Repasamos los 11 años de Marc Márquez con Honda
No todas las historias felices tienen un final a la altura, pero a pesar del amargo punto y final, la relación entre Marc Márquez y Honda ha dejado por el camino una de las uniones más exitosas de la historia del deporte. Repasamos las 11 temporadas de un trayecto inolvidable.
10 de julio de 2012. Después de la inesperada retirada de Casey Stoner, Honda apuesta por la gran Estrella emergente del motociclismo mundial y ficha a Marc Márquez para ser compañero de Dani Pedrosa en el Repsol Honda Team. Para entonces, había desaparecido la norma vigente en los tres años anteriores, que obligaba a los debutantes en MotoGP a recalar en un equipo satélite. Márquez, que en ese momento aún “sólo” tenía el título de 125cc y un subcampeonato de Moto2 -sería campeón ese mismo año, antes de dar el salto- se convertía en la gran apuesta de futuro de Honda. En el momento de su anuncio, aún tenía 19 años.
4 de octubre de 2023. A eso de las 14:00h HRC hacía oficial que Marc Márquez se irá de la firma del ala dorada al acabar la temporada, rescindiendo ‘de mutuo acuerdo’ el contrato que unía a ambas partes hasta 2024.
El primer anuncio supuso el inicio de una era. El segundo, el final. Entre medias, un camino que se presumía exitoso antes de empezar pero que, a buen seguro, superó las expectativas de ambas partes. 11 temporadas, 6 títulos mundiales de MotoGP, 5 Triples Coronas, 59 victorias, 101 podios y 64 poles después una de las uniones más fructíferas de la historia del deporte ya tiene fecha de caducidad: el 26 de noviembre de 2023. Ahora es el momento de echar la vista atrás y repasar la tremenda magnitud que el binomio Marc Márquez- HRC ha alcanzado en MotoGP. La historia de Marc Márquez no se concebiría de la misma manera sin Honda; la historia reciente de HRC sin Márquez, tampoco.
Del inicio de ensueño (2013) a pasar el rodillo (2014)
Hay que remontarse al 14 de noviembre de 2012 para recordar la primera vez en la que Marc Márquez se subió a una MotoGP. Fue en los test de Valencia, sólo tres días después de firmar una exhibición increíble en su última carrera en Moto2, la cual ganó tras salir último. Ya en ese día de pruebas en Valencia dejó buenas sensaciones, pero en los siguientes en Sepang fueron aún mejores. Tras un test privado en Austin, en el que dominó claramente, Marc Márquez se plantaba en Qatar con opciones de luchar delante desde su primera carrera. Y vaya si lo hizo.
Después de pelear durante toda la carrera con Rossi y Pedrosa, Márquez inició su andadura en MotoGP con un tercer puesto en Qatar. Por si esto fuera poco, ganó la siguiente carrera, en su jardín de Austin. A esto le siguieron los podios en Jerez -con el polémico adelantamiento a Lorenzo- y Le Mans, antes de tener en Mugello su único error en carrera de todo el año.
El debut fue magistral: fue sumando podios, confianza y aprovechando las oportunidades, como fueron las lesiones de Lorenzo y Pedrosa en la clavícula. Cuando ambos se recuperaron, Marc ya estaba como líder; de hecho, encadenó cuatro victorias seguidas y ya no hubo forma de bajarle del primer peldaño. Sólo el error de su equipo contando vueltas en el flag to flag de Australia hizo peligrar el campeonato, pero dos podios más en Japón y Valencia le hicieron rematar un título histórico: se convertía en el piloto más joven de la historia en proclamarse campeón con 20 años y 266 días.
Y si el 2013 ya había sido de récord, el 2014 sería mejor aún. No se recuerda ningún inicio de campeonato más espectacular que el que Márquez hizo ese curso. Ganó las 10 primeras carreras, de Qatar a Indianápolis, y dejó el campeonato bastante encarrillado ante Lorenzo, Pedrosa y Rossi. Acabó el año con récord de victorias en una misma temporada (13), superando las 12 de Mick Doohan en 1997. Ni siquiera en su glorioso 2019, que luego mencionaremos, fue capaz de llegar a ese registro.
2015: los errores le alejan de la lucha Lorenzo-Rossi
Después de ganar el título en su primer año en MotoGP y de arrasar en el segundo, Marc Márquez parecía imparable, pero el año 2015 frenó en seco su hegemonía. En el último año de la 'era Bridgestone' como suministrador de neumáticos, Honda erró con el concepto de motor y Yamaha acertó de lleno con su M1, ejerciendo un dominio que se acrecentó con la rivalidad deportiva (y extradeportiva) entre Jorge Lorenzo y Valentino Rossi, que elevó el nivel de ambos.
Márquez pagó la inexperiencia respecto a sus rivales y llenó la mochila de errores, con un total de seis 'ceros', mientras que Lorenzo sólo tuvo uno y Valentino acabó en todas las carreras. La falta de regularidad condenó a Márquez, en un año que acabó claramente marcado por sus incidentes con Valentino Rossi tanto en Argentina, como en Assen y, sobre todo, en Malasia. Acabó la temporada tercero, por detrás de las dos Yamaha oficiales, con cinco victorias y un total de nueve podios. Le tocaba recuperar la corona después de haberla perdido.
2016 a 2019: cuatro títulos consecutivos
Y no tardó en recuperar esa corona, ya que lo hizo al año siguiente, en 2016. Honda seguía sin mejorar lo suficiente y arrastraba problemas de aceleración, que se acentuaban sobre todo en algunas pistas como Le Mans o Mugello. Era también el primer año de la nueva etapa de Michelin como suministrador de neumáticos y llegaba la centralita única de Magneti Marelli. Pero la principal diferencia respecto a los resultados del año anterior fue una: Marc Márquez aprendió de los errores del año anterior y fueron los pilotos de Yamaha los que los cometieron. Sin tener la moto más equilibrada de la parrilla, el #93 volvió a la cima y su hoja de servicios estaba mucho más limpia que el curso anterior: pasó de tener seis 'ceros' a abandonar sólo en una carrera, y lo hizo cuando ya tenía el título en sus manos. Volvió a ganar cinco carreras y elevó de nuevo la nómina de podios hasta los doce. Fue el año del "Give me five" (Choca esos cinco).
En 2017, Honda cambió el concepto de motor y pasó del Screamer al Big Bang. Seguían arrastrando algunos problemas y, de hecho, en la primera parte de la temporada fueron claramente superados por el nuevo binomio Yamaha-Viñales, que sustituyó a Lorenzo en la marca de los diapasones mientras éste ponía rumbo a Ducati. El cambio de carcasa de Michelin acabó siendo beneficioso para Honda y Ducati, mientras que Yamaha se colapsó. Fue una temporada muy apretada, de lucha a cuatro entre Márquez, Viñales, Dovizioso y Rossi, pero en la recta final del curso fueron Márquez y Dovizioso los que marcaron la diferencia. El #93 replicó su excelente rendimiento del año anterior, maximizando opciones y sin cometer errores, y acabó siendo campeón en Valencia con una salvada memorable en la última carrera. Ganó seis carreras y subió al podio doce veces, igualando los puntos (298) que hizo el año anterior.
En 2018, Marc subió la apuesta. Cada vez más compenetrado con su Honda, el pack que formaba con la RC213V les hacía imbatibles. Volvió a pelear el título con Dovizioso, y en algunos tramos del año también con Lorenzo, Viñales y Rossi, pero fue muy superior al resto. Cerró el título en Japón, con tres carreras de antelación, tras lograr nueve victorias y un total de catorce podios. Ese año fue el de la retirada del que había sido su compañero en los seis primeros cursos en MotoGP, Dani Pedrosa.
Y llegó entonces el 2019, año más dominador de Marc Márquez, que hizo una de las temporadas más redondas de toda la historia. Con Jorge Lorenzo como compañero, mientras que el balear no dejaba de sufrir en su adaptación con la Honda, Márquez iba recital tras recital. De 19 carreras, ganó 12 y fue segundo en otras 6. Sólo se escapó de la estadística la carrera de Austin, en la que se cayó liderando con cuatro segundos de ventaja. Sumó su octavo título con cuatro carreras de antelación y acabó el año con 151 puntos de ventaja sobre su principal perseguidor, que volvió a ser Andrea Dovizioso. Con 420 puntos sobre 475, estableció un nuevo récord de puntuación. Honda ganó la Triple Corona, pero el 93% de ese logro vino con los puntos de Márquez. Pero cuando más imbatible parecía...
Jerez 2020, el principio del fin
El binomio Marc Márquez - Honda estaba claramente en su mejor momento, hasta el punto de que ambas partes firmaron el mayor contrato jamás visto en la historia del motociclismo: renovación por cuatro temporadas, hasta 2024, con el salario más alto de la parrilla (con diferencia). Pero a partir de entonces las cosas se empezaron a truncar. Al #93 ya se le atragantó el invierno después de haber tenido que pasar una vez más por el quirófano, esta vez para resolver una lesión en su hombro derecho. Por si fuera poco, a nivel técnico no empezaron de la misma manera que habían acabado el año anterior, y el último día de la pretemporada tuvieron que dar un paso atrás y hacer un mix entre la moto de 2019 y la de 2020 para encontrar el camino. Lo hicieron a última hora, o eso pareció en el único GP que Marc pudo completar ese año.
Cuando ya estaba todo preparado para el inicio de temporada en Qatar, en la que iba a estrenar compañero de equipo (su hermano Álex), llegó el coronavirus y aplazó el comienzo del curso cuatro meses. Al final, un calendario de 14 Grandes Premios salvó el año, pero Márquez sólo pudo formar parte del primero de ellos.
En Jerez 2020 llegó el principio del fin: tras ponerse primero, salvó una caída casi cantada, se salió de pista y bajó hasta la última posición. Ahí arrancó una remontada sin paliativos hasta ponerse tercero, y cuando ya optaba a la segunda plaza, se fue al suelo a tres vueltas del final. Tuvo un highside en la curva 3, el neumático delantero de su moto golpeó fuertemente su brazo derecho y se lo destrozó. Era tal su superioridad, que tras operarse al día siguiente, pensó en volver a Jerez en sólo una semana para la segunda cita del año si se encontraba bien. Ahí estuvo el error; el sobreesfuerzo le obligó a abandonar el GP de Andalucía y días después se le rompió la placa que fijaba la fractura. En ese momento comenzó un calvario que le dejó en el dique seco durante el resto del 2020 y acabó derivando en cuatro operaciones, tres de ellas en ese mismo año.
«Esto lo hago para ganar»
Después de las tres primeras operaciones a las que se sometió en 2020, Marc Márquez estaba listo para volver a la acción. Lo hizo en el GP de Portugal de 2021, donde a pesar de la inactividad que arrastraba y de que su brazo seguía sin estar bien (en realidad, ya nunca lo estuvo hasta 2022), acabó séptimo y entre lágrimas. Fue un año discreto para tratarse de un piloto como él, ya que aún corría lesionado y con un brazo rotado en 34 grados. Y además, Honda se había empezado a estancar mientras Ducati ponía los cimientos de su actual dominio, y mientras Quartararo sacaba petróleo de su Yamaha para ser campeón. Aun así, Márquez hizo una temporada de menos a más y acabó ganando tres carreras: rompió su sequía en su jardín de Sachsenring, sólo Bagnaia pudo con él en Aragón, y luego encadenó dos triunfos en su otro jardín de Austin y en Misano. Lo que era difícil de prever en ese momento era que esa sería, hasta la fecha, su última victoria. Un episodio de diplopía tras caerse entrenando dio al traste con su participación en las dos últimas carreras de la temporada.
Honda ya estaba en problemas y de cara a 2022 había desarrollado su prototipo más diferente de la última década en MotoGP. Pero esa moto de 2022 (que no llegó a convencer a Márquez) prometía mucho más de lo que luego mostró en pista. Ducati estaba muy por encima, Aprilia y KTM empezaban a llegar, Suzuki daba sus últimos coletazos en las posiciones delanteras y Quartararo seguía sacando el máximo de la Yamaha. Entre tanto, Honda se estancaba y parecía perdida, y Márquez continuaba lesionado. Un fortísimo accidente en el warm up de Indonesia le reprodujo la diplopía, y desde que volvió en Austin siguió arrastrando problemas en el brazo. Entonces se le abrió una última posibilidad: una cuarta operación (osteotomía humeral), esta en Estados Unidos, para intentar salvar su carrera deportiva. Para ello, tuvo que bajarse de la moto tras el GP de Italia.
La cirugía fue sobresaliente y el de Cervera volvió para las seis últimas citas del año, en las que fue uno de los pilotos con mayor puntuación. Aun así, Honda estaba sumida en una crisis de resultados y las tiranteces habían empezado entre Marc y la cúpula de HRC. Antes de volver, se reunió con ellos en Austria a modo de gabinete de crisis, y ahí empezó a mostrar su descontento con declaraciones que meses después vieron la luz en su documental: «Esto lo hago para ganar», decía mientras se sujetaba la cicatriz en el brazo. «Yo quiero volver arriba con vosotros; pero si no, me buscaré la vida». Dicho documental acabó siendo el preludio de lo que estaba por venir.
2023: un adiós prematuro
Con esas tiranteces arrancó un 2023 que será la última temporada de Marc Márquez con Honda, el cierre a una historia inenarrable. El descontento a nivel técnico era notable tras el test de Valencia de noviembre del año pasado, y la pretemporada de 2023 tampoco cambió las cosas. Aun así, Márquez se presentó en Portimao con la intención de luchar delante, se sacó de la manga una pole estratosférica (cogiendo rueda) y acabó tercero en la carrera sprint, pero en la prueba del domingo cometió un error de bulto al llevarse por delante a Oliveira y Martín. Dicha caída desembocó en una lesión que dejó al #93 en el dique seco hasta Le Mans.
Cuando volvió, estuvo de nuevo entre los primeros en el estreno del chasis Kalex y sólo una caída a dos vueltas del final le apartó del podio. Volvió a caer en Mugello y Sachsenring fue la gota que colmó el vaso: en 'su' circuito, Márquez se fue al suelo cinco veces y en la última de ellas se lesionó, perdiéndose la carrera del domingo y arrastrando una lesión en las costillas que también le dejó sin correr el domingo de Assen.
El campeonato regresó tras un parón de más de un mes, pero el #93 lo hizo con un perfil mucho más bajo. «Lógicamente, no es la mentalidad que me gusta, ya que siempre he defendido tener otra mentalidad, pero sí que es cierto que si quiero ser el Márquez de antes tengo que empezar por algún sitio. Y la manera en que afronté la primera parte de la temporada no era la buena, porque me rompí tres huesos, un ligamento, y estuve lesionado tres o cuatro carreras, con muchas caídas», dijo entonces. Sus resultados estuvieron muy por debajo de las expectativas y no sumó puntos un domingo hasta Montmeló (12º). En Misano asomó de nuevo la cabeza para acabar séptimo el domingo, pero en el test del lunes las cosas estallaron del todo: «Tenemos los mismos problemas», dijo tras probar el primer prototipo de 2024. Y por primera vez, dio más pistas sobre su futuro: «Tengo plan A, plan B y plan C», respondió a una pregunta de MOTORBIKE MAGAZINE.
En los meses anteriores se habían producido reuniones poco fructíferas con la cúpula de HRC y había empezado a sobrevolar la opción del Gresini Racing para correr con una Ducati y su hermano Álex como compañero. En medio de las especulaciones, Marc las alimentaba más en sus redes sociales («están pasando cosas») y no soltaba prenda sobre su futuro. Se dedicaba a recordar que tenía «contrato hasta 2024» y que buscaba «lo mejor para el proyecto». Mientras tanto, seguía deshojando la margarita. Honda buscaba a contrarreloj reconstruir el proyecto para mantener al #93 en sus filas, pero no acabó de convencerle. La destitución de Kokobu fue el último intento, pero insuficiente. Y en Japón, tras reunirse con la cúpula de Honda, terminó de tomar la decisión de dejar la marca y la firma nipona optó por no retenerle y por romper ese contrato con un año restante de 'mutuo acuerdo'.
El anuncio del pasado 4 de octubre marcó el fin de una era. El ocho veces Campéon del Mundo buscará un nuevo reto junto al Gresini Racing con una Ducati satélite de 2023. «Ha sido la decisión más difícil de mi vida, guiada por la cabeza y la valentía, NO por el corazón», dijo a un miembro de su equipo en un mensaje que envió el día que se anunció su marcha. «Quiero intentar volver a ser el mejor piloto del mundo y para eso necesito disfrutar encima de la moto», añadió. No todas las historias felices tienen un final a la altura, pero a pesar del amargo punto y final, la relación entre Marc Márquez y Honda ha dejado por el camino una de las uniones más exitosas de todos los tiempos en el deporte mundial. Una historia inenarrable.
Marc Márquez y los 11 años en Honda, en números
Año | Victorias | Podios | Poles | Puntos | Pos. |
2013 | 6 | 16 | 9 | 334 | 1º |
2014 | 13 | 14 | 13 | 362 | 1º |
2015 | 5 | 9 | 8 | 242 | 3º |
2016 | 5 | 12 | 7 | 298 | 1º |
2017 | 6 | 12 | 8 | 298 | 1º |
2018 | 9 | 14 | 7 | 321 | 1º |
2019 | 12 | 18 | 10 | 420 | 1º |
2020 | 0 | 0 | 0 | 0 | 24º |
2021 | 3 | 4 | 0 | 142 | 7º |
2022 | 0 | 1 | 1 | 113 | 12º |
2023* | 0 | 1 | 1 | 64 | 15º |
TOTAL | 59 | 101 | 64 | 2594 | 6 títulos |
*A falta de seis Grandes Premios para acabar la temporada