«Extraño o no... al final, puede pasar en cualquier casa», dice Álex Márquez
Álex Márquez relata el accidente doméstico de su hermano Marc que acabó con el #93 en el quirófano. Según ha comentado Álex, a su hermano se le rompió la placa de titanio de su húmero derecho al intentar abrir un ventanal cuando salía a pasear a los perros.
Este jueves, Alberto Puig desvelaba en Brno que la placa de titanio de Marc Márquez se rompió el pasado lunes cuando intentaba abrir un ventanal en su casa. Ese accidente doméstico provocó que el piloto del Repsol Honda tuviera que pasar por el quirófano ese mismo día para sustituir la placa, lo que le va a dejar fuera este fin de semana y probablemente en los dos próximos.
Álex Márquez, que además de ser hermano y compañero del #93, convive con él, explicaba cómo vivió el suceso desde casa: «Extraño o no... al final puede pasar en cualquier casa. Es un accidente doméstico que le puede pasar a cualquiera y lo vives como en otra casa normal. Se despertó a las 7 de la mañana para pasear a los perros. Hay una puerta que da justo al jardín, un ventanal grande que pesa, y al abrir se le rompió (la placa). Nos despertó tanto a mí como al fisio, Carlos, y nos dijo que estaba roto. Y efectivamente, se movía el brazo. A partir de ahí se llamó a Emilio (Alzamora) y al Dr. Mir, y fueron a Barcelona. Yo tenía el test del coronavirus ese mismo día en Barcelona, pero yo me quedé en casa y bajé más tarde. Es una situación extraña, pero que puede pasar en cualquier casa y que puede ser normal», comentaba el vigente campeón de Moto2 sobre lo que le había ocurrido a su hermano.
Ya refiriéndose a lo estrictamente deportivo, el debutante en MotoGP analizaba cómo habían sido sus dos primeras carreras en la categoría reina y mencionaba cuáles son los principales aspectos a mejorar: «Han ido sobre lo previsto. Soy un piloto al que al principio en una categoría nueva le cuesta dar los pasos, soy más de dar pasos más lentos pero más firmes. Sabía que al principio costaría, y más después de tantos meses parados. Cuesta hacer una valoración general, ya que sólo llevamos dos carreras, con mucho calor y con condiciones un poco extremas. Hay que ver cómo va evolucionando todo. Estoy contento, porque en las dos primeras carreras ha habido una evolución constante y nunca nos hemos estancado, así que hay que seguir así, mejorando. Hay que intentar dar pasos en estas tres carreras, en circuitos que a priori, como Brno, se me da bien. Hay que intentar aprovechar y estar más cerca de la cabeza».
Sobre su actitud y cómo le puede ayudar en esta fase inicial de su andadura en MotoGP, añade que la clave es la naturalidad: «Sé dónde estoy, pero sé que soy debutante y los objetivos que tengo sé cuáles son: mejorar cada día y no fijarme en los demás, sino fijarme en mí mismo y estar cada día más cerca. Está claro que te fijas en los demás y soy el primero que querría estar más cerca, pero soy un piloto tranquilo, de dar los pasos firmes. Tenemos aún muchas carreras por delante. Las dos primeras fueron bien, en progresión, que es lo más importante. Si de un fin de semana a otro no conseguimos mejorar, entonces sí que te puedes preocupar más. Pero de momento está habiendo progresión, cada día me siento un poco mejor con la moto y sabemos lo que hay que mejorar, sobre todo la clasificación y no perder tanto tiempo en las primeras vueltas de carrera. Hay muchos deberes por hacer y mucho que mejorar, pero con naturalidad se afrontan mejor las cosas».
De cara a este fin de semana en Brno, su trazado favorito y en el que ganó el año pasado en Moto2, espera dar otro paso adelante: «Es un circuito que tanto en Moto3 como en Moto2 se me ha dado muy bien. Nunca he escondido que es mi preferido, pero también hay muchos otros que se me dan bien. Pero este año es todo diferente. En MotoGP dependes mucho más de cómo va la moto aquí, de cómo se puede adaptar, de los neumáticos... Muchas cosas. Sé que es mi circuito favorito, pero el objetivo es mejorar. Objetivos realistas y, si se me da bien desde el principio, intentar aprovecharlo».
