Lin Jarvis y Yamaha se mantienen en sus trece
En una comparecencia ofrecida en Motegi, Lin Jarvis ha hablado sobre la negativa de Yamaha para que Jorge Lorenzo haga test con Ducati antes de que acabe el año, más allá de los dos días que rodará en Valencia. Lo mismo sucede con Pol Espargaró, que se irá a KTM. El director de Yamaha Racing ha sido bastante contundente.
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La comidilla de las últimas semanas en el Mundial de MotoGP ha sido el veto de Yamaha a los pilotos que abandonarán sus filas la temporada que viene y a los que sólo los dejarán entrenar durante los días de test post-temporada en Valencia. Sucederá así con el paso de Jorge Lorenzo a Ducati, y con el de Pol Espargaró a KTM. Bradley Smith, que también se va a KTM, se libra porque su contrato no le vincula directamente con la fábrica.
La firma de los tres diapasones no está dispuesta a hacer más concesiones de la cuenta y cerrará el grifo cuando se cumplan las dos jornadas de entrenamientos en Valencia, ya que los pilotos acabarán contrato el 31 de diciembre con la fábrica de Iwata. Por tanto, si Ducati y KTM quieren hacer test privados antes de que entre en vigor la prohibición de entrenamientos invernales el 1 de diciembre, tendrán que hacerlo sin Lorenzo y Espargaró.
Así le pasará a Ducati, que tenía programados dos días de entrenamientos en Jerez el 23 y 24 de noviembre a los que no acudirá Jorge Lorenzo. Este tema se había convertido en tendencia en los últimos días, alimentado aún más cuando el vigente campeón de MotoGP se pronunció al respecto en la rueda de prensa oficial del GP de Japón: «Creo que por los años que hemos pasado juntos y por todo lo que hemos conseguido me merezco rodar en Jerez», decía Lorenzo.
Sin embargo, Lin Jarvis se ha mostrado totalmente opuesto a ello en una comparecencia que ha ofrecido este viernes en Motegi, en la que ha dejado bastantes titulares: «Por contrato, ningún piloto Yamaha puede pilotar motos de otras marcas mientras dure el acuerdo. Lorenzo ha decidido irse y la relación con alguien que se va no es la misma que si se quedara. Su contrato expira el 31 de diciembre», sostiene el Director de Yamaha Racing, que mantiene bastante firme su opinión con no dejar a Lorenzo que pruebe más de dos días: «MotoGP es un deporte, pero también un negocio y no es caridad. Le hemos dado dos días en Valencia en un espíritu de deportividad entre las marcas. Pensamos que es una concesión razonable y suficiente», añade Jarvis.
Además de lo estrictamente contractual, Lin Jarvis tiene claro que su objetivo es ponerle las cosas difíciles a Ducati, a quienes cuentan como un serio oponente el año que viene con Lorenzo en sus filas: «Los intereses de Lorenzo no son los mismos que los nuestros. Ducati ha invertido mucho dinero en él y quiere que se adapte a toda velocidad, pero nuestro cometido es no ponérselo fácil. Estamos convencidos de que será uno de nuestros principales rivales en 2017», asegura el máximo responsable de Yamaha. Así las cosas, Jorge Lorenzo y Pol Espargaró tendrán que aprovechar al máximo los dos días de los que dispondrán cuando acabe la temporada en temporada para adaptarse a sus nuevas motos. La siguiente toma de contacto tendrá que esperar ya para el 30 de enero y 1 de febrero, en Sepang. Yamaha y Lin Jarvis siguen en sus trece.
Coma
Lin Jarvis sigue cubriendose de gloria. No solo deja escapar al actual campeón de Moto GP y uno de los potenciales futuros campeones a cambio de mantener el estatus de una leyenda a la que no le quedan más de uno o dos años en activo, sino que se permite el lujo de tomarnos por tontos; ya savemos lo que es el deporte de élite, pero parece ser que en Suzuki o Ducati entre el negocio y las ONGs saben intercalar el señorío. Y usted se beneficia de ello. Patético.