Cambio de bujía de moto
La bujía de la moto es una de esas piezas de la moto que resulta familiar a todo el mundo, pero cuyo funcionamiento y ubicación resulta más desconocida de lo que creemos. En este artículo te desgranamos todo sobre este elemento, cuándo y cómo cambiarlo y qué mantenimiento debes llevar a cabo para conservarla en buen estado.
La labor de una bujia es indispensable para arrancar cualquier motor convencional, ya que se encarga de provocar la primera chispa dentro de la cámara de combustión provocando que el propulsor cobre vida al mezclar el aire con la gasolina. Además, también extraen el calor sobrante de la cámara de combustion.
Una bujía debe de soportar altos voltajes y elevadas temperaturas por lo que, además de metal, también está construida con materiales cerámicos resistentes al calor. El alto grado de presión que sufren estos dispositivos en su trabajo hace que su desgaste sea elevado y que, por lo tanto, sea uno de los elementos que más haya que vigilar cuando se revise el motor de nuestra moto. Cada motor emplea un modelo diferente, por ello, no son intercambiables.
Al igual que otros consumibles, la bujía de la moto también tiene fecha de caducidad. Los expertos recomiendan su sustitución cada dos años o 30.000 kilómetros. El paso del tiempo es el principal factor que provoca este cambio, pues el elemento se desgasta y puede tener daños de rotura. Este riesgo se produce, especialmente, en situaciones de condiciones climáticas extremas, como las lluvias, frío o calor intenso, y altos niveles de humedad.
Para aumentar la duración de tus bujías deberás hacer un buen uso del motor, evitando el sobrerrégimen, los cambios bruscos de temperatura o los sobrecalentamientos. Otro buen consejo es no apurar el carburante, manteniéndolas limpias y revisadas con frecuencia.
¿Cuándo cambiar la bujía?

Bujía en buen estado
Lo ideal es seguir el manual de mantenimiento, donde se especifica el intervalo de revisiones y el modelo de bujía de moto empleado. El número de bujías suele ser directamente proporcional al número de cilindros de la moto, por lo que es aconsejable cambiar todas a la vez. Si la moto no arranca y hay carga de batería suficiente puede ser un indicative de que las bujías están llegando al final de su vida útil. Si observamos que alguna está impregnada de grasa, que uno de los cilindros falla o que hay una notable pérdida de potencia, habría que proceder a sus sustitución.
El aspecto y color de las bujías también pueden indicar qué ocurre. Una bujía “sana” tiene la punta cubierta con residuos de color marrón pero no presenta aceite ni carbonilla. Si la moto está acostumbrada a trayectos cortos, tendrán un color negro similar al quemado. Cuando el aislador y los electrodos están cubiertos por incrustaciones de color blanquecino, suele deberse a una pérdida de aceite a través del pistón o a la mala calidad de la gasolina, lo cual genera residuos que se solidifican en la bujía de la moto. En ese caso notarás que el motor falla cuando trabaja a un régimen elevado. Si los electrodos están fundidos, puede indicar que la bujía se ha calentado demasiado, el sistema de refrigeración no funciona adecuadamente o existen zonas de recalentamiento en la cámara de combustión.
¿Cómo cambiar la bujía?
El primer paso es cerciorarse de que el motor está frío para poder separarlas del cable de conexión. Antes de extraer la bujía vieja limpiaremos bien alrededor para evitar que pueda entrar suciedad en los conectores. El tercer paso sería retirar la bujía gastada empleando una llave específica, girándolas en el sentido contrario a las agujas del reloj. A veces, con una simple limpieza es suficiente, si no se encuentran en mal estado. Para ello lo ideal es emplear un cepillo de alambre.
Siempre es una buena idea revisar las cabezas de los cilindros antes de instalar las nuevas bujías. Las bujías recién adquiridas deberían ajustarse fácilmente. Si los cabezales están sucios, páseles un paño humedecido en aceite. A continuación, hay que colocar la nueva pieza, que debe ser tratada con cuidado, ya que incluye material cerámico. Para apretar las nuevas lo ideal es ejercer una leve presión con la mano hasta llegar al tope, y ajustar con la herramienta para asegurarnos, pero sin forzar.
Grado térmico y recomendaciones
Que una bujía trabaje correctamente implica que debe soportar altos voltajes y elevadas temperaturas por lo que, además de metal, también está construida con materiales cerámicos resistentes al calor. El alto grado de presión que sufren estos dispositivos en su trabajo hace que su desgaste sea elevado y que, por lo tanto, sea uno de los elementos que más haya que vigilar.
Cabe destacar que existen distintos tipos de bujía, pues el calor producido no es el mismo en todos los motores. Por eso, cada moto necesita una bujía con un grado térmico concreto, es decir, con una capacidad exacta de transmitir el calor a la culata. De esta manera, la bujía de la moto se mantiene en la temperatura correcta dentro del rango térmico óptimo.
Fuente: https://moto.autodoc.es/repuestos/motocicleta-bujia-de-encendido-43192