El GP de India 2023, rodeado de incógnitas

Buena parte del paddock de MotoGP sigue a la espera de que sus visados sean aceptados para volar a la India, lo que ha derivado ya en varias cancelaciones de vuelos. El Repsol Honda y Marc Márquez, entre los afectados.


A sólo unos días del primer GP de India de la historia del Mundial de MotoGP, las dudas sobre la disputa de esta cita son cada vez mayores. Son varios los quebraderos de cabeza que rodean al evento, desde la falta de visados que ha obligado a buena parte del paddock a cancelar vuelos y tener que buscar otros nuevos a contrarreloj, como los trabajos de seguridad en el trazado indio, que quizá resulten insuficientes en una pista que aún no ha sido homologada oficialmente.

Pese a que hace casi un año que se confirmó la llegada del GP de India al calendario de MotoGP 2023, a sólo unos días de su celebración son muchos los flecos que quedan por cerrar.

La mayor preocupación en estos momentos es la gran cantidad de visados que aún no han sido aprobados para muchos miembros del paddock; tanto pilotos, como miembros de equipos, periodistas o fotógrafos. Entre los afectados está el Repsol Honda Team y Marc Márquez, que compartía en la mañana de este martes una foto en su Instagram entrenando en bicicleta al no tener aún el visado en regla y, por ende, al no poder viajar en la fecha prevista. Otros tantos no han tenido problemas burocráticos y ya se encuentran en India.

motogp india 2

La falta de aprobación de muchos visados ha derivado en que buena parte de ellos hayan tenido que cancelar los vuelos previstos para este martes a la espera de que se solucionen los problemas, y tener que buscar un nuevo vuelo para los próximos días con el sobrecargo que esto supone con tan poco margen de tiempo. Eso, en el caso de encontrarlo, ya que hay muchas personas en la misma situación. Si dichos visados pendientes se siguen atrasando, los problemas y los quebraderos de cabeza serán aún mayores.

Todo ello, a pesar de que los equipos y profesionales del paddock realizaron todos los trámites burocráticos con una agencia local por recomendación de Dorna para así agilizar los trámites. Lo cierto es que tres días antes del GP buena parte de la familia de MotoGP sigue sin los visados en regla y la respuesta de las autoridades se puede demorar hasta 72 horas.

Si los problemas no se solucionan a tiempo, toda esta situación podría atrasar el inicio del GP de India. De hecho, empieza a sopesarse la posibilidad de que se tenga que cancelar la jornada del viernes, como ya ocurrió en el GP de Argentina del año pasado, en ese caso por la demora del material de muchos equipos por un problema logístico. No en vano, la cancelación del viernes supondría un problema extra este curso con el nuevo formato de competición con la carrera sprint el sábado. De hecho, las sesiones programadas para el viernes tienen una mayor duración para las tres categorías para que los pilotos se puedan familiarizar con el trazado... siempre y cuando este acabe siendo homologado.

La homologación del circuito, en entredicho


Y es que ese es el otro gran problema al que se enfrenta el GP de India. La demora con la que se iniciaron las obras de acondicionamiento del circuito ha provocado que el promotor, Fairstreet Sports, haya tenido que trabajar a contrarreloj en poco más de dos meses para adecuar el circuito a las medidas de seguridad necesarias para albergar un evento de MotoGP, ya que el circuito fue construido hace más de una década para eventos automovilísticos como fue el caso de la Fórmula 1, que corrió allí de 2011 a 2013. De hecho, desde entonces no ha vuelto a haber ningún evento de primer nivel en el Circuito Internacional de Buddh.

Así las cosas, a falta de tres supuestos días para que empiecen a rodar las motos en Buddh, el circuito aún no tiene homologación por parte de la FIM. Loris Capirossi, máximo responsable de seguridad del campeonato, viajó antes a India para verificar que las obras realizadas en los últimos meses cumplen con los requisitos, y tal y como confirma el periodista Mat Oxley, dio luz verde a los trabajos que se han llevado a cabo.

Sin embargo, serán los pilotos los que tengan la última palabra cuando inspeccionen el circuito el jueves, hasta el punto de que han acordado la unanimidad de plantarse si el circuito no cumple con las medidas de seguridad necesarias. Preocupan, sobre todo, la cercanía de algunos muros y la amplitud de algunas escapatorias.

Ya sea por temas burocráticos o de seguridad, lo cierto es que el GP de India 2023 no tiene del todo garantizada su celebración mientras los miembros del paddock siguen llegando (o intentando llegar). Seguiremos informando...

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