«Estaba llorando como un niño en la vuelta de honor»
Jack Miller ha logrado en Motegi su segunda victoria de la temporada. El piloto de Ducati, que la próxima temporada estará en las filas de KTM, se mostró emocionado tras arrasar en el GP de Japón.
Un cada vez más maduro Jack Miller quiere despedirse de Ducati de la mejor forma. Y qué mejor manera que sumando una nueva victoria, su segunda de la temporada. El australiano se mostró emocionado tras arrasar en Motegi, matizando que cometer hoy un error en el trazado japonés era fácil.
La carrera para Miller fue «mejor de lo planificado», y es que el australiano partía séptimo en parrilla. Sin embargo, tanto en seco como en mojado, el piloto de Ducati estaba en forma en Motegi: «Me he sentido fuerte todo el fin de semana. Ayer estaba un poco decepcionado tras el clasificatorio porque creo que podría haber sido más rápido en mojado. Al salir séptimo en parrilla tenía que remontar, pero tenía un buen ritmo de 1:45 con el neumático duro. Después, luché con Martín, pero supe dónde podía apretar e impuse mi ritmo. Me he dejado la piel, sin duda».
En parrilla, muchos equipos se cuestionaban la correcta elección del neumático, principalmente el trasero. La temperatura era la más alta del fin de semana, y Miller lo tenía claro desde la mañana del domingo: «Desde el warm up supe que el duro era la mejor opción».
«Trataba de no escucharle demasiado a ese enemigo interior que pudo salir»
Miller matizó que el neumático medio lo probó en una distancia similar a la de carrera, por lo que no le pudieron convencer de otra opción: «Quartararo y Aleix Espargaró optaron por el neumático medio, y yo había hecho la distancia de carrera con esa goma el viernes y tenía la información. Fui rápido casi de inmediato, y nos salió bien la elección».
El australiano aseguró en rueda de prensa que se alegra de «no haber tenido que pelear al final de carrera». Y el motivo fue el desgaste de los neumáticos, que en Motegi sufren en la parte central por la cantidad de rectas: «Me alegro de no haber tenido que pelear al final de carrera. Al final tuve que gestionar bien las recta, la parte central del neumático termina muy deteriorada».
La curva 11 fue su mejor arma, donde se encontraba muy seguro: «Me sentía muy bien en la curva 11. Pude evitar que se cerrara de delante e incluso valerme de eso. Cuando empezaba a funcionar lo pude usar para la desaceleración y parar mejor la moto». De hecho, el único adelantamiento que no hizo ahí fue a Viñales, cuya maniobra considera agresiva: «Sólo pasé a Viñales en la curva 5. Quizá fui un poco agresivo, estaba muy cerca, pero ha sido una carrera increíble y remontar».
Define esta victoria como «emotiva», como todas las que ha logrado en la categoría reina. Pero se mostró especialmente emocionado con la de hoy en Motegi, explicando que su mayor rival estaba en su mente: «Estaba llorando como un niño en la vuelta de honor. Estaba controlando de principio a fin, y cuando ruedas así el único hombre a batir es el que tienes en la mente. Trataba de no escucharle demasiado a ese enemigo interior que pudo salir. Evité cualquier error que es fácil cometer aquí».