Yamaha trabaja en un motor turboalimentado
Los motores turboaliementados empiezan a cobrar protagonismo en el mundo de las dos ruedas, prueba de ello son las siguientes patentes filtradas que Yamaha ha solicitado donde se puede apreciar una mecánica de MT-09 con un turboalimentador sobre un chasis MT-10.
Las incursiones en la mecánica turbo alimentada cada día son más frecuentes en el mundo de las dos ruedas, aunque no tanto como la tendencia de subir la cilindrada y añadir más catalizadores. Todo esto con un mismo objetivo: contaminar menos sin perder prestaciones. Así es como se las gasta la nueva normativa anti contaminante Euro5, que obliga a las marcas a apretar sus mecánicas en pos de unas emisiones más limpias, mientras que por otro lado el mercado no acepta una bajada de rendimiento. Un duro y complejo equilibrio en el que los fabricantes escrutiñan cada resquicio y posibilidad energética.
Como decíamos, la solución más empleada es la de aumentar la cilindrada y añadir más catalizadores, o dicho de otro modo, poner más catalizadores para que contamine menos pero aumentar la cilindrada para no perder prestaciones. Esto es viable hasta cierto punto o hasta cierto futuro, donde ya no será viable seguir con esta formula. Es por ello que las fábricas están realizando estudios y pruebas con motores sobre alimentados, como es el caso que nos trae hoy la oficina de patentes europea, donde encontramos un posible futuro modelo Yamaha turbo.
Lo que hoy tenemos aquí no es más que un sencillo croquis, parte de una carpeta de diseños pendientes de patente, que se ha filtrado a través de las redes. Lo primero que vemos es una carrocería/chasis Yamaha MT-10, pero en lugar de implementar su conocido tetracilíndrico en línea, observamos un motor de 3 cilindros (seguramente el motor CP3 de Yamaha MT-09) con ligeros cambios. Como vemos en la imagen, el radiador se ha desplazado hacia abajo, en la zona de la quilla, para hacer hueco a una compresora. De este modo Yamaha acorta al máximo el recorrido de la admisión, minimizando el tiempo de carga del turbo compresor. A esta compresora le acompaña un pequeño intercooler para bajar la temperatura de admisión y así mantenerse en los umbrales de fiabilidad, evitando el conocido "knock" (autodetonado), propiciado entre otras muchas cosas por exceso de temperatura.
A todo esto Yamaha también está trabajando en un diseño de colectores de escape específico para elevar la temperatura de los gases de escape y así optimizar el trabajo de los catalizadores, evitando añadir más peso.
El resultado final de esta nueva mecánica aún se desconoce, pero se estima una potencia similar al de la actual Yamaha MT-10 con su motor de 4 cilindros en línea atmosférico (180 cv) pero un par motor mucho más contundente, con cifras cercanas a los 170 nm desde la zona baja del tacómetro.