Pol Espargaró analiza su último año con KTM y habla de su nuevo reto en el Repsol Honda
Pol Espargaró atiende a MOTORBIKE MAGAZINE en el tramo final de su andadura de cuatro temporadas como piloto de KTM, antes de dar el paso al Repsol Honda Team como compañero de Marc Márquez.
Pol Espargaró (Granollers, 10/6/1991) está a punto de cerrar una etapa de cuatro años como piloto de KTM. Si alguien les hubiera dicho a la marca austriaca cuando unieron sus fuerzas en el test de Valencia de 2016 que en sólo cuatro años estarían donde están, probablemente pocos hubieran apostado por ello.
El piloto catalán arrancó la temporada habiendo oficializado ya su fichaje por el Repsol Honda para 2021 y 2022 y está completando el que es, con diferencia, su mejor curso en KTM. A falta de dos carreras para acabar la temporada, suma cuatro podios y dos poles, aunque le queda la espina de tener esa victoria que sí pudieron lograr Binder en Brno y Oliveira en Estiria, carreras en las que Pol estaba también metido de lleno en la pelea por ganar. En términos de campeonato, tiene opciones de luchar hasta el final por entrar en el top 5, un resultado que pondría la guinda a su periplo en KTM, una época de crecimiento mutuo para la marca y para él. «Siento que vine como un niño y me voy como un adulto», dice.
Le espera el Repsol Honda, un desafío que para Pol no tiene medias tintas: «Lo he dicho muchas veces: o me endurece y me fortalece, o me destruye», asegura. Espargaró está deseando arrancar su nuevo reto como compañero de Marc Márquez, no sin antes tratar de cerrar del mejor modo posible su paso por KTM. En esta recta final de temporada, Polyccio atiende a MOTORBIKE MAGAZINE en una de esas entrevistas de la "nueva normalidad", por videollamada y al otro lado de la pantalla, para repasar cómo está siendo su temporada y su paso por la 'naranja mecánica', y cómo afronta la aventura que empezará en 2021.
MOTORBIKE MAGAZINE: Para empezar, me gustaría saber qué valoración se puede hacer de este año tan raro y de cómo puede afectar la situación a las carreras, a los viajes, a estar en menos circuitos, a no tener público... ¿Cómo se convive con todo esto?
Pol Espargaró: «Es un año súper complicado, porque básicamente hacemos esto por y para la gente. Al no haber gente, este deporte pierde un poquito el sentido. Para nosotros, ir de circuitos y no ver gente, te hace sentir como que no estás compitiendo, que le falta ese aliciente y ese qué para disfrutar realmente un fin de semana. Poderlo celebrar cuando las cosas van bien y, cuando van mal, tener a tu gente para que te anime. Realmente se hace duro, se hace monótono y se hace pesado. Los PCRs, los viajes... Se hace muy rara la vida normal y el día a día, porque vas haciendo todo con miedo por no coger el Covid, evidentemente porque no quieres contagiarte, pero también porque de eso depende tu trabajo y que no puedas venir a correr como les ha pasado a algunos pilotos. Vives todo esto con miedo e incertidumbre, pero al igual que les pasa a otras muchas personas en sus trabajos».
«De tres posibilidades de victoria, hemos pasado a dos caídas y en Austria me robaron la cartera en la última curva. Haber podido hacer y no haber hecho es lo que más me molesta y me toca las narices»
¿Qué nota le pondrías a lo que está siendo la temporada?
«¡Buf...! Es que hemos tenido muchos altibajos. Ha habido momentos en los que prácticamente hemos besado la gloria y otros en los que quería desaparecer, con muy mala suerte, con caídas, con incidentes que se podrían haber evitado. Normalmente, intento ser muy constante porque creo que en la constancia está el buen resultado final y este año no he podido serlo. Lo he pagado muchísimo en el campeonato, creo que he sido de los pilotos que más, porque las carreras en las que me he caído fueron en los fines de semana en los que más puntos podríamos haber conseguido. No estoy contento por eso. Aun así, quedan carreras y podemos rehacernos un poco siendo constantes, que es lo que yo quería y lo que nos fuimos al inicio de temporada».
Me da la sensación, y corrígeme si me equivoco, de que el año pasado fue muy bueno y lo acabaste con la conciencia muy tranquila y que este año, aunque los resultados está siendo mucho mejores, tienes una espina que no te deja la conciencia tan tranquila. ¿Es así?
«Sí, es así. El año pasado los resultados no eran tan buenos, ni mucho menos. Sí que tuvimos algún momento y algún resultado bueno, pero este año en cuanto a resultados está siendo increíble. Estamos rindiendo mucho mejor que el año pasado. He podido tener dos victorias, de las cuales una se me escapó en la última curva y otra me la quitaron, y me ha quedado eso: dos momentos en los que podría haber ganado, dos posibles victorias. E incluso si no contamos la bandera roja de la primera carrera en Austria, es que hubieran podido ser tres victorias si todo hubiera salido bien. Y de tres posibilidades de victoria, ha pasado a dos caídas y me robaron la cartera en la última curva en Austria, quedando tercero, que es un buen resultado pero no es lo mismo. Evidentemente, es un gran año y los resultados son muy buenos, pero el haber podido hacer y no haber hecho es lo que más me molesta y me toca las narices. Aun así, dos poles y cuatro podios, es algo que hubiera firmado antes de empezar la temporada».
«Siento que vine a KTM como un niño y me voy como un adulto»
¿Irte de KTM sin una victoria sería como dejar una cuenta pendiente?
«Sí y no. Evidentemente, ganar es algo que me gustaría mucho, y si queda esa cuenta pendiente sería porque mis compañeros de equipo lo han conseguido. Tampoco es realmente así, porque si por ejemplo en la República Checa no hubiera tenido opciones y hubiese terminado la carrera séptimo u octavo, y en Austria en vez de estar luchando por la victoria en la última curva hubiera estado sexto o séptimo, sí que me hubiera sentido mal. Pero en esas dos carreras en las que mis compañeros ganaron, yo tenía incluso más opciones que ellos de ganarlas. No me deja en una mala situación, porque sí que es verdad que no las ganamos, pero tengo la conciencia tranquila de que las pudimos ganar y eso al final es bueno para el amor propio o para sentirse uno bien».
Este año has vuelto a liderar entrenamientos, a conseguir podios y poles, algo que era como tu hábitat natural en las categorías menores, pero no habías logrado aún en MotoGP. Eso te ha devuelto a lo que quiere saborear un piloto.
«Sí, sin duda. El primer año en MotoGP hice sexto en el Mundial y no estuvo mal, con algunos cuartos puestos y rozando el podio en dos o tres carreras, pero a partir de ahí los dos años siguientes fueron malos en Tech3 y también KTM era un equipo muy nuevo. Ahora estoy volviendo a ese sitio al que le gusta estar a los pilotos, ese sitio en el que te juegas algo. No vas a los fines de semana de carreras pensando en puntuar o en quedar el décimo. Esto a nadie le gusta, a los pilotos nos gusta estar motivados y luchar por algunas posiciones interesantes, y este año lo estamos consiguiendo. Ya sea en entrenamientos o en carrera, tener la opción de hacer algo interesante durante el fin de semana, que la gente te vea y que el equipo esté contento, al final es el propósito de cualquier piloto. Aun así, los años en los que no hemos estado en la situación que estamos ahora, también los he disfrutado de otra manera. He podido aprender muchísimo y también los he utilizado para mejorar como piloto, y también estoy orgulloso de ello».
¿Qué te han aportado tanto personal como profesionalmente estos cuatro años en KTM?
«Yo siento realmente que vine a este proyecto como un niño. Cuando estuve en Yamaha me trataban como tal, como un niño que no controlaba absolutamente nada y al que le daban toda la comida mascada, por decirlo de alguna manera. Lo que les funcionaba a los pilotos oficiales, yo sólo era como seguir las líneas que seguían ellos. No desarrollaba nada, no tenía imput en nada y se me escuchaba poco. No digo que escuchándome lo hubiésemos hecho mucho mejor, pero es el hecho de que no me sentía como un piloto oficial. Y cuando llegué aquí a KTM, evidentemente las cosas fueron mucho más duras, porque de estar luchando por los cinco o seis primeros de cada carrera a pasar al último puesto de parrilla, es doloroso. Aun así, al estar en un equipo oficial me sentía muy apoyado y muy bien tratado. Me siento que vine como un niño y me voy como un adulto, aprendiendo a hacer una moto de cero, a aprender todos los parámetros que se pueden aprender en una moto para mejorarla. Es un bagaje que me llevo conmigo y que siempre voy a recordar».
¿Qué es lo que más vas a echar de menos de KTM?
«Sin duda, el equipo humano que tiene. Creo que haberlas pasado tan canutas y haber estado en momentos tan duros, tanto de lesiones como empezando un proyecto desde cero en el que poca gente creía que lograríamos lo que estamos logrando ahora en tan poco tiempo, eso te hace estar en situaciones tan complejas y tan duras que une muchísimo. En KTM tenemos una piña muy unida, un grupo humano brutal, que hemos estado trabajando cuatro años con este. Nunca había estado tanto tiempo con un equipo, con una fábrica, y voy a echar mucho de menos a la gente, el calor humano que hay aquí».
Me consta que desde dentro se te ha valorado mucho, como ha demostrado Pit Beirer en más de una declaración. ¿Crees que desde fuera se ha valorado lo suficiente tu trabajo con KTM en estos cuatro años?
«No me importa la opinión de la gente. Lo que me importa es la opinión de mi equipo, de Pit Beirer y de todo el conjunto de KTM, y ellos me consta que están muy orgullosos y que están muy contentos. Muchísimas veces, incluso cuando han ganado mis compañeros y yo no he podido, me han agradecido el trabajo hecho. Desde Pit hasta Mike Leitner, pasando por todos los mecánicos. Eso es lo único que me llena. Que ellos, que realmente están aquí dentro y que saben el trabajo que nos ha costado hacer todo esto, con su reconocimiento es más que suficiente. Al final es lo que importa, que los que saben te reconozcan tu trabajo es el premio más grande».
«Estoy preparado para una nueva aventura, que no la puedo tomar con más motivación porque es imposible. Lo he dicho varias veces, o me endurece y me fortalece, o me destruye»
Se suele decir que 'a toro pasado, todos somos Manolete', ¿pero no da un poco de rabia irse justo en este momento?
«Bueno, hay épocas en la vida y hay etapas que hay que quemar. Creo que esta etapa de KTM a lo mejor sigue en el futuro, pero ahora mismo está quemada. Siento como que vine con un propósito y lo he cumplido. He estado a la altura del proyecto, he dejado una moto a la altura de los mejores pilotos y de las mejores fábricas, y eso a mí me enorgullece muchísimo. Ahora, como piloto quiero tener un reto nuevo, más grande y más ambicioso. Lo he dicho muchas veces, o me endurece y me fortalece, o me destruye. Estoy preparado para una nueva aventura, que no la puedo tomar con más motivación porque es imposible. En uno de los mejores equipos de la historia de MotoGP, con el mejor piloto del mundo a mi lado. Estoy en mi mejor momento y si no lo hago ahora, no lo hago nunca. Al final, creo que los deportistas nos tenemos que mover por ambiciones y eso es lo que he hecho. Quiero más, quiero conocer mis límites y a lo mejor los encuentro el año que viene».
¿Por qué esa reflexión de 'o me endurece o me destruye'?
«Porque sé a dónde voy. Sé a quién voy a tener a mi lado, sé lo que significa llevar esos colores y los resultados que se tienen que hacer cuando se está pilotando esa moto. Al final, quien marca los límites o las posiciones que tienes que hacer, es tu compañero de equipo, porque lleva la misma moto que tú. Todos los demás pueden hacerlo mejor o peor, pero no llevan el mismo material. Pero tu compañero de equipo es quien te pone las pilas o se las pones tú. En ese caso, hemos visto en el pasado que Marc ha estado siempre al mejor nivel, ganando o luchando por ganar todas las carreras, y ganando Campeonatos del Mundo. Cuando Marc llegue, creo que va a retomar este mundo de MotoGP en el mismo sitio en el que lo dejó, que es luchando por ganar. Él pone los límites, así que vamos a ver de lo que soy capaz. Por eso digo, si soy capaz me va a endurecer muchísimo y me va a hacer mucho más fuerte, y si no soy capaz, evidentemente que no hacerlo bien en una moto como esta me puede traer consecuencias».
«Creo que no vale esa reflexión de 'Y si Marc hubiera estado', porque Marc ha estado. Cometió un error y lo está pagando»
Se ha hablado mucho este año sobre el debate del valor del título sin Marc en pista. Yo te pongo la frase y te dejo que la remates tú: una temporada sin Marc Márquez es...
«Bueno... Igual de completa. Sin duda. Porque no tenemos la certeza de que si Marc hubiese estado aquí, hubiera ganado. Igual sí y me arriesgo a decir que seguramente sí, pero no lo sabemos. Es una temporada muy atípica, muy rara, muy loca, en la que ha habido muchas caídas. Aquí todo cuenta: los errores humanos, hemos visto los errores mecánicos de Yamaha... Aquí todo, todo cuenta. Si la moto falla, es problema del equipo y eso cuenta. Si el piloto se cae, es problema del piloto y eso también cuenta en el campeonato. Marc cometió un error y lo ha pagado. Creo que no vale esa reflexión de 'Y si Marc hubiera estado', porque Marc ha estado. Quiero decir, cometió un error y lo está pagando. Todos los pilotos que están aquí han podido luchar por y para ganar, y si a Marc le hubiera pasado esto en una temporada normal, hubiera sido lo mismo, porque su lesión ha sido muy grande. Así que ha sido lo mismo».
¿Sabes ya cuándo te vas a subir por primera vez a la Honda? ¿Has pensado mucho en ese momento?
«Sí, evidentemente he pensado muchísimo en ello, prácticamente todos los días. No porque tenga ganas, sino por saber qué va a pasar. Es algo que es difícil de describir. Entrenas todos los días para un propósito y cuando tomas una decisión de ese calibre cambian mucho tus expectativas. Eso lo veremos muy rápido el año que viene. Todas las dudas se van a disipar en la pretemporada para ver si soy capaz de adaptarme rápido o no.
Sobre cuándo me voy a subir a la moto, no tengo ni idea. Creo que ni yo, ni Dorna, ni el mundo entero sabe lo que va a pasar y cómo va a evolucionar la pandemia a nivel mundial. Vamos a tener que esperar, pero de lo que no tengo ninguna duda es que Dorna va a hacer el máximo para que sea lo más normal posible, al igual que el esfuerzo titánico que están haciendo para que podamos correr este año».
Nota de redacción: (Poco después de realizar esta entrevista, Dorna confirmaba el calendario de test de pretemporada de MotoGP: esta vez no habrá ningún test en 2020 y la acción comenzará en febrero, en Sepang. Habrá un shakedown test, probablemente para probadores y marcas con concesiones del 14 al 16 de febrero. Del 19 al 21 de febrero de 2021 sería el primer test oficial. Salvo cambios, todo apunta a que el 19 de febrero sería el primer test de Pol Espargaró con la Honda).
Nombre | Pol Espargaró |
Dorsal | 44 |
País | España |