tiempo y dinero en ello.
Pero el beneficio que obtenemos es impagable. Estar en el FIM CEV siempre nos ha permitido estar en contacto con los pilotos que pelean con bravura por hacerse un hueco en el estrellato de este deporte. Todos ellos son héroes por el mero hecho de alinearse en una parrilla de este campeonato y con esa admiración y cariño les tratamos.
Y con esa admiración y cariño se acercó mi compañero Álex López-Rey para conocer de cerca a Andreas Pérez el año pasado. Andreas se inscribió en dos categorías del FIM CEV en la cita de Jerez y en la de Valencia de 2017; lo hizo con el objetivo de acelerar su aprendizaje y esto le obligó a protagonizar un auténtico desafío por el que Álex bautizó a Andreas como el Ironman del FIM CEV. Un cariñoso apodo con el que parece que se recordará a Andreas.
No hay excusas
El accidente de Andreas fue un mazazo para todos. Incluidos todos los que formamos parte de Motobike Magazine, que estuvimos muy atentos a la evolución de esta tragedia desde el momento en el que sucedió.
El grupo interno de Whatsapp fue un auténtico hervidero en el que compartíamos información constantemente. Unos y otros pusimos nuestro granito de arena; David desde el circuito reportaba la última información que le llegaba mientras que Álex contactó con todas las fuentes posibles cercanas al piloto que nos pudieran dar algo de luz sobre la evolución del piloto.
Lo que hicimos esa tarde fue un verdadero trabajo de periodismo llevado a cabo con el máximo de los respetos y tratando de confirmar una noticia que nadie queríamos dar.
Andreas llegó al hospital en estado de muerte cerebral, aunque con latidos, pero esta información se desdibujó en el paddock donde se entendió que ya nos había dicho adiós. Y cuando digo paddock englobo a fuentes oficiales de la empresa promotora, a miembros del equipo de Andreas, directores de equipo rivales, patrocinadores personales…
Tanto fue así que Televisión Española comenzó a dar la noticia en su canal de 24 horas y en su web. Y esto se entendió, por error, como una confirmación definitiva. Al menos, así lo entendimos en Motorbike Magazine.
Pero cuando ya se había dado por hecho, una notificación procedente del equipo contradecía la realidad que ya se había implantado en el paddock y apareció un tibio hilo de esperanza que nos recordó que Andreas seguía con vida.
Desgraciadamente aquello fue breve, y las consecuencias del accidente de Andreas Pérez fueron definitivas a la mañana siguiente. El mazazo se confirmó y «Ironman» nos dijo adiós definitivamente.
Me quedo con la tristeza de saber que hemos perdido a un joven talento de 14 años que nos había demostrado una capacidad de sacrificio que a buen seguro le iban a llevar muy alto en el estrellato del motociclismo.
También me quedo con la satisfacción de que en Motorbike Magazine, gracias a la gran labor que siempre hace Álex, tuvimos el honor de dedicarle nuestro pequeño homenaje al esfuerzo que realizaba como piloto.
No hay excusas, ni quiero darlas. Pero también me quedo con las reacciones que se han dado con respecto a Motorbike Magazine y nuestro trabajo en el FIM CEV. Y no me refiero a las duras críticas que hemos recibido por parte de aficionados y de compañeros, sino con los mensajes que han hecho valer el buen trabajo que hacemos desde hace años y que, de forma implícita, daban a entender que el pasado domingo también quisimos hacer un trabajo tan profesional, respetuoso y cariñoso como el que siempre hacemos en esta casa.
‘Ride in peace’, Andreas.