Hablamos con Joan Mir tras su estreno en el podio de MotoGP
Joan Mir atiende a MOTORBIKE MAGAZINE tras su primer podio en MotoGP, un resultado que abre un nuevo horizonte para el mallorquín en la manera de abordar su segundo año en la categoría reina.
En un año tan extraño para nuestras vidas, parece que el azar también se ha puesto de acuerdo con el Mundial de MotoGP para escribir un guión totalmente impredecible. Cuesta encontrar temporadas tan atípicas como la que se está viviendo actualmente, en la que cada Gran Premio es una caja de sorpresas que desmonta en cuestión de días cualquier teoría o previsión.
El rey de la categoría está fuera y alrededor del trono se mueven demasiadas figuras, tanto las que se esperaban que estuvieran ahí como otras que también quieren aprovechar su oportunidad. Nadie maneja el cotarro y un total de nueve pilotos han subido ya al podio (¡en sólo cuatro carreras!), los mismos que en todo el 2019. Uno de esos nombres es el de Joan Mir (Palma de Mallorca, 1 de septiembre de 1997), que en su segundo año en la categoría reina ya sabe lo que es saborear el champán. Lo ha hecho más tarde y, de momento, con mucha menos reiteración que un "compañero" de su hornada que ahora lidera el campeonato. Pero Mir nunca perdió la perspectiva.
Derribada la barrera del primer podio, el piloto de Suzuki (renovado hasta 2022 antes de empezar incluso esta temporada) se ha quitado una losa de encima y ahora aspira a más. Llegar a entrar en la pelea por el título no es algo que ronde directamente su cabeza, y menos después de haber sumado ya dos ceros en su casillero, pero si hay un año en el que no se puede descartar nada, es éste.
Entre carrera y carrera en Austria, nos citamos con Joan Mir de forma telemática, el modo en el que por el momento se realizan las entrevistas en esta "nueva normalidad". Sereno, contento y con la madurez que siempre le ha caracterizado, el piloto mallorquín del Suzuki ECSTAR atiende a MOTORBIKE MAGAZINE para desgranar cómo ha sido el camino hacia el podio, y sobre todo, cómo puede ser el camino que se abre a partir de ahora. «Empezamos desde aquí, eso sí que es verdad», dice. Habrá que tenerlo muy en cuenta.
Pregunta. Días después de tu primer podio en MotoGP, la primera pregunta que te hago es muy sencilla: ¿Cómo estás? ¿Qué sensación tienes después de estos días?
Respuesta: «Me siento muy bien y estoy muy contento, pero entre carreras tampoco hay mucho tiempo para soñar mucho, porque tenemos otra carrera este fin de semana y es igual de importante o más que la anterior. Está muy bien celebrar el domingo con el equipo el primer podio o lo que sea, pero lo importante ahora es este fin de semana. Estoy motivado, seguramente más motivado que nunca, porque ahora que he podido hacer un podio tengo ganas de repetir el resultado o, por lo menos, luchar de nuevo por el podio o mejorar el resultado del domingo».
Llega el primer podio y supongo que es extraño apenas poder celebrarlo dadas las circunstancias y además estar toda la semana en Austria, ¿no?
«Sí, es un poco raro. Normalmente, cuando acabas el domingo con un buen resultado, te vas a casa, estás fenomenal unos días y todo perfecto. En este caso, claro que estoy fantástico y pletórico, pero no es lo mismo porque no he podido ir a casa, no he podido desconectar allí; nos hemos tenido que quedar aquí en el motorhome y no es lo mismo. Claro está que el orgullo y la felicidad que tengo dentro de mí es la misma aquí que en casa, pero me hubiera gustado poder ir a casa».
Decías el otro día que habéis «desecho el mal de ojo», que si hubieses tenido otra caída, tocaba ir a una bruja. Ese último paso que quedaba para conseguir el podio, ¿lo atribuyes todo a la suerte o qué más estaba faltando?
«Teníamos claro que para estar en los podios había que mejorar dos cosas: la salida y la clasificación en parrilla. Eso es lo que cambió el otro fin de semana. Mejoramos en la qualy, hicimos una buena salida y el ritmo ya lo teníamos, eso no era sorpresa. ¿Y para este fin de semana? Lo mismo, para no tener males de ojo ni nada de esto (Ríe). Al final, si sales atrás juegas a la lotería, porque es una locura. Los pilotos de atrás van que parece que la carrera se acaba a cada vuelta y no es mucho mi estilo. Entonces, hay que evitar ese tipo de gente. Salir delante, tener buen ritmo y escaparse».
En estos dos años, esos problemas en clasificación sí que está pareciendo como un mal endémico de la Suzuki. Con un reparto de responsabilidades, ¿qué le falta a la moto para dar el paso los sábados y qué te estaba faltando a ti?
«Es una moto que es un poco crítica a la hora de hacer las vueltas, tienes que ir muy suave y no te puedes pasar mucho con el gas, porque si no la moto patina y no vas hacia delante. Es bastante crítica para hacer la vuelta. A mí, como piloto, lo que me falta es entender esto. A veces es complicado. Creo que tenemos que seguir mejorando la moto, porque a una vuelta va bien. Me he clasificado para la Q2 todas las veces; normalmente por la mañana con frío es cuando se hace el tiempo en el FP3, y el tiempo siempre ha sido bueno y hemos estado ahí delante. El problema es que luego con el calor esto se hace más complicado, porque la moto empieza a patinar más fácil y tener un agarre positivo cuesta más. Tienes que ir muy suave con el gas. Otras motos quizá no notan tanto el calor para hacer una vuelta, pero nosotros en este caso sí. Creo que tenemos que mejorar las clasificaciones en condiciones de calor».
Poniendo en una balanza la sensación que te deja este podio, ¿es más una liberación, un extra de motivación...?
«Liberación y extra de motivación también. En cuanto a la liberación, está claro, porque una vez que has estado en el podio no es igual que no haberlo tocado nunca aquí en MotoGP. Es una manera de consolidarse y de confirmar que estamos consolidados. También te da tranquilidad para las siguientes carreras, porque sabes que has podido hacer un podio y lo único que tienes que hacer es repetirlo. Eres capaz de hacerlo. Normalmente marca bastante la diferencia cuando un piloto obtiene un podio a cuando todavía lo está luchando y no lo está consiguiendo».
Llegaste a MotoGP dentro de una hornada bastante fuerte, con Quartararo, con Oliveira y con Bagnaia, y estáis dando bastante que hablar. Este año también ha llegado Binder, que ya ha ganado su primera carrera. El hecho de que a algunos de ellos ya les estuviesen saliendo los resultados, ¿te ha generado ansiedad en tu caso hasta que has conseguido rematar la faena?
«Sinceramente, mi objetivo no era ver quién era el más rápido en hacer un podio o en conseguir una victoria. No es ése. El objetivo es luchar en un futuro por ganar, en este caso con Suzuki. Entonces, todo ha sido como una preparación. A Fabio se le han puesto las cosas más fáciles y rápido pudo estar en los podios, a Binder en este caso también le ha venido todo un poquito de cara. En nuestro caso, con la Suzuki hemos tenido que luchar un poco más. Binder se ha encontrado cuando la KTM está más avanzada de todo. Igual con la Suzuki, en muchas carreras del año pasado no lo tenía yo tan fácil. Supongo que Binder tampoco lo hubiera tenido fácil como en el caso de Pol (Espargaró), que empezó con la KTM de cero. Todo esto se puede comparar y demás, pero cada uno tiene su mundo. No sé cómo explicarlo. Cada uno sabe cómo explotar lo suyo. En nuestro caso se ha plantado aquí en Austria. Nos plantamos aquí con la Suzuki, tuvimos todo de cara y hemos logrado luchar por la victoria. A cada uno le llega cuando le llega».
Quizá todo eso puede desconcertar, pero la sensación que das es que no has tenido dudas.
«Para nada. Ni yo ni el equipo. Por eso también continúo dos años con Suzuki, porque tienen mucha fe en mí y ellos son los que viven las cosas desde dentro. Cuando se viven las cosas desde dentro, tienes mucha información y ves el potencial que hay. Está claro que Suzuki no hubiese renovado dos años más si no tuviera fe en mí, ni yo tampoco. Es un poco por esto».
Cuando uno ve todo el movimiento que hay en el mercado en el resto de marcas, imagino que también hace valorar más la confianza de Suzuki, ¿no?
«Hay muchos movimientos, pero nosotros llegamos a un acuerdo rápido con Suzuki y eso siempre se agradece. Tienes las cosas cerradas ya para las dos próximas temporadas y lo único que tienes que hacer es centrarte en pilotar, y esto puede ser una ventaja».
Creo que Davide Brivio es una de las personas en el paddock sobre la que nunca he escuchado una mala palabra. Desde fuera parece una persona con mucha cintura a la hora de gestionar un equipo.
«Sí. Con Davide fue bonito cuando yo estaba en Moto2 y estábamos negociando para dar el salto a MotoGP. Me acuerdo que la prensa decía que no estaba claro lo de Iannone, que si continuaba o no, y me dijo "Tú olvídate de la prensa. Estrechamos la mano y de aquí en adelante no te preocupes". Y fue así. Cuando me ha dado su palabra, siempre la ha cumplido, y eso da tranquilidad».
Estás 9º del campeonato a 36 puntos. Todo esto, después de hacer dos ceros, pero está siendo un Mundial bastante atípico. No te voy a preguntar si apuestas por ti para luchar por el campeonato, pero si yo "apostase" por ello, ¿qué pensarías?
«(Ríe) Hombre... He acabado dos carreras de cuatro, y en una he hecho quinto y en la otra, segundo. Yo creo que las estadísticas no son malas, el potencial en carrera está. Te diría que gracias por la confianza, está claro. Yo realmente creo en eso. En este campeonato está siendo todo muy raro, todo el mundo está abierto a ganar. Todos, hasta lo que todavía no han empezado. Es muy importante hacer muchos puntos. Me gustaría mucho que estos dos ceros a principio de temporada me sirvieran para no repetir más y para estar siempre consolidado ahí. Creo que sería la clave. Y a saber si suena la flauta y si después de este podio me crezco y estoy siempre ahí. A saber...».
¿Pero en tu foro interno lo ves como algo descabellado o excesivamente optimista?
«No pienso en eso, la verdad, también te lo digo. Pienso ahora en ir carrera a carrera, en repetir este podio y en el objetivo de la primera victoria. Creo que si hemos sido competitivos en Austria, en Misano podremos serlo más. Creo que este año podremos ser competitivos. Lo dejo ahí. No sé hasta qué punto, pero nada me sorprendería».
Un podio en Austria, donde a priori más le podía costar a la Suzuki, ¿es quizá el mejor termómetro para demostrar el potencial de esta moto?
«Sí, sí. Sinceramente, yo también estoy sorprendido por cómo ha ido la Suzuki en Austria. Especialmente bien. Creo que también como piloto he hecho un buen trabajo. Seguramente, no es la mejor moto aquí en Austria y aun así hemos estado luchando por ganar. Estoy contento con el nivel al que estoy, la verdad».
Querría ahondar sobre las últimas temporadas. El título de Moto3 seguro que fue un cambio en tu vida, pero el salto a MotoGP es como el paso definitivo, como hacer la mili. Esto también trajo en tu caso cambios en el entorno y cambios en tu vida. ¿Cómo asimila eso un chaval que tiene ahora sólo 22 años? ¿Ha habido algo que te hubiese gustado que fuera diferente o consideras que todo ha ido bien?
«Personalmente, todo ha ido muy bien. Después de ganar el título en Moto3, fuimos a Moto2 y llegamos ahí como en una nube; empezamos a hacer podios, luchamos por victorias... y firmamos un contrato para subir a MotoGP. Todo muy bien. hasta que el equipo se desestructuró un poco y nos hicieron sufrir en la segunda mitad de temporada. Pero luego está lo que tú dices, el cambio grande a MotoGP. Esto ha sido un cambio muy importante, tanto profesional como personal. Un cambio de vida a un sitio diferente, ya que ahora vivo en Andorra. Siempre he sido mucho de Mallorca, pero estoy muy sorprendido de cómo me he adaptado a vivir en Andorra. Estoy fantásticamente, me atrevo a decir que casi mejor que en Mallorca. Me he adaptado muy bien, me gusta mucho dónde estoy viviendo, el entorno que tengo es idílico. Todo va muy bien y esto seguramente hace que luego en las carreras esté muy tranquilo y que vaya a por faena.
No siempre han venido podios. También han venido caídas, han venido momentos difíciles y es ahí cuando me he dado cuenta del buen equipo que tengo, tanto personal como en Suzuki. En esos momentos es cuando te das cuenta de lo bien que estás y de lo que te quieren las personas que están contigo. Como has dicho, también ha habido cambios en mi vida en cuanto a mi entorno, desde que estuve en Moto2 hasta que subí a MotoGP, y todo eso ha sido para ir a mejor. Cuando a veces dejas a personas que han estado contigo muchos años, hay dudas y siempre te preguntas qué pasará sin esa persona. Pero en todo momento me he adaptado muy bien y el equipo que he tenido en los momentos malos lo valoro muchísimo».
Por poner nombres y apellidos, ¿quiénes son las personas fundamentales para el Joan Mir de fuera de los circuitos?
«Yo vivo con mi novia, que es quien se come el día a día. ¡Pobrecilla! Los malos momentos, el llegar cansado de entrenar, el mal humor... Todo eso se lo come ella. Luego está Juan García, la persona que me hace las motos, que me acompaña en los entrenamientos, una persona fundamental y que trabaja en la sombra. Es un amigo de Mallorca que no siempre ha estado trabajando para mí, pero sí muy vinculado a nosotros. Y la verdad, es una persona muy seria que está haciendo todo fenomenal. El trabajo que no se ve, quizá no es el más importante, pero es muy, muy, muy importante. No porque la gente no esté aquí o no te acompañe en las carreras, no quiere decir que no tengan valor. Para nada. Hablando de Juan, cuando no está en Andorra trabajando, haciendo las motos y demás, se va a ver a su familia a Mallorca. Es complicado también.
También está Tomás, que siempre ha sido mi mano derecha. Una persona de confianza, preparador físico, masajista... El que lo hace todo. También está Paco Sánchez, mi mánager, de confianza 100%. Ha estado desde el primer momento de mi carrera deportiva y eso quiere decir mucho de una persona. Esos que he nombrado son los que se lo comen todo, los que en los momentos malos te ayudan, te sacan para arriba, y luego cuando las cosas van bien son los primeros en celebrar, y tú disfrutas de celebrarlo con ellos. El equipo personal mío es ese y ahora mismo es brutal».
Todos somos a veces un poco resultadistas, pero este segundo puesto parece que ha vuelto a abrir los ojos y a despertar la sensación que había de ese Joan Mir que deslumbró en años atrás. ¿Sientes esa sensación? ¿Cómo asimilas esas dudas de fuera que ahora pueden cambiar de nuevo?
«Esto siempre pasa. Están los fans que nunca han dudado y que siempre están ahí apoyando, y luego están los que a la que ven dos resultados se esconden detrás de la pared. Siempre ha pasado esto. Mi equipo y yo nunca hemos dejado de creer, siempre hemos sabido nuestro potencial. Esto es MotoGP. Llevamos desde 2016 en el Mundial; en cuatro años he ganado un Mundial, en sólo media temporada de Moto2 hice cuatro podios, y en mi segundo año en MotoGP ya estoy en los podios. Quiero decir que aún tenemos muy poca experiencia, hemos crecido muy rápido y no hemos ganado nada todavía, es lo que yo digo. Estamos creciendo, no hemos ganado nada; una segunda posición es un resultado muy bueno, pero no es para nada lo que yo firmo para mi carrera deportiva. Yo quiero mucho más. Empezamos desde aquí, eso sí que es verdad. Empezamos desde una segunda posición en Austria... y veremos».
Nombre | Joan Mir |
Dorsal | 36 |
País | España |