Opinión | Blog 'La intrahistoria de MotoGP'
Decepción o impotencia. Que cada cual elija, entre estos dos, el que crea que es el mejor término para definir lo que está siendo la temporada 2015 de Dani Pedrosa. Incluso se pueden conjugar. Nada le está saliendo bien al piloto del Repsol Honda desde que Qatar diera el pistoletazo de salida a la temporada. Precisamente, ese pistoletazo vino con perdigón para él, ya que después de un sexto puesto en carrera se decidió a poner pie a tierra para tratar de solucionar por enésima vez sus problemas de síndrome compartimental en el antebrazo derecho. Si había un momento menos oportuno para tener contratiempos, ese era la primera carrera, porque empezar así ya puede marcar un año entero.
Las lesiones han castigado su menudo cuerpo a lo largo de los años, construyendo una losa que cada vez ha ido a más. No se le puede reprochar absolutamente nada al catalán en ese aspecto; es infatigable como pocos y está preparado para levantarse siempre después de cada caída. Pero lo cierto es que la forma de levantarse en este 2015 no lleva consigo ni la mitad de fuerza que en ocasiones anteriores.
Regresó en Le Mans pero apenas se ha dejado ver desde entonces, y eso que ya han pasado nueve carreras. Sólo se contabilizan dos podios; uno en Montmeló a 20 segundos del ganador y otro en su jardín de Sachsenring tras superar a Rossi. Salvo eso, más sombras que luces, distancias ostensibles con respecto a los primeros clasificados en muchas ocasiones y una serie de resultados muy discretos, impropios de un piloto oficial de HRC. Para colmo, en fines de semana marcados en rojo como el de Brno, la suerte fue totalmente esquiva tras lesionarse en los entrenamientos libres a causa de un error mecánico. El quinto puesto allí, dicho sea de paso, fue un resultado sobresaliente para las circunstancias en las que participó.
«Un piloto que se encuentra en la estructura más potente del campeonato está prácticamente obligado a demostrar en cada carrera por qué está dónde está, y Dani no lo está haciendo este año»
Pero ni las condiciones cambiantes de las últimas carreras le han ayudado a salir del pozo de resultados; de hecho, se ha quedado más lejos. Pese a que sus últimas carreras en agua aportaban una dosis de optimismo, la dinámica de esta temporada no deja ni un resquicio a la positividad. En Silverstone fue quinto y en Misano no pasó de la novena posición después de fallar estrepitosamente con la estrategia.
Sin duda que sus problemas en el antebrazo derecho, la pérdida de actividad en una fase muy importante de la temporada y las dificultades para poner a punto la RC213V de esta temporada, han sido -y siguen siendo- un cúmulo de adversidades que no ayudan. Pero un piloto que se encuentra en la estructura más potente del campeonato está prácticamente obligado a demostrar en cada carrera por qué está dónde está, y Dani no lo está haciendo este año.
Su talento y sus números -aun sin título de MotoGP- están fuera de toda duda. Por eso cuesta más entender que los cuartos puestos, los quintos -repito, el de Brno está más que justificado-, los octavos o los novenos se sucedan con más frecuencia que los podios. Y hasta el momento, ninguna pole y ninguna victoria, algo que si no remedia en las cinco carreras que faltan supondría un nefasto hito desde que llegó a MotoGP en 2006.
«Un cambio de aires podría antojarse necesario a estas alturas de su carrera para recuperar un hambre y una motivación que parecen haber caído en picado»
Su contrato con Honda se acaba a finales de 2016 y ya se especula incluso con un futuro de naranja KTM. Un cambio de aires podría antojarse necesario a estas alturas de su carrera para recuperar un hambre y una motivación que parecen haber caído en picado. Y pese a que esas son las sensaciones que se desprenden, ya que posiblemente nos encontramos ante su peor temporada en MotoGP, no me cabe ninguna duda de que el propio Dani es el primero que quiere revertir la situación.
¿Qué le pasa a Dani Pedrosa? ¿Volverá o no volverá a recuperar su nivel? Son dos cuestiones que cada vez suenan con más fuerza. En estos momentos parece lejos de conseguirlo y las dudas se multiplican carrera a carrera. Aprovecho para apostar desde estas líneas que en circuitos como MotorLand Aragón o Sepang le veremos cerca de su mejor versión. Pero quizá no sea suficiente; Dani Pedrosa tiene que volver, volver de verdad, a ser un piloto importante en MotoGP. Tiene que conseguirlo sobre todo por él mismo, porque pese a no haber conseguido lo que todos esperaban de él, es innegable que se trata de uno de los pilotos más brillantes de la última década. Tiene que lograrlo porque si el Póker de Ases de MotoGP termina dejando una carta olvidada, la jugada tendrá menos valor. Y si eso acaba sucediendo, entonces será el momento de buscar un comodín dentro de la parrilla de la categoría reina.