Desde el pasado mes de enero afrontamos una nueva etapa en MOTORBIKE MAGAZINE sin nuestra revista interactiva. Fueron 48 números con 48 protagonistas de portada, con quienes compartimos sendas entrevistas que siempre nos ha gustado denominar como homenajes a personas relevantes en el mundo de la moto.
Pero el fin de esa etapa sólo significó el inicio de otra, en la que esas mismas entrevistas seguirán siendo parte indispensable de los contenidos que os seguiremos ofreciendo en nuestra web. Además, abrimos una nueva ventana a formatos audiovisuales, con más contenidos en vídeo, forma en la que también podrás encontrar parte de esta amplia entrevista.
En ese constante homenaje al mundo de la moto, hace tiempo que teníamos previsto sentarnos a charlar con Jorge Prado. Desde hace años, conocimos al gallego como una de las grandes promesas del mundo de motocross y ahora ya es toda una realidad. Con sólo 17 años se convirtió en el primer Campeón del Mundo español de la historia de MX2 y ahora, con la mayoría de edad recién cumplida, buscará defender la corona y ampliar un palmarés que tiene visos de leyenda.
Jorge y su familia apostaron todo por el motocross. Cuando él sólo tenía 11 años, la irrechazable llamada de KTM hizo que toda la familia pusiera rumbo a Bélgica en pos del sueño de este tímido, educado y talentoso muchacho de Lugo. Al final, su sueño acabó siendo el sueño de toda la familia Prado García. Y, como se suele decir, lo mejor está por llegar.
En uno de los poquísimos huecos en su agenda para visitar España (que en este caso fue coincidiendo con la sensacional Gala de los Campeones del Mundo que organizó la RFME), nos sentamos a charlar con el gran abanderado del motocross en España para repasar una trayectoria que, pese a su corta edad, tiene demasiados capítulos escritos, y a la que le quedan otros tantos por escribir.
«Llegar desde Galicia no fue nada fácil; pero si vales, vales»
Arrancamos como todas las entrevistas. Queremos saber de dónde le llega la pasión por el motociclismo a nuestro protagonista. En la mayoría de casos es por tradición familiar. Fue igual en el tuyo, ¿verdad?
«En mi caso, a mi padre siempre le gustaron las motos. Él competía a nivel muy aficionado en trial y mi primera moto fue una moto de trial. Empezamos como aficionados hasta llegar ahora y competir en el mundial de motocross. Afición trasladada de padre a hijo».
Como dices, empezaste en el trial, una disciplina muy completa. ¿La aparcaste definitivamente o sigues utilizándola en alguna ocasión?
«Es una disciplina que me gusta mucho. Fueron mis inicios, así que intento cuadrar de vez en cuando algún entrenamiento de trial, pero ahora mismo es muy complicado porque entrenamos mucho en motocross».
Lo tuyo con el motocross fue un flechazo. ¿Recuerdas aquella primera toma de contacto? ¿Qué te llevó a decantarte definitivamente por ello?
«Empecé entrenando y compitiendo en trial y motocross al mismo tiempo. Le dedicaba el 50% a cada disciplina. Iba variando, los sábados para el MX y los domingos para el trial. Tenía esas dos disciplinas que me encantaban, hasta que llegó el momento en el que nos tuvimos que centrar un poco más en una y esa fue el motocross. La verdad es que el trial se me daba muy bien, pero el motocross tenía algo que me gustaba un poco más y al final pusimos dirección hacia allí».
Parece que tenías un don para ambas, que te salía natural...
«Sí, la verdad es que las dos se me daban muy bien. Al final decidimos irnos por el camino del motocross, un camino que estoy disfrutando mucho ahora».
¿A quién recuerdas como tu primer ídolo o referente en el mundo del motociclismo?
«Yo llamaría referente, y es el primero del que me puedo acordar, a Adam Raga. Al empezar en el trial, como él estaba en ese mundo, era mi piloto favorito. Al pasar al motocross estaba la generación en la que Ricky Carmichael y James Stewart estaban en su mejor momento, y más adelante tuve como referentes a Tony Cairoli y Ken Roczen, contra los que ya he tenido la oportunidad de competir».
Muchas veces hemos hablado con otros pilotos de la zona centro o de lugares sin tanta tradición como la que hay en Cataluña o la Comunidad Valenciana, sobre cómo es llegar al motociclismo de élite. En tu caso, desde Galicia, ¿cómo es para un gallego llegar a donde has llegado?
«Desde Galicia no es nada fácil. Pero al final yo creo que si vales, vales. Si tienes el talento para lograr algo, creo que lo puedes conseguir de todos modos. Seguro que no fue nada fácil para mi familia, porque los viajes desde Galicia son muy largos. Tampoco teníamos muchos circuitos para entrenar o aficionados al motocross cerca de casa, pero al final… un piloto gallego que ha sido Campeón del Mundo de MX2».
Luego ahondaremos en la importancia que han sido tus padres en tu trayectoria, pero empezamos por una parte fundamental: la apuesta que hicieron para disputar el Europeo y el Mundial de 65cc, sufragar los gastos de ambas competiciones… todo ello sin que tuvieses aún el respaldo de Red Bull/KTM.
«Sí, sin mis padres esto no hubiera sido posible. Desde que tenía 8 años salimos a correr fuera de España, en el Campeonato de Europa. Eso me ayudó mucho a coger nivel y a ver un poco la realidad. También para ver a otro tipo de pilotos, no sólo a nivel nacional, y para conocer otro tipo de circuitos, que también me ayudó mucho a lo largo de mi carrera. Pude ganar el Mundial de 65cc con la ayuda de mis padres y amigos, y al siguiente año ya poder competir bajo la estructura de Red Bull KTM».
¿Crees que sin aquellos títulos hubiese sido imposible?
«Exacto. Si no hubiésemos ganado esos títulos, no habría sido posible. Eso lo tengo más que claro».
¿Recuerdas cuándo y cómo fue aquella llamada de KTM para ficharte?
«Fue el lunes después de la carrera. Directamente nos llamaron y desde ahí ya empezamos a hablar. Fue una llamada muy importante para nosotros, algo que marcó mucho en mi vida».
«Sabiendo que tu familia está haciendo un sacrificio tan grande, sientes que tienes que dar resultados»
Tu caso es opuesto a lo normal. Generalmente, es un padre/madre de familia quien por trabajo se lleva a los suyos fuera. En tu caso fue al revés. Por el hecho de “llevarte” a tu familia fuera, ¿crees que siendo un niño has llegado a sentir una responsabilidad/carga más propia de un padre de familia?
«Tuve la suerte de tener unos padres que me apoyaron en todo momento. Toda la familia decidimos irnos a vivir a Bélgica. Dejaron mucho por mí. También en Bélgica pudimos aprender cosas nuevas. Tuvimos la oportunidad de aprender nuevos idiomas, que es algo muy importante. Pero sí, el apoyo de mi familia fue extraordinario en ese momento en el que podría haber fallado».
¿En algún momento has llegado a ponerte más presión de la cuenta por ello?
«Yo me presiono a mí mismo, pero eso desde siempre. Siempre quieres dar lo mejor de ti, y en este caso a lo mejor un poco más. Sabiendo que tu familia te está apoyando en todo momento y haciendo un sacrificio tan grande, sientes que tienes que dar resultados. Por suerte, el año pasado les pude regalar un Campeonato del Mundo de MX2».
Has vivido cosas muy diferentes a lo que es habitual a tu edad y has encauzado tu vida de una forma muy diferente. ¿Cuánta madurez crees que te aporta todo esto?
«Este deporte es un deporte muy complicado, en el que necesitas mucha disciplina y sacrificarte día a día en los entrenamientos para conseguir tus objetivos. Eso te hace crecer también como persona, y es un camino muy difícil pero que optamos por seguir toda la familia, pero que por ahora nos está saliendo bastante bien».
Desde fuera, hablando puramente desde tu trayectoria, parece que todo ha sido un camino de rosas, que todo ha ido rodado. ¿Ha sido así o en algún momento se te pasó por la cabeza tirar la toalla y volver a España?
«El camino no fue nada fácil. Por ejemplo, en los tres primeros años en Bélgica me lesioné justo antes de las finales del Europeo, en los que no tuve resultados. Esos primeros años allí fueron bastante difíciles, pero por suerte y con mucho esfuerzo, pudimos avanzar. Siempre pensando en positivo. Eso ha hecho que lleguemos hasta donde estamos hoy».
Sin esa apuesta, ¿habría sido imposible? ¿Crees que a día de hoy un piloto que se forma únicamente en España podría llegar a ser Campeón del Mundo?
«Yo creo que sí que se podría, pero iba a ser muchísimo más complicado. Ahora mismo puedo entrenar en España e ir a las carreras del Mundial teniendo referencias, ya que he estado mucho tiempo fuera. Pero aun así necesito esas referencias de fuera de España de pilotos del Mundial. La idea de sólo estar en España o de habernos quedado aquí para llegar algún día a estar donde estamos ahora, es muy complicado. En España no tienes las referencias de pilotos del Mundial que te hacen mejorar día a día y al final mi equipo tampoco tiene la base aquí, así que iba a ser bastante complicado para el tema moto/recambios. Pero yo creo que sí que nos podríamos preparar en España de cara a un Mundial».
¿Crees que tu ejemplo y tu éxito pueden ser el impulso que necesita el MX para potenciarse en España?
«Eso esperamos. Yo espero que después de haber conseguido este título de MX2 pueda crecer el motocross en España. Sería muy importante y me haría mucha ilusión que se aficionase mucha más gente a este deporte».
A tus 18 años, ¿Qué sientes al poder convertirte en un referente para las jóvenes promesas que empiezan en el mundo del motocross?
«En mi carrera aún me queda mucho por hacer y muchos objetivos por conseguir. Pero sí, este fue un paso grande en lo que llevamos de carrera deportiva, que tampoco son tantos años, y un paso que nos ayuda a seguir con la motivación de llegar algún día a la meta final».
A nivel de instalaciones, de circuitos… ¿Estamos preparados en España para concebir a nuevas joyas del MX?
«Sí, en España hay muy buenos circuitos de motocross. Yo creo que, con las instalaciones que hay, sí que podrían salir promesas del motocross español».
«Dejar los estudios el año pasado fue una decisión muy complicada, pero a este nivel te tienes que dedicar 100% al motocross»
En el inicio de tu etapa en KTM estuviste bajo la supervisión de Stefan Everts, ahora compartes entrenamientos y día a día con Tony Cairoli. ¿Cómo es esa sensación de haber recibido consejos de dos de los más grandes de todos los tiempos? ¿Qué destacarías de cada uno?
«Cuando me fui a vivir a Bélgica, en los primeros años estuve entrenando con mi padre y después, al pasar a 125cc, KTM hizo un equipo Junior para competir en el Europeo en el que teníamos a Stefan Everts como Team Manager. Él nos ayudaba un poco, sobre todo en las jornadas de carreras. Al final, la ayuda más grande que tuve fue la de mi padre, que estaba siempre ahí en los entrenamientos.
Ahora en Italia tengo la suerte de poder estar en la estructura de Claudio De Carli, una persona que el año pasado me ayudó mucho, tanto dentro como fuera de la pista. Tengo a Cairoli todos los días como un referente en los entrenamientos; me viene muy bien tener a un nueve veces Campeón del Mundo entrenando conmigo para poder evolucionar».
¿Cómo es tu relación con él? Desde fuera da la sensación de que habéis hecho buenas migas...
«Sí, la verdad es que tenemos una muy buena relación. Somos vecinos y nos vemos todos los días. Entrenamos físico y moto juntos, y nos llevamos muy bien».
Salvando las distancias, ¿podrías decir que es algo así como un hermano mayor?
«Es un compañero de equipo. Al final, en pretemporada tuve que competir contra él. Lo respeto, pero en la pista siempre le quieres batir y en los entrenamientos quieres ir más rápido que él, o al menos acercarte. Mi objetivo es llegar algún día lo más cerca posible a él o ser más rápido que él. En la pista siempre voy a intentar ganarle».
Ese cambio de Bélgica a Italia quizá ha sido una de las grandes claves del título de MX2. ¿Qué porcentaje de culpa en ese éxito tiene ese cambio?
«Un cambio muy grande. También cambiamos el programa de entrenamientos, con personas alrededor que trabajan muy duro para poder llegar a ganar el Mundial, como conseguimos el año pasado. Tener a Cairoli también me sirvió de mucho, día a día. El año pasado era el primero para mí totalmente como piloto profesional y dedicarte sólo al motocross me hizo evolucionar también mucho».
Precisamente eso, uno de los cambios importantes fue centrarte al cien por cien en el MX y tener que aparcar los estudios, que en tu caso no creo que fuese sencillo porque siempre te has considerado un buen estudiante. ¿Cómo fue tomar esa decisión?
«Fue una decisión bastante complicada. Yo soy una persona que lo último que quiere es dejar los estudios, pero al nivel en el que estamos te tienes que dedicar 100% al motocross para dar lo máximo de ti y poder hacer los entrenamientos como se tienen que hacer. Con esto me refiero a dar lo mejor de ti en los entrenamientos para llegar a las carreras y demostrar lo que realmente puedes hacer, viniendo de una serie de entrenamientos que al final, si tienes que estudiar, no podrías realizar porque no tienes tiempo. Los estudios también te gastan energía y esa es una de las cosas que noté mucho el año pasado, el hecho de llegar mucho más relajado a las carreras».
El año pasado marcaste mucho la diferencia en segundas mangas. En todos los aspectos llegaste más fresco, ¿no?
«Exacto. El año pasado fue una temporada muy buena. En 2017 fui bastante irregular, pero el año pasado pulimos bastantes aspectos que en 2017 habían sido puntos bastante flojos. Y el año pasado justo en esos puntos, como por ejemplo ganar las carreras de calor que en 2017 no pude terminarlas. Fue un año de un salto muy grande de calidad».
Empezaste el año con una lesión y Jonass estaba muy fuerte, pero poco a poco le comiste la tostada y te pusiste líder en el último tercio de temporada. ¿Cómo se lidia con la presión en ese punto?
«Empezamos la temporada con una primera prueba bastante mala para mí en Argentina. Cometí muchos fallos y cedí muchos puntos que me hubiera gustado de tener de reserva a final de temporada. Las siguientes dos pruebas Jonass estuvo muy fuerte, pero siempre estuve cerca, así que no me encontraba muy preocupado. Empecé a ganar pruebas y a recortar puntos, pasada la mitad de temporada me puse líder y ahí ya empezar a luchar por el título y mantener la placa roja hasta el final. Eso es lo más difícil. La segunda parte de la temporada fue la mejor de todo el año, ganando todas las carreras menos una. Lidié muy bien con la presión».
Yo destacaría Assen, penúltima cita y con el campeonato apretado, donde conseguiste un doblete casi definitivo...
«Sí, Assen fue clave en el campeonato. Llegamos con pocos puntos de diferencia entre el segundo clasificado y yo, pero pude hacer un fin de semana perfecto ganando las dos mangas. Este piloto falló bastante y eso hizo que pudiésemos llegar a la última prueba llegar con un margen grande, que nos permitió no tener mucha presión y poder completar otro fin de semana impecable».
¿Cómo se definiría Jorge Prado como piloto tanto a nivel físico como a nivel mental?
«A nivel de pilotaje, creo que soy bastante fino sobre la moto. Cuando la gente me ve, quizá parece que voy más lento de lo que realmente voy, ya que no soy un piloto nada agresivo. Y mentalmente, este año pude ver que en las carreras de calor pude soportar muy bien esas circunstancias. Creo que soy bastante fuerte de cabeza».
En eso también quería ahondar un poco. Durante muchos años ya has tenido que soportar la presión de que, por estar con KTM, siempre se te van a exigir resultados. Esa presión de tener que ganar siempre tampoco es fácil, ¿no?
«Si estás en la mejor estructura del paddock, tienes que dar resultados. Tienes que estar, básicamente, ganando. Si lo ves de esa forma, sí que puedes recibir un poco de presión, pero al final tienes que hacerlo lo mejor posible. Si entrenas, das lo mejor de ti y al final no llegan los resultados, has hecho todo lo que has podido. Tengo un equipo que confía mucho en mí, al igual que yo, ya que entreno y doy lo mejor de mí, así que no me siento muy presionado».
«Herlings está en otro nivel; espero llegar a pelear con él por un título de MXGP»
Siempre has comentado que en el futuro te gustaría dar el paso a Estados Unidos para disputar el AMA. ¿Este título de MX2 te ha hecho cambiar el planteamiento?
«La verdad que el paso a correr en Estados Unidos no lo tengo nada claro aún. Todavía tengo mucho por mejorar y por eso quiero mejorar aquí en Europa. Pero tampoco descarto la opción de ir a correr allí, así que a lo mejor en un futuro me puedo ver corriendo en Estados Unidos».
Desde este punto de vista, también sería bonito pensar en estar en MXGP compartiendo pista con Tony Cairoli. ¿Es un sueño por cumplir?
«Me gustaría poder llegar a competir en la categoría máxima con Tony, ya que entrenamos todos los días juntos. Poder batir a tu compañero de entrenamientos, de equipo y a un nueve veces Campeón del Mundo no es nada fácil, y es un objetivo también. Sería algo que me haría mucha ilusión».
¿Le 'mojas la oreja' mucho ya en los entrenamientos?
«Entrenando doy lo mejor de mí, así que tampoco se puede relajar mucho, porque vengo por detrás…» (Ríe).
Recuerdo cuando entraste en MX2, que lo hiciste como un elefante en una cacharrería, luchando con Herlings ya en tu primer fin de semana. Viendo el nivel que ha alcanzado él, ¿es una motivación llegar a MXGP y plantarle cara?
«Ahora mismo Herlings está muy fuerte, está en otro nivel. Yo espero que con todo el esfuerzo que pongo pueda llegar algún día a competir y pelear con él por un campeonato».
¿Aquel fin de semana de Assen 2016 en MX2 superó tus expectativas?
«Fue un fin de semana muy especial. Era mi primera prueba en MX2 y peleé ya directamente con Jeffrey en una pista de arena. Supuestamente, él es el mejor piloto de arena de todos los tiempos. Fue un fin de semana muy especial para mí, primer podio en el Mundial y el hecho de poder pelear con él, un referente, fue muy bonito. Fue una sensación única».
Le pusiste la guinda al año pasado con una gran actuación en el MX de las Naciones. ¿Qué balance haces de aquella participación?
«El MX de las Naciones fue mejor de lo esperado, porque justo la semana anterior me proclamé Campeón del Mundo en Imola y esa semana fue bastante dura, estuve en España. No pude ni entrenar, llegué bastante cansado a la carrera, pero fue mejor de lo esperado. Hice dos veces tercero y en la primera manga estuve liderando 20 minutos. Fue un fin de semana muy bueno, compitiendo con los mejores de MXGP. El equipo español pudo acabar séptimo, así que muy contentos».
De hecho, uno de los objetivos de la nueva etapa de la RFME con Manuel Casado al frente quiere recuperar y potenciar nuevamente los equipos nacionales…
«Parece que la Federación está apoyando cada vez más. También están mejorando el Nacional de Motocross, lo cual es fundamental para que crezcan nuevos pilotos. Están haciendo un buen trabajo».
Este año sube Jonass a MXGP y tú eres el piloto que defiende título. ¿Cómo se afronta un año en el que eres claramente el rival a batir?
«2019 va a ser un año complicado, pero estamos entrenando duro y estamos mejorando. Ya veremos cómo están nuestros rivales. Hasta la primera carrera del Mundial no nos podemos hacer una idea de cómo irá la temporada».
No revalidar el título, ¿sería una decepción o un fracaso?
«No, fracaso no. Nuestro objetivo es mejorar. Si mejoramos, estamos contentos y vamos por la buena dirección. Ser Campeón del Mundo no es nada fácil; si no lo somos, seguro que no vamos a estar igual de contentos. Pero creo que este año, viendo cómo están las cosas, es algo factible. Vamos a pelear al máximo para conseguirlo».
¿Por qué al final el #61 y no el #1 para esta temporada?
«El 61 es un número que me dio mucha suerte y que me gusta mucho. El 1 es un número para el mejor piloto. Vale, el año pasado lo fui yo en MX2, pero al final el mejor de todos está en la categoría máxima. Si algún día llego y puedo ganar en MXGP, a lo mejor me pongo el 1».
Hablábamos antes de lo que puede servir tu ejemplo para potenciar el motocross en España. ¿Crees que también puede servir a nivel de que haya una mayor repercusión, que haya incluso más difusión de las carreras en televisión? Quizá también hace falta más apoyo por parte de los medios...
«Exacto. Creo que también necesitamos un poco de apoyo por parte de los medios. También por alguna televisión que pudiera retransmitir las carreras del Mundial. Creo que en todo deporte, teniendo un español delante, es bonito poder seguirlo. Y teniéndome ahora a mí peleando por este Mundial de MX2 otra vez esta temporada, podemos hacer que este deporte, el motocross, crezca y que la gente se pueda aficionar a este deporte, que es muy bonito».
Me consta que en una ocasión probaste la velocidad. ¿Cómo surgió y cómo lo recuerdas?
«Fue hace 8 años. No sé si antes o después de ganar el Mundial de 65cc, pero Sete Gibernau me invitó y probamos la velocidad. Me lo pasé genial con él también y fue una experiencia muy bonita, que espero repetir».
KTM ya le dejó probar la MotoGP a Cairoli. Igual, tirando un poco del hilo...
«A lo mejor algún día… Esperemos que sí».
18 años. Queda mucho camino por recorrer. ¿Qué sueños tiene en este momento Jorge Prado?
«A corto plazo, el objetivo es ganar MX2 otra vez. A un plazo más lejano, llegar a competir y ganar en MXGP».
¿Y la puerta abierta siempre para una posible marcha a EEUU?
«Así es».