«No estoy aquí para acabar el 23º, ni para coger datos ni hacer de probador»
Maverick Viñales, visiblemente molesto con Yamaha, explica los problemas que ha tenido a lo largo del fin de semana y que le han relegado a la última posición en la carrera de este domingo. La frustración es total para el gerundense. «Yamaha me dice que salga a coger datos y que trabaje. ¿Y qué hago? ¿Hago el 23º? No estoy aquí para hacer el 23º, ni para coger datos ni para hacer de piloto probador. Al final, llega un momento que como piloto dices que parece una falta de respeto».
El binomio Maverick Viñales-Yamaha está tocando fondo. Después de acabar penúltimo en los entrenamientos del sábado, el piloto gerundense ha terminado en última posición la carrera de este domingo. Las caídas que se han producido en carrera le han permitido cruzar la meta en 19ª posición, siendo el último en hacerlo, acabando a 24 segundos de Márquez y a 19 de su compañero de equipo, Fabio Quartararo, que este domingo ha terminado en el podio y es más líder del Mundial.
En el caso de Maverick, los problemas no cesan. La llegada de Silvano Galbusera a su box por petición expresa de Yamaha tampoco parece ser una solución. A la hora de hablar de esos problemas, Viñales se refiere a lo mismo que le lleva ocurriendo desde 2017, que no es otra cosa que falta de agarre: «Siempre tengo el mismo problema y es que patino, la rueda trasera me patina mucho. Lo llevo diciendo desde Portimao y no hay solución. Sí que es verdad que estamos trabajando, pero ya han pasado seis carreras para encontrar una solución. Intento estar tranquilo, de verdad, intento trabajar... Intento hacer de todo, pero el resultado es el mismo. Y si luego tienes a una Ducati delante es increíble la frustración».
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Preguntado por las explicaciones que le da Yamaha a estas problemas, Viñales responde que «no se sabe. Es un 'no sé, no sé, no sé...' constante. Yo lo intento, de verdad; he tratado de pasar por fuera, de pasar por dentro, acelerando, no acelerando... Ya sabemos que con esta moto es complicado adelantar, pero lo que más me frustra es no tener respuesta a por qué no tengo agarre cuando toco el gas. O como me pasó en la Q1, que esta mañana he hecho curvas el doble de rápido que haciendo time attack. Seguimos trabajando para intentar encontrar las respuestas».
El piloto de Rosas admite que la frustración es total: «Tengo muchas ganas de ir a casa. Ya las tenía ayer y también anteayer. No sé qué responder, porque es complicado. Tú ves en la pista cómo van los demás y cómo vas tú, dónde puedes llegar, y es increíble. Como piloto me siento muy frustrado, mucho», exponía.
Pese a que en otros momentos le fue bien usar los datos y reglajes de Quartararo, tiene claro que eso no debería ser así y lanza un mensaje a Yamaha: «No debe ser así. Cada piloto tiene que tener sus reglajes. No puede ser que lleve dos años utilizando los reglajes de un rival. No puede ser, cada uno tiene que llevar los settings para su propio estilo. Y a mí cada día me enseñan a pilotar: coge el freno, suelta el freno, abre el gas, cierra el gas... Es muy difícil, como piloto es muy complicado, porque hace falta mucha paciencia. No quiero llevar los reglajes de Quartararo porque yo no conduzco como él. No me voy a adaptar a una cosa que le va bien a él, pero a mí no me va bien. Tengo que hacer una moto para mí, que me vaya bien», añadía.
Y preguntado de nuevo por qué le dice Yamaha sobre esta situación, responde con contundencia: «Que salga a coger datos y que trabaje. ¿Y qué hago? ¿Hago el 23º? No estoy aquí para hacer el 23º, ni para coger datos ni para hacer de piloto probador. Al final, llega un momento que como piloto dices que parece una falta de respeto. La vía fácil es coger el setting de Fabio, intentar adaptarme, dar el cien por cien y ver hasta dónde llego, pero esta no es la solución. Si realmente quiero ganar tengo que hacerlo con mi propia moto. Con los reglajes de otro no es la solución. Sí, un día puedes estar inspirado y puede funcionar bien, pero no es la solución. Llevo desde Portimao, no sé cuántas carreras, en esta situación».
Eso sí, el piloto de Yamaha, que está sexto en el campeonato a 56 puntos de su compañero, tiene claro que no se ha rendido ni se va a rendir: «Nunca, nunca he pensado en tirar la toalla. Confío muchísimo en mí mismo y sé dónde puedo llegar. Pueden pasar mil cosas, pero yo la toalla no la tiraré nunca», zanjaba.