«Me pesaba 15-20 veces al día, bulimia, no dormía, mareos...»
Arón Canet se sinceró en ‘la Caja de DAZN’, desde sus inicios en Moto3 hasta su futuro más cercano. El valenciano incluso confesó que se cuestionó la retirada en 2020, además de sus problemas alimenticios en Moto3 y las personas que le están ayudando en su carrera deportiva.
Arón Canet está viviendo un buen momento a nivel deportivo, a pesar de su último accidente de tráfico y su baja en Assen por una hemorragia nasal. El valenciano, cuarto de la general de Moto2, con cinco podios y a 30 puntos del líder, se sinceró en el último episodio de ‘la Caja de DAZN’, donde comentó diversos temas, muchos de ellos desconocidos hasta entonces.
Canet confesó tener «un lío en la cabeza» durante su primera temporada en Moto2, en 2020. Aquella recortada temporada por la pandemia, con Speed Up, supuso cuestionarse su carrera deportiva a los 20 años: «Esto nunca lo he contado, pero en 2020 me entró una ‘liada’ en la cabeza y estuve a punto incluso de retirarme», declaró Canet en ‘la Caja de DAZN’ frente a Ernest Rivera.
Su año de rookie en 2020 no fue como esperaba, hasta tal punto que no creía poder dar más de sí mismo. Una temporada en la que no logró subirse al podio y su mejor posición fueron dos quintos puestos en Jerez: «Al terminar la primera temporada de Moto2 no había ido bien y creía que no me había esforzado todo lo que podía. No me veía bien conmigo mismo».
«Hablé con mi asistente Alcarria, y me dijo: “A ver, si no te sientes bien lo dejamos y ya está, ya buscaremos otra dinámica”», contó como anécdota Canet. Afortunadamente, el joven piloto español estabilizó la situación y fue entonces cuando conoció a su preparador físico, Miguel Maeso, una pieza clave para desconectar a diario: «Para mí, entrenar me quita muchas cosas de la cabeza, disfruto muchísimo, me relajo mucho y es mi día a día».
En MotoGP, junto a Quartararo: «¿Dónde hay que firmar? Tengo buen rollo con él»
Otro momento duro para Canet fue su etapa en Moto3, cuando sufrió trastornos de alimentación: «Lo pasé muy mal. Me peso una vez a la semana, si me peso, porque al final me veo físicamente bien. Estoy teniendo resultados y más o menos vamos muy bien. Pero en aquella época me pesaba 15-20 veces al día, tenía bulimia, no dormía, mareos, desmayos, mal humor…». Una situación que comenzó a dar problemas en sus dos equipos de aquella etapa: «En mi círculo, nadie me aguantaba. Recuerdo tener discusiones en el equipo por tonterías de no haber comido».
También habló sobre su futuro y la categoría de MotoGP, donde vería con buenos ojos compartir box con Fabio Quartararo: «¿Dónde hay que firmar? Tengo buen rollo con Quartararo. Creo que, al final, en el paddock me he distanciado mucho de la gente porque soy una persona que va mucho a su bola en lo profesional, ya que me cuesta ser colega tuyo y luego estar en pista. De pequeños, nos juntábamos mucho (refiriéndose a Quartararo). Fuimos compañeros de equipo y en algunas ocasiones fue mi ‘paragüero’».
El piloto de Moto2 destacó dos figuras muy importantes a nivel deportivo: Sito Pons y su asistente José Luis Alcarria. Del primero asegura que debe «aprender mucho y conocerlo más», además de escuchar cualquier consejo de un dos veces Campeón del Mundo. Alcarria es su «mano derecha, padre, madre, novio, novia, amante, tanto masculino como femenino, hijo…». Canet quiso explicar lo importante que es para él su asistente: «Somos muchas cosas, nos complementamos muy bien. Es una relación padre-hijo, pero mucho más liberal y mucho más amistosa», matizó el valenciano.
A nivel personal, Canet relató para DAZN lo esencial que fue la figura de su abuelo Alfonso: «Era una de las personas más importantes de mi vida, una de las personas que más he querido. Falleció de cáncer de páncreas y fue muy ‘heavy’. Ver a una persona dura, que es de campo, llorar, pues te toca el corazón. Llorando, me dijo una cosa muy importante: “Mira Arón, dos consejos: a mí en un mes me han detectado esto y me voy para el otro barrio. No hagas como yo hice, que de diez me gastaba uno y ahorraba nueve. Gástate cuatro, pero, por lo menos, lo disfrutas”».