Notable paso adelante de Márquez en Qatar tras usar varias partes de la RC213V de 2019
Después de dos días con serias dudas sobre el rendimiento de la Honda RC213V de 2020, HRC y Marc Márquez han conseguido dar con la tecla en la última jornada de test en Qatar.
La situación empezaba a ser preocupante para la firma del ala dorada, hasta el punto que sus tres pilotos con la RC213V de este año, Marc y Álex Márquez y Cal Crutchlow, acabaron 14º, 19º y 21º en la segunda jornada. La entrada en curva y el paso por curva, dos de los puntos débiles de la Honda, se convirtieron incluso en aspectos críticos en Qatar.
Así las cosas, a Honda le tocó improvisar de cara al último día de test y parece que así han encontrado la solución. La marca japonesa tuvo que dar un paso atrás, quitándole una de sus dos motos a Nakagami (el japonés lleva la Honda de 2019) para que la utilizase Marc Márquez.
El campeón tuvo a su disposición tres motos, una de ellas con partes de la 2019 sobre la base de este año. Pues bien, con este especie de "híbrido" Márquez completó buena parte de la jornada y logró disipar muchas dudas ya a última hora.
Su mejor crono fue casi un segundo más rápido que en la jornada anterior (1:54.1), lo que le permitió escalar hasta la séptima posición y entrar por primera vez en el top 10 de los test. Sus impresiones cambiaron radicalmente al término del último día de la pretemporada: «Estoy muy contento de cómo ha ido hoy en día en general, simplemente porque hemos entendido muchas cosas. En Malasia no fue del todo mal, pero había dos o tres puntos en los que no entendíamos qué estaba pasando. Aquí desde el inicio nos costó mucho, estábamos muy perdidos, no teníamos confianza y hoy hemos entendido bastantes cosas, hemos empezado a descartar cosas, a entender la moto y a pilotar como sabíamos», expresaba el piloto del Repsol Honda en declaraciones recogidas por 'Mundo Deportivo'.
«Hemos encontrado muchas soluciones y hemos encontrado la dirección buena. Aún queda mucho trabajo por hacer, pero estamos en unos tiempos y en un ritmo decente», añadía el piloto de Honda.
Sobre la última jornada en Qatar, Márquez explicaba que «ha sido el día más importante de la pretemporada», y sobre los problema que había tenido hasta el momento, el diagnóstico era claro: «No teníamos sensaciones delante, la entrada en curva no era buena, no teníamos velocidad en curva, tratábamos de recuperar en la salida la velocidad que perdíamos en la entrada y perdíamos el agarre. Mejoramos en la entrada, en mitad de la curva y la salida era mas rápida, y Crutchlow empezó a probar este camino al final del día».
Ese paso atrás con la moto de Nakagami fue clave para reencontrar sensaciones. Márquez utilizó varias partes de la moto de 2019 montadas incluso sobre la base del prototipo de este año: «No era exactamente la moto de Nakagami, pero sí era parte de la moto 2019, incluso en la nueva también hemos puesto piezas de la 2019. Estábamos mal, ayer no era casualidad el resultado. En las caídas de Malasia y de aquí que no entendía, porque no estaba forzando al máximo y yo le echaba la culpa al hombro. Hemos encontrado el camino, un camino al menos aceptable y me permite rodar en tiempos decentes».
Los fantasmas de años anteriores, sobre todo 2016, donde se encontró con una situación muy complicada en la pretemporada, se le aparecieron: «En 2016 lo hicimos igual aquí, pero encontramos el camino. Si ayer hubiese sido un sábado de GP y hoy hubiese sido la carrera, estábamos para terminar octavos, novenos o décimas, y hoy ya quizás no para luchar por la victoria, pero al menos hemos recuperado la confianza, estamos listos y me he vuelto a divertir». Esa última frase quizá sea la más significativa. De cara al primer Gran Premio de la temporada, parece que Márquez y Honda han conseguido salvar los muebles.