Maverick iba cuarto hasta que se averió el holeshot trasero
Maverick Viñales se va de Sachsenring satisfecho pese a su abandono, ya que por primera vez ha peleado por el podio con la Aprilia tras una buena remontada. Al gerundense se le averió el dispositivo dinámico trasero cuando estaba cuarto a rueda de Aleix Espargaró.
Por primera vez desde que llegó a Aprilia a finales del 2021, Maverick Viñales ha sido un firme aspirante al podio. El piloto gerundense ha hecho una de sus mejores carreras en mucho tiempo, ya que saliendo desde la novena posición ha sido muy incisivo en las primeras vueltas y ha conseguido remontar hasta el cuarto.
Ha estado a rueda de su compañero Aleix Espargaró durante muchas vueltas, peleando por un podio que no ha podido llegar después de un problema técnico. A falta de 12 vueltas para el final, Viñales tenía que retirarse después de que se le quedase accionado el dispositivo dinámico que baja el tren trasero en las aceleraciones (más conocido como rear device), algo que también le ha ocurrido en esta misma carrera a Álex Márquez.
A Maverick no le ha quedado más remedio que volver a boxes cuando se ha cerciorado de que el dispositivo no volvía a su posición normal, lo que hacía la moto inconducible. Pese a ello, se mostraba muy satisfecho con cómo había ido la carrera hasta ese momento: «Ha sido una carrera buena. Estoy contento, pese a que he tenido problemas, pero estoy contento con el fin de semana y cada vez me encuentro mejor. Sobre todo, lo que siento es que cada fin de semana estoy más preparado, tengo que tocar menos la moto y puedo habituarme un poco más. Las salidas nos están yendo bien y me siento que estoy ahí, eso es muy positivo», analizaba Maverick.
Problemas para Maverick Viñales, que se retira... ¡Porque se ha roto el amortiguador trasero de su moto! 😳
La moto no rodaba si no la levantan los mecánicos #GermanGP 🇩🇪 #MotoGP 🏁 pic.twitter.com/XpIRqfN7r9
— DAZN España (@DAZN_ES) June 19, 2022
El #12 explicaba así el problema que le ha hecho retirarse: «Se me ha roto el 'rear device', lo que activamos para bajar la moto. Se me ha quedado bajo, he probado a desengancharlo, pero no se ha desenganchado». Su utilización es manual, a través de un pulsador que está en la botonera que hay en el semimanillar, pero el amortiguador esta vez no volvió a subir y el dispositivo se quedó enganchado: «Lo uso manual, pero no se volvía a desactivar. Si se hubiese desactivado, no lo habría vuelto a usar más y ya está, pero se me ha quedado abajo y no volvía».
«No era fácil pasar a Aleix, pero lo iba a intentar seguro»
Hacía mucho tiempo que no se veía una versión tan incisiva de Maverick en las primeras vueltas, haciendo una buena salida, atacando y recuperando posiciones. El propio Viñales hablaba sin tapujos de la remontada: «Me he divertido la hostia, me he divertido mucho, porque me he sentido pilotando a gusto con la moto y eso es muy positivo. Hacía tiempo que no me sentía pilotando tan a gusto, quizá me sentí así en Austin, que pude recuperar mucho. Cada vez me encuentro mejor y el equipo también entiende más lo que necesito para ir rápido». «Ahora viene Assen y luego tenemos un mes para tomar toda la información y en la segunda mitad de temporada, quizá tener alguna pieza que nos haga mejorar más», añadía.
Sobre la lucha por el posible podio con Aleix Espargaró, tenía claro que al menos iba a intentar batir a su compañero: «Estaba respirando porque venía desde atrás apretando a tope, y estaba tomando unas vueltas para respirar y después intentar pasarle. No era fácil pasar a Aleix, porque frenaba muy tarde, pero lo iba a intentar seguro».
Reconocía que a rueda de su compañero ha sacado una lectura muy interesante: «He aprendido dónde debo mejorar y dónde soy muy fuerte. Es un poco ya lo de mi pilotaje, sé dónde soy fuerte pilotando y dónde debo mejorar un poco, y el equipo ha entendido también dónde me debe ayudar con la moto para ser mejor. Ha sido un fin de semana muy positivo, llevamos tres o cuatro carreras siendo sólidos y construyendo lo que vendrá en el futuro».
El año pasado, Viñales acabó último en Sachsenring y allí estalló totalmente su relación con Yamaha, por lo que tenía marcada en rojo esta carrera para tomar una revancha personal: «Esta carrera quería hacer podio sí o sí. Era mi revancha esta carrera y creo que lo iba a conseguir». Y valora así el trabajo conjunto y la buena armonía con Aprilia: «Pero si una cosa puedo decir, es que estamos súper concentrados para mejorarnos a nosotros mismos y me encuentro muy bien trabajando. Aprilia es una gran fábrica y sé muy bien que tanto Aprilia como el Grupo Piaggio están empujando a tope para darme lo que necesito, para estar ahí delante y para estarlo en cada carrera, no sólo alguna».