«Bagnaia lleva 300 carreras ganadas y tiene mis puntos»
El piloto de Aprilia, que llega a Motegi tercero a 17 puntos del liderato, cree que Quartararo es el que más puede sentir la presión en estos momentos: «Al final nos acercamos y yo creo que Fabio tiene la sensación de que tiene la peor moto de los tres», comenta.
Aleix Espargaró está ante la gran oportunidad de su vida. Después de una temporada excelente, basada en la regularidad (es el único piloto de la parrilla que ha puntuado en todas las carreras), con una victoria y un total de seis podios, el de Aprilia se ha plantado en la fase decisiva de la temporada a sólo 17 puntos del liderato y en la tercera posición del Mundial.
Este jueves ha sido protagonista de una de las dos ruedas de prensa del día, la de los aspirantes al título, una lucha que llega más emocionante que nunca a Japón.
MotoGP vuelve a Motegi tres años después de la última cita disputada allí, un periodo de tiempo en el que han cambiado demasiadas cosas en la categoría reina y en la que la evolución técnica ha sido evidente, sobre todo a nivel aerodinámico con la incorporación de los dispositivos de regulación de altura delantero y trasero.
Sobre esto, Aleix opina sobre quién puede marcar la diferencia de entrada en Motegi: «Será un poco el que se adapte mejor a los neumáticos, el que se adapte mejor a las circunstancias. Es un circuito muy peculiar y también dan lluvia, así que el domingo va a ser casi a ciegas la elección del neumático trasero, y eso hace que los neumáticos marquen más diferencias que cualquier mejor moto o peor. Va a ser un fin de semana realmente muy táctico», dice el piloto de Aprilia.
Preguntado por la comparativa de las tres motos que se juegan el Mundial (Yamaha, Ducati y Aprilia), dice: «A la roja (Ducati) no le veo un punto débil. Creo que la Yamaha tiene el peor motor de las tres, pero Fabio ha sido capaz de encontrar mucha consistencia y mucho paso por curva, y también muchísima agilidad. Esto es algo que no recordaba de la Yamaha, mucha agilidad en los cambios de dirección, Quartararo creo que es el mejor en los cambios de dirección. Y la Aprilia no es ni la mejor ni la peor en nada, es una moto con buena estabilidad en frenada en las curvas rápidas, gira bastante bien, quizá mejor que la Ducati, el motor es peor que el de la Ducati y mejor que el de la Yamaha. Creo que está en un punto intermedio, pero la moto a batir ahora mismo es la Ducati, creo que es la mejor moto con diferencia».
Y sobre los tres pilotos que se juegan el campeonato, cree que «las cosas cambian muy rápido. Hace un mes decíamos todos que Ducati tenía un ejército de soldados en contra de Fabio o mío, y ahora parece que el enemigo esté en casa de Ducati. A ver cómo lo gestionan. Porque al final no nos engañemos, Enea tiene sus opciones de ser campeón, y eso hay que gestionarlo, alguien tiene que gestionarlo desde arriba. O no… Veremos cómo lo hacen. Al final creo que Fabio es el que más tiene que perder, está líder y es el Campeón del Mundo».
Aun así, no ve a Quartararo 'tocado' después de haber perdido muchos puntos en las últimas carreras, aunque sí algo presionado: «No le he visto tocado, pero sí que tiene que sentir la presión. Al final nos acercamos y yo creo que tiene la sensación de que tiene la peor moto de los tres. Yo creo que va a estar divertido el campeonato».
Su interesante reflexión sobre su regularidad y gestión del campeonato
Sobre su regularidad, la cual le mantiene metido de lleno en la pelea por el campeonato, hacía esta interesante reflexión: «Creo que ha sido la clave. De hecho, Austria es de los fines de semana que me fui a casa más orgulloso y allí hice sexto. Me fui súper orgulloso, porque era un Gran Premio complicado, nunca me encontré cómodo, hice un esfuerzo impresionante en carrera y esos días cuentan, porque Bagnaia tiene 300 carreras ganadas y está con mis puntos. Esos días difíciles; en los que tienes que saber aceptar que te pasa uno y que ese día no puedes batirle, y tienes que ser quinto o sexto. También he hecho dos cuartos y los de delante, cuando no han sabido aceptar eso, se han caído».
Se ve competitivo en los cinco circuitos que restan: «Quizá el que tengo un poco más de dudas es Tailandia y no sé bien el motivo. Allí hay dos rectas muy largas y la Ducati es un misil. Le Mans me generaba unas dudas muy grandes y conseguí llegar delante de Fabio. Estuvo toda la carrera detrás de mí y no me consiguió adelantar. Nunca se sabe lo que puede pasar».
Aunque su principal baza está siendo la regularidad, sabe que a medida que se acerque el final de temporada tendrá que pasar al ataque: «Soy muy paciente y regular, pero llegará el momento en el que yo también voy a arriesgar si quiero ganar. 125 puntos aún son muchos y no puedes cambiar tu estilo de juego ahora, porque me ha llevado hasta aquí. Quizá cuando queden 50 pase al ataque, pero ahora hay que seguir igual», zanja Aleix.